Ep. 32

531 60 20
                                    

      Entró a la sala algo confundida, pensativa, deambulante. Después de que Astoria casi le declarara la guerra, empezaba a dudar de los sentimientos de Draco.
   Es decir, si aún después de todas las aventuras, las miradas, las sonrisas, las caricias y los besos, pudo herir sus sentimientos… ¿Podría ser capaz de hacerlo de nuevo?
   —Hola, hola, pero si ya llegó la Miss Mágica.
   _________ soltó una sonrisa que la tomó por desprevenida. La banda ya estaba reunida y solo faltaba ella, inclusive Draco y Astoria.
   Cielos, no.
   Desvió la mirada incomoda y se dirigió al trastero donde se hallaba el último instrumento faltaba de ser retirado: su pobre guitarra.
   —Creíamos que no vendrías—Dijo Félix mientras la veía sentarse frente a Bob y él. El tercio de guitarras.
   —Lo siento, me quedé pensativa y el tiempo pasó rápido.
   —Si, eso pasa—Sonrió—¿Te acuerdas lo que ensayamos ayer?
   —Si, claro. Estábamos marcando compás.
   —Correcto.
   La sonrisa de Peverell llamó toda la atención del rubio, quien estaba marcando un nuevo ritmo y lo distrajo por completo. Se veía tan linda.
   Sonrió.
   Si ella lo que quería era espacio y tiempo, sería mejor respetar, si buscaba no hacerla enojar y tenerla para él, tenía que ser paciente.
   Pero también se preguntaba “¿Cuánto aguantaré?”.
   ¿Cuánto aguantaría de sólo verla? ¿Sin tener un solo beso? ¿Sin tener una sonrisa coqueta para él? ¿Sin tener un “buenas noches” salir de su boca? ¿Sin tenerla abrazándolo a él con todas sus fuerzas?
   Mientras ella más lejos permanecía, alimentaba el deseo… De tocar su piel y verla debajo de él. Apretar su cuerpo y escucharla pronunciar su nombre. Sus uñas arañar con dulzura toda su espalda, verla entregarse con todo el deseo. Besarla, acariciarla y cuidarla, así, jurar nunca más volver a lastimarla.
   Su sonrisa se desvaneció.
   Quizá enamorarla sería la respuesta que buscaba, ya no lo sabía, no sabía que era correcto. Tras el plan que tenía, _________ saldría doblemente lastimada y nuevamente, por su culpa. Esto era mil veces peor, al menos… Las esperanzas estaban presentes.

   —Eso me gusta, eres bastante buena en la guitarra—Dijo Félix, mientras admiraba la forma en que la castaña lograba mover los dedos velozmente. Si que era talentosa—Oh, espera, tienes un mechón. Te estorba, ¿Cierto, belle?
   Alzó su mano y dejó parte de su flequillo detrás de la oreja de la chica, provocándole un tierno sonrojo. Así ya no tendría problemas para ver las posiciones y acordes en la guitarra.
   Sonrió, al verla tan enfocada en los ritmos y la armonía.
   —¿Qué seguía?
   —Seguía… Sol#m, preciosa—Contestó sin dejarla de ver.
   Volvió a su bajo pero en ese momento pasó Draco por detrás de él, pegándole un zape tan fuerte que era obvio que fue a propósito con un libreto que llevaba en la mano.
   Se giró a él con una mirada incrédula, pero él rubio sólo le hizo una mueca molesta.
   Celoso, ¿Eh?
   Sonrió divertido y se sobó la cabeza.

   —Bien, ¿Ya están listos?—Preguntó Emily, con la banda reunida en círculo.
   Todos asintieron, algunos divertidos, como ________ y Félix, otros nerviosos como Bob y Leonor y otros bien preparados como Astoria y Draco.
   El rubio levantó las manos y marcó con las baquetas el tempo de inicio. Greengrass empezó con las teclas iniciales dando una entrada suave a la melodía.
   Luego entraron las guitarras y la música empezó a sonar por toda la habitación. Era estupenda.
   Peverell se le vio más animada por mover los dedos y agitar las cuerdas al compas de la voz de Jones. Cerró los ojos y se dejó llevar por la notas, apreciando la música que junto a sus amigos creaban.
   Las claras y coordinadas notas empezaron a salirse por debajo de la puerta, y a llegar a los oídos de quienes pasaban por allí.
   —¿Escuchas eso?
   —¡Es fantástico! Deben ser un grupo de los que participaran.
   Y así los estudiantes fueron juntándose en bola detrás de la puerta, escuchando el instrumental y la voz melodiosa del otro lado.
   Era un estilo pop rock bastante movido, tan alegre que daban ganas de bailar.
   Malfoy estaba tan eufórico que golpeaba el bombo y los tom con tanta fuerza y velocidad que denotaba la intensidad y el ritmo de la canción.
    Toda la pasión salía de su pecho con cada sonrisa que recordaba en su mente, cada beso y cada mirada de __________, la inspiración y la liberación de cada golpe a los platillos.
   —¡… Yeah, yeah, yeah!—Cantó Emily y al terminar su guión, Bob dio el cierre con tres notas más—¡Uff! ¡Wao! Eso estuvo increíble, todos estuvieron increíbles.
   —Nada mal—Opinó Bob, respirando después de agitarse mucho—Aunque creo que necesitaré algunas notas más agudas.
   —Yo creo que estuvimos fantásticos, tenemos ensayos de sobra—Peverell enderezó su guitarra frente a ella, recargando su peso en sus pies. Mirando a todos con orgullo, excepto a Draco.
   Leonor miró su equipo de sonido, si que había hecho un buen trabajo al poder controlar los instrumentos y todo se escuchara perfecto. La tecnología muggle era tan estupenda.
   Draco no dijo nada, solo compartió una sonrisa satisfactoria con Astoria al lado de él.
   Lo habían hecho bien.

Hechizo ~ Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora