Capítulo 18

45 4 3
                                    


También esta un poquito dramático, jeje. Espero que les guste.

Corrí lo mas rápido que pude y por suerte la bendita reja estaba abierta de par en par. Podía escuchar claramente a Félix y a Liz gritar mi nombre, pero no me importo. No podía procesar porque mi papa nos abandonó, nunca me busco y tuvo un hijo con otra mujer. Tal vez fui dramático, pero.... dolía.... mucho. Llegué a un bulevar y pedí un taxi con mi celular, parecía que había corrido demasiado rápido, no se veía a ninguno de ellos cerca. Espere unos 2 minutos hasta que por fin llego mi taxi y ahí fue cuando volví a escuchar los gritos de Félix. Los ignoré por completo, me metí al carro, me puse el cinturón y le dije al conductor que manejara lo más rápido que pudiera. Necesitaba estar solo, necesitaba llegar a mi cuarto y dormir. Entre al internado todavía corriendo, el guardia ni siquiera me vio y cuando llegue a la puerta de mi habitación escuche gemidos.

-Axel- dije en un susurro y me fui corriendo por el pasillo. Me senté en el final del pasillo y me hice bolita para comenzar a llorar en silencio. De verdad no me había entrado a la cabeza como mi padre podía decepcionarme tanto y también no entendía el por qué nadie me dijo.

-¿Simón?- mire arriba , era Omar el cual al ver mis lagrimas se agacho -¿estas bien?-

-no- respondí de inmediato -puedo dormir en tu habitación-

-si, no te preocupes, igual mi Fred se fue a coger con Axel así que puedes dormir en su cama-

-gracias, por cierto, no le digas a Félix ni a Liz que me voy a quedar en tu habitación-

-Mmm... esta bien, no les diré-

-gracias-

-no me agradezcas, solo metete en la habitación, si sigues en el piso te vas a resfriar, está muy frio- entre a su habitación, la mitad era un desastre y la otra mitad era lo contrario -toma, se llama bollito- dijo mientras me daba un peluche, era un perrito color café claro yo solo sonreí y me acosté en la cama de Fred, apagué mi celular y me dormí.

(...)

Me despertó Omar 20 min antes de que empezaran las clases y me dio mi uniforme, que el mismo había ido a buscar anoche justo después de que me durmiera. Solo me cambie y me lave los dientes, no estaba de humor para bañarme. Nos fuimos a clase, hice lo mismo de siempre, fui participativo, terminé el trabajo primero que todo y en el primer receso hice uno de los exámenes que no había podido hacer ayer. Ni siquiera me importaba el hecho de tener hambre. Seguí con mis clases y en una de ellas pedí permiso para ir al baño, lo cual me dio la oportunidad de escabullirme hasta la cafetería y pedir una manzana con la escusa de que no alcance a llegar a desayunar porque me atrase en un trabajo. En cuanto terminé mi manzana volví al salón. Cuando la clase estaba a punto de acabarse mi padre entro y me pidió que fuera con él, yo no tuve otra opción. Lo seguí hasta su oficina, dentro estaban Félix y Liz parados hablando. En cuanto entramos se calaron

-SIMON ¿DÓNDE DIABLOS ESTABAS?- me grito Liz preocupada acercándose

-por ahí- dije volteando a ver a Félix el cual estaba mirando para otro lado recargado en la pared, estaba ignorándome.

-¿SABES LO PREOCUPADOS QUE ESTABAMOS?-

-y tú, ¿no me vas a regañar?- le pregunte a Félix ignorando a Liz, el cual me ignoro por completo -vaya, así que te enojaste- el siguió ignorándome

-DEBISTE AL MENOS RESPONDER- siguió gritándome Liz

-HABER, PARA EMPEZAR NO ME GRITES- le grite de vuelta -primero, no conteste porque me quede sin pila- dije sacando mi celular del bolsillo para mostrarle que todavía no lo había cargado -segundo, no se si te diste cuenta, pero no tenia ganas de hablar, con nadie- puse los ojos en blanco -y si me van a hacer perder el tiempo de esta manera prefiero irme- y sin más me fui.

Mi razón de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora