Casualidad o Magia | Larry Stylinson

18-Eres estúpido Louis

Al salir del baño, se despidió de Zayn que había quedado con unos amigos para ir a las tres escobas y se dirigió de vuelta a la biblioteca donde esperaba que Harry no lo asesinara por estar media hora fuera. Sabía que debía contarle todo lo ocurrido con la carta, además de que esté ya sabía de la existencia de la primera de ellas, donde ya le avisaban que se tendría que casar. Lo malo es que desde que habían empezado su relación, nunca habían sacado nada relacionado con ese tema y temía la reacción que pudiera tener el Gryffindor. Llegó a la Biblioteca y lo encontró exactamente dónde lo había dejado, este al verlo le dedicó una pequeña sonrisa que evolucionó a una mueca de preocupación al ver los ojos hinchados del Slytherin.

-Lou,¿Que ha pasado?- preguntó con cierto tono de preocupación en su voz.

En la cabeza del menor, los pensamientos pasaban a la velocidad de la luz, ¿que podía decirle a Harry?. Sabía que lo mejor era decir la verdad y aunque no supiera cuál sería su reacción, lo mejor para tener una relación sana era ir siempre con la verdad, aunque esta fuera contarle que se tenía que casar con otra persona y que el futuro de su relación estaba más negro que el pelo del profesor Snape. Respiró hondo bajo la atenta mirada de su chico y se preparó para contarle todo lo que su padre le había dicho.

-Nada, es que me he encontrado a Zayn, hemos hablado y nos hemos puesto sentimentales pero ya está no te preocupes, todo arreglado.

Eres estúpido Louis, se dijo a sí mismo.

-¿!De verdad?! No sabes cuánto me alegro de eso Lou.

Harry se levantó y le dio un gran abrazo al pequeño, cosa que hizo que Louis se sintiera mucho peor, miró su mano donde, apretada en un puño, tenía la carta de su padre y aún en los brazos del moreno, soltó unas cuantas lágrimas más deseando que todo aquello fuera solo una pesadilla.

Para el alivio de los alumnos e incluso los profesores, el final de los exámenes por fin había llegado y Harry volvía a respirar con normalidad, no tanto por él como por Louis. Sabía que el chico había estado estudiando como un loco para ese último examen y él mismo había estado acompañandolo hasta altas horas de la noche mientras se aprendía el temario, pero todo ese sueño perdido se compensó a la salida del exámen, cuando el castaño se abalanzó sobre él dando un pequeño beso en sus labios, gesto que ninguno de sus compañeros notaron ya que iban comentando el examen. Se encontraba muy feliz, además de a Louis y a él, a sus amigos también les había salido genial el exámen y para celebrarlo habían decidido quedar todos, tanto Gryffindor como Slytherin, para tomar algo en las tres escobas.

En esos momentos se encontraba sentado en el sofá de su sala común esperando al ojiazul que había tenido que acercarse a dejar unos libros, mientras lo esperaba ojeaba la especie de móvil que les daban en Hogwarts para poder comunicarse entre los alumnos del colegio, para hacerlo con las familias debían hacerlo por carta. Tras el acercamiento de Harry y Louis, sus amigos también habían hecho migas, aunque ellos no sabían el nivel de cercanía que había entre ellos, así que decidieron hacer un grupo todos juntos en Hogwarts Messenger para poder quedar tras los exámenes. En el último momento, las chicas se tuvieron que desbancar del plan por temas de la familia de Gigi y como su mejor amiga, Eleanor se quedó con ella, cosa que a Harry le dió mucha pena ya que tenía muchas ganas de volver a verlas, pero habían prometido verse a la mañana siguiente tras el desayuno. Kendall también había decidido acompañar a las chicas, en los últimos días habían pasado muchisimo tiempo juntas y estaban creando una bonita amistad.

Louis bajó y juntos se dirigieron a la entrada del castillo, donde Zayn, Liam y Niall los esperaban. Caminaron por la fría nieve de diciembre hacia el pueblo hablando de todo y de nada entre risas, haciendo que al pequeño del grupo se le olvidaran los problemas que lo rodeaban durante varias horas. Harry también estaba disfrutando como un niño esa tarde, tras las semanas tan duras que habían pasado le parecía increíble encontrarse allí sentado, riendo y sin preocupaciones, además le alegraba mucho ver lo bien que habían concordado los dos grupos, no todos los días se veía un grupo compuesto por las dos casas que peor se llevaban de la escuela. Por otro lado a Harry le llevaba rondando días la cabeza la idea de hacerle una pequeña sorpresa a Louis, algo que se merecía tras el mes tan duro que había tenido. A la salida del bar, aprovechando que Louis hizo una parada en el baño, Harry contó su idea a sus amigos y los tres quedaron en que al llegar al castillo, harían un grupo aparte con las chicas y sin Louis, para que el ojiverde les contara todo el plan, además como al día siguiente habían vuelto a quedar, esta vez todos juntos, en el momento en el que Louis se fuera podrían dar los últimos toques a la sorpresa.

Zayn escuchaba a su nuevo amigo entusiasmado, no podía evitar que se le escapara una sonrisa al notar el brillo que tenía Harry en los ojos al hablar de Louis, sin duda era lo que su amigo se merecía, que lo quisieran bien y para él no había nadie mejor que aquel Gryffindor despeinado que había revolucionado la vida de su amiga hace básicamente dos meses.

A la vuelta se dedicaron a picar a Louis haciéndole saber que habían estado hablando de él en su ausencia cosa que al pequeño le enfurecía.

-PERO QUERÉIS CONTARME QUE HABEIS DICHO?!?!- decía con un tono divertido en su voz.

-No podemos Louis, son cosas de mayores- lo picaba Liam.

-Eso enano lo sentimos, cuando crezcas te contaremos- lo seguía Zayn.

-Iros los cuatro a la mierda, sobretodo tú- dijo señalando a Harry.

La respuesta de este fue avalanzarse sobre él tirándolo al suelo, amortiguando la caída con la espesa nieve.

-No te enfades pequeño.

Louis consiguió zafarse del chico, no sin antes soltar una pequeña sonrisa al escuchar el mote con el que le había llamado, estaba enfadado sí, pero seguía loco por ese chaval. Al apartarse cogió un puñado de nieve y se la tiró al moreno convirtiendo aquel momento en una auténtica batalla. Sus amigos los miraban con caras de estar viendo una peli romántica, pero en el momento en que una de las bolas tocó el brazo de Niall, solo hizo falta una mirada entre los tres para unirse a sus dos amigos. Jugaron como niños mientras seguían caminando, como el toque de queda del colegio  les pillara la liarian y bien. Se separaron al llegar a las escaleras del castillo y cada uno se fue a su habitación, Harry y Louis seguían riendo y haciéndose bromas en los vacíos pasillos del castillo. Mientras el castaño contaba una historia sobre el gato de su vecina y su hermana, el mayor no pudo evitar quedarse embobado mirándolo fijamente, cosa que Louis notó e hizo que se sonrojara levemente.

-¿Que pasa?- preguntó.

-Que me encanta tu sonrisa.

A mi me encantas tú, pensó Louis, pero finalmente se lo acabó guardando para sí. Subieron hacia la habitación y nada más tocar la almohada, ambos cayeron en un profundo sueño.