Lo oculto de una historia

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Noto como los suaves rayos del sol de verano me acaricia el rostro y voy abriendo poco a poco los ojos. Hoy no me he puesto el despertador, porque supongo que no se van a cortar cuando me pongan el castigo. Así que supongo que por disfrutar un poquito más de mi libertad no va a pasar nada.

Aún tardo unos minutos más en levantarme, me ducho a conciencia, tomándome más tiempo del necesario, y procurando no mojar mi pelo (que estaba reluciente después de la sesión intensiva de belleza a la que ayer me vi sometida antes de la fiesta). Después de una hora arreglandome y ordenando mi habitación, creo que ya estoy lista para salir.

Me acerco a la puerta y miro por debajo, por si hay alguien al otro lado que pueda comerme antes de cerrar la habitación. Y como no hay nadie, salgo rápidamente y aseguro la puerta. Y me alegro de haberme dado prisa, porque justo cuando escondo la llave bajo mi camiseta, mi tío aparece por las escaleras.

-¡Sophie! -Grita, para mi asombro, aliviado; y prácticamente procede a aplastar me con su abrazo de oso.-Estabamos muy preocupados, no sabes lo que te has perdido. Tengo muy buenas noticias para tí.

Yo devolví el abrazo a mi tío, agradeciendo que no estuviera enfadado. Tengo que admitir que de toda mi familia, es la persona a la que más quiero y, por alguna razón, la que más me comprende.

-¿Estas bien no?-Dice al ver los vendajes de mis manos al separarnos.-¿Esto no será por el entrenamiento?

-Tranquilo, estoy bien. Ya no me duelen. Charlotte me hizo subir y bajar por unas cuerdas sin el polvo blanco para las manos. Pero ya estoy bien.-Qué mienta un poquito no va a perjudiciar a mi prima.

-Me encargaré de hablar con ella. Pero por suerte no volverá a entrañarte, ni Eleanor tampoco.

¿¡En serio!? Lo abrazo ilusionada mientras él ríe por mi entusiasmo.

-Gracias, gracias, gracias.-Digo, para después separarme y mirarlo a la cara.-¿Pero cómo lo has conseguido?

En vez de responder, me guiña un ojo y me hace un gesto. Yo lo sigo curiosa, pues no es una persona de las que te deja con la duda. En un principio me hago un lío con los pasillos, pero en seguida comienzo a reconocerlos, y ya sé a donde vamos: la biblioteca.

Y en cuanto James abre la puerta, no quepo en mi del asombro: ¡hay un chico nuevo! Es rubio, tez pálida y de enormes ojos verdes. Le sacará como una cabeza a mi prima, viste el traje de entrenamiento y esta bastante bien.

Y la mejor parte, es que tiene cara de ser majo. Y no me refiero a una cara parecida a la del señor Jonathan, el marido de Eleanor, que era fingida. No, esta era de verdad. Y por lo que podía comprobar, no parecía caerle demasiado bien a mi prima. Si, yo diría que nos vamos a llevar muy bien.

En cuanto entramos en la estancia, todos se giran para mirarnos. Para mirarme. Y la mayoría son miradas asesinas.

-Sophie, te presento a nuestro nuevo huésped.-Comienza a decir mi tío.-Se quedará aquí hasta que sus padres regresen de una misión. Se llama Gabriel.-Nos presenta.-Gabriel, esta es Sophie. Ambos entrenaremos juntos a partir de ahora, vigilados por Eric, Jonathan y por mi.

Ambos nos examinamos detenidamente con la mirada, y después nos estrechamos la mano con una sonrisa. Creo que pensamos parecido el uno del otro.

-Y ahora, me gustaría que nos dejarais a solas a mi esposa, Gabriel, mi sobrina y a mi.

Vaya. Ya sabía yo que no me iba a escaquearse tan fácilmente. Todos van saliendo de la sala, lanzandome puñales con la mirada, hasta que nos quedamos a solas y mi tía cierra la puerta. James nos invita a sentarnos en torno a una de las mesas.

La caja metálica-(Cazadores de sombras) (LCM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora