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—¡Dios! _____— nos miramos por unos segundos y nos dimos un abrazo.

—No te veía desde que tenía diez— le dije.

—¡Mamá! Mira quien es— llamó

La señora vino hasta mi y me dio un abrazo.

—¿En serio eres tú? — Sonia me veía

—Sí, soy yo— reí

—Pasa, ¿que haces en México? — nos sentamos en el sofá

—Huí de un problema — baje las comisuras.

—Hace algo de frío, traeré té de canela— su madre se devolvió a la cocina.

—¿Qué problema? — preguntó

—Es una larga historia — suspiré

—Tenemos tiempo — Sonia me trajo la taza de té.

—Bien — suspiro.

Les digo que sucede. Sonia es una amiga de mi padre, tenemos años de que no la veíamos, Estela es su hija. Ambas éramos mejores amigas de pequeñas.

—Lamento lo de tu padre — me abrazó

—Pero ya pasó — sonrío.

—¿Entonces estás huyendo de un millonario? — pregunta Sonia.

—Algo así — miró mi anillo— es difícil, estoy comprometida.

—Ya veo, pues nos tienes a nosotras. Por tu bebé ni te preocupes, te ayudaremos, hija— Sonia me abraza

—Muchas gracias, no quiero causar molestias. Eduardo el vecino me dijo que tenían información de un trabajo — me acomodo — es por eso que vine.

—Ah, si. Mi jefe Sebastián necesita personal de limpieza. No sé si quieras tomar el trabajo— hace una mueca

—¡Claro! — me emociono

—Bien, mañana irás conmigo. Yo trabajo en recepción y la empresa es muy grande, conmigo no te perderás. — toca mi hombro.

—Muchas gracias — sonrío.

TONY:

Me despierto a mitad de la noche, pidiendo que todo esto sea un sueño, efectivamente no lo es. Sigo en su habitación, voy a el baño y me miro en el espejo mientras lavo mi rostro.

Miro el cesto y me llama la atención ver una prueba casera.

Se me hace extraño pero la levanto, veo que el resultado había sido positivo.

No entiendo que pasa. Mi cabeza da vueltas y trata de comprender la situación.

Estaba embarazada.

Tal vez por eso me dejó.

Recuerdo que hace unos días vomitaba y me preguntaba sobre un bebé.

Lo entiendo todo ahora, ya es claro.

Llamo a James, son las cuatro de la madrugada pero contesta.

—Dígame señor López — su voz suena adormilada.

—¿Lograste investigar algo?

—Sí, no es mucho pero tal vez por la tarde tenga más resultados...

—Deja de buscar, olvídalo.

—¿No quiere que la encontremos? — pregunta

—No. Te veo en la oficina en la mañana, buenas noches —Cuelgo.

Be Mine ll Tony López y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora