Capítulo 1

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La vida no es imposible para nadie, solo es difícil

Su cabeza estaba apoyada del vidrio del auto manteniendo sus ojos cerrados mientras la música se reproducía en los audífonos que tenía puestos, su hermana menor estaba durmiendo plácidamente a su lado

Miro su fondo de pantalla donde estaban sus dos amigos de infancia junto a él, Yamaguchi sonreía hacia la cámara mientras Tsukishima miraba sin emoción la misma

Tsukishima...¿qué podía hacer ahora que los medios de comunicación entre ambos se habían vuelto más nulos que antes?

Pensaba que esa última semana en Miyagi sería algo nostálgico debido a que allí creció, había incluso formado una salida improvisada con sus dos amigos más cercanos para tener una última salida grupal

Yamaguchi se tuvo que retirar apenas se hicieron las nueve de la noche, así ambos chicos se encaminaron hacia sus hogares planeando separarse apenas estuvieran lado a lado

Porque ambos eran vecinos desde siempre. Pero antes de poder entrar a su hogar el hermano mayor de Kei le pidió quedarse para que pudieran compartir más tiempo juntos, tuvo que aceptar tras insistencias del mayor

Habían pasado la mayor parte de la noche conversando de variados temas, sin importar que Kisuki fuera mudo ambos podían mantenerse hablando a través de lenguaje de señas

No sabía cómo había acabado con Kei besándolo, se sintió tan consternado por la repentina situación que ni sus manos pudo mover

-Aún tienes tiempo, puedes volver a tu casa-habló para después darle la espalda

Trato de hacerlo hablar pero simplemente Tsukishima parecía estar negado a responder todas sus histéricas preguntas, no queriendo pasar la noche en aquella incomoda atmósfera volvió a su hogar

El resto de la noche no pudo dormir correctamente, siendo algo poco común siendo que siempre se dormía fácilmente apenas su cuerpo tocaba una superficie suave

-____, cariño, baja a tu hermana-le aviso su madre mientras se estacionaba en frente de una casa de dos pisos-Ya llegamos-

Su ansiedad llegó sin paros, había conocido hace meses a la actual pareja de su madre siendo hace un mes que le había propuesto matrimonio, por dicha razón comenzaron su mudanza hacia Tokio

Nunca fue bueno expresándose con los demás, siendo mudo y bastante introvertido por la misma situación, fue suerte que Yamaguchi y Tsukishima fueran sus amigos

La puerta del hogar se abrió dejando a su paso a Bokuto Kentaro, el padre de la familia

-Bienvenidos, espero hayan tenido un buen viaje-saludó cariñosamente a la mujer de cabellos cafés oscuros mirando al hijo mayor de la misma saludándolo amablemente con un cariño en su cabeza-¡Kōtarō, ven a ayudarme a bajar las cosas por favor!-

Le entrego a la pequeña a su madre haciendo señas para decir que también ayudaría para no dejarles todo el trabajo a ambos presentes, de la morada salió un chico alto de cabellos bien peinados hacia arriba de colores grises con algunos mechones negros, sus ojos eran amarillos como los de un búho

Era la viva imagen de Kentaro, según pensó ____

-Mucho gusto, espero nos llevemos bien, futuro hermanito-saludó sonriente y energético el chico

Se sintió algo intimidado por su actitud tan llamativa pero rápidamente asintió moviendo sus manos

-'Es un placer igualmente, Kotaro-san'-dijo de manera lenta debido a que parecía ser que el mayor apenas estaba aprendiendo la lengua de señas

Se dieron el trabajo de ayudar a bajar las maletas y las cajas del auto de su madre. Desde donde estaban la vista de las grandes calles de Tokio lograban agrumar al castaño oscuro, los nuevos entornos no son de su agrado

Se había acostumbrado a siempre estar en el pequeño Miyagi, para ahora estar en el gigante Tokio

-Bueno, estos son mis hijos-el hombre de la casa se paro a un lado de dos chicas que se veían algo adultas ya-Ellas son Kaori y Kushimi-presento a sus dos hijas que saludaron amables a la nueva parte de la familia-Y mi hijo menor Kōtarō-

Hablaron un rato aunque ____ se mantenía fuera de la conversación siendo que entraron en el tema de la boda, primero siendo la boda civil para posteriormente realizar la boda religiosa

Se le notaba aburrido hasta que Kōtarō sugirió mostrarle su habitación, subieron escaleras arriba a una habitación bien decorada donde habían dos camas, una del mayor y otra para el menor

-Papá pensó que sería mejor que compartiéramos habitaciones para que Katsumi-chan pueda dormir en la habitación restante-comentó acostándose despreocupado en su cama-Apenas mis hermanas entraron a la universidad mi papá compró esta casa más pequeña, pero parece que ahora debemos hacer cambios-

El menor se acercó hasta él tocando su pierna para posteriormente mostrarle una libreta donde había escrito algo en una letra entendible para el peligris de mechones oscuros

'Me agrada la idea de compartir habitación con usted, Kōtarō-san' paso la pagina mostrando lo siguiente escrito 'Parece que le agrada el voleibol, ¿le gustaría practicar conmigo?'

Los ojos amarillos como lo de un búho parecieron brillar ante la mención de aquel deporte tomando sin rechistar un balón de voleibol de entre sus cosas, bajaron nuevamente para salir al patio trasero que era espacioso

Kōtarō le contó sobre su posición en el voleibol también hablándole del armador de su equipo que daba los mejores pases del mundo, Akaashi Keiji había mencionado

Sentía comodidad durante la tarde de voleibol donde ambos mostraban sus habilidades en el juego, le agradaba de sobre manera que el más alto fuera tan hablador, hablaba como sino le importara que él no pudiera responder a menos de que mueva sus manos o escriba en el papel

-¡Mañana cuando vayamos al Fukurodani iremos para que te inscribas en el equipo de voleibol, será genial que estés en el equipo!-dijo con muchos ánimos su futuro hermano mayor

De cierto modo su habladera pudo distraerlo de sus sentimientos confusos hacia los sucesos ocurridos con Tsukishima, posiblemente le escribiría un mensaje para tratar de solucionar las cosas siendo que no quería perder aquella amistad

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Necesito a un rayito que sea mudo 😶

Cuatro ojos (Tsukishima Kei x Male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora