• ENIGMA •

Capítulo 8

¿Cuánto dolor puede soportar un ser humano? Era la pregunta que retumbaba desde anoche en mi cabeza, no podía creer que esto esté pasando, no lograba asimilar todo lo que había sucedido en tan poco tiempo, Andrés no tenía idea de nada y no podría siquiera comenzar a imaginar lo duro que podría ser esto para él. No eran más de las ocho de la mañana, y luego de que los niños se fueran hacer sus actividades corrí al hospital y ya me encontraba sentada en un pequeño banco frente al consultorio de Fabio, necesitaba respuestas.                                                       Mi noche fue una de las peores de mi vida, hasta ayer creí que la peor fue esa en la que tuve que encerrarme a vomitar porque el embarazo comenzaba a pasarme factura por los nervios de saber que Sergio estaba siendo llevado a un penal, estaba solo y ya no tenía más lagrimas para llorar, pero ayer, ayer fue distinto, estuve aferrada a Andrés toda la noche sin soltarlo, no me podía permitir llorar junto a él, por lo que el dolor fue peor porque debí de contenerlo como si nada pasara.

-¿Raquel?- levanté la cabeza y lo ví a Fabio con un maletín en su mano y cara de cansancio- no creí encontrarte aquí tan temprano.

-No podía seguir en mi departamento dándole vueltas a mi cabeza.- me paré cuando el abrió sus brazos y quedamos así por unos largos minutos sin decir palabra, él era una muy buena persona y me conocía bien.

-Vamos entra- caminamos hacia su consultorio que ya conocía, Andrés vino varias veces de pequeño por controles de rutina, dejé que se acomodara y depositará sus cosas tranquilo y me senté en una silla que daba justo frente a su escritorio. Caminó con unas carpetas en la mano y las apoyó sobre el escritorio donde se leía el nombre de mi pequeño.

-¿Estas lista para que empiece a hablar o necesitas un minuto?- creo que lo dijo porque mis ojos cada vez juntaban más lagrimas que yo me disponía a no dejar salir.

-No, no estoy lista pero necesito saber. Él asintió con la cabeza y comenzó a decir palabras técnicas y de lo importante que era estar calmado que en verdad no lograba comprender- necesito que seas más claro Fabio, no quiero que me endulces con palabras, quiero la verdad.

-Es probable que sea un gen congénito de algún familiar que se trasmito por la sangre, los resultados no son buenos y muestran que Andrés tiene una falla con los glóbulos que están en su cuerpo en la medula ósea, comenzó con la fiebre y si no se trata es posible que el cuadro empeore cada vez más, afectando la movilidad y sus capacidad de realizar acciones. Sé que dicho de esta forma parece un escenario terrible, pero créeme que no es así, es algo poco común si, ya que es algo que se trasmitió genéticamente pero es algo con lo que se puede vivir, se tiene que llevar una vida controlada, médicos, medicaciones, controles, no voy a decirte que no habrá dolores y días malos, muy malos, pero todo es tratable.- mi cabeza iba tan rápido que no podía procesar la información, por un lado pensaba a todo lo que se tendría que exponer Andrés en el futuro pero saber que los riegos estaban controlados me dejaba respirar nuevamente.- De todos modos es una enfermedad con la que tendrá que aprender a convivir y no confiarse en ningún momento, no hay seguridad de que algo distinto se presente a futuro, pero vamos paso a paso. Lo primero son los estudios que deberías realizarte para saber si eres compatible con él para donar parte de tu medula, y que la de él comience a regenerarse, es algo sumamente sencillo, se debe extraer solo una pequeña parte de tus plaquetas, que en tu caso luego volverán a regenerarse.

-¿Es un estudio donde solo puedo ser donante yo?- ya empezaba a sentir el terror de nuevo.

-Solo los padres, si no llegaras hacer donante, deberías contactarlo, no sé si tienes manera pero si no, el panorama sería más difícil ya que pasaría a una lista  de espera y el tiempo nos juega en contra. De todas maneras no nos apresuremos, primero te extraeré la sangre y llevaré las muestras al laboratorio.