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La mañana avanzaba a gran velocidad así como el veneno por el cuerpo de a quien ella consideraba como una madre. La pelirroja solo podía observar a su única familia agonizar

Tessa y Etta inseparables desde el momento que se juntaron, siendo ambas lo que necesitaban, ambas habían pasado por demasiado antes de encontrarse y se juntaron cunado más lo necesitaban, juntas pasaron por otro infierno que ya no se sentía tan pesado.

Ahora Tessa veía su felicidad desaparecer junto con la vida de su amada compañera, su madre, la que la cuidó cuando su familia no lo hizo, la que sin importar su pasado, su sangre la salvó. A Etta le debe la vida.

Ahora debía poner la vida de ella en manos de unos desconocidos.

—Más les vale que no le pase nada. —Murmuró la pelirroja, no controlaba su ira, y sus ojos destellbaban.

—Alguien tiene problemas de ira. —Dijo el más viejo de los hombres, el más indeseable.

  La pelirroja llevó sus garras a la parte trasera del asiento donde estaba Peter Hale, y las clavó atravesándolo y llegando a la piel de Peter quien se quejó. —Alguien quiere morir.

—Ya basta. —Se quejó el rubio de ojos azulados, era quien conducía por toda la cuidad. —Pelirroja si quieres que tu amiga se salve, más te vale controlarte.

—Los voy a matar.

—Alguien se llevará muy bien con Malia. —Murmuró el rubio, ganándose una mirada de Peter.

—También la mataré. —La pelirroja acarició la cabeza pelinegra que tenía sobre su regazo.

«No mueras madre »

                  🐺🐺🐺

  El auto se detuvo frente a un clínica veterinaria, dos humanos  estaban fuera, Tessa se puso en alerta. «Pueden ser cazadores»Miró a los desconocidos. «Malditos me llevaron a una trampa»

—¿Qué esperas para bajarla? —Preguntó el rubio. —Son de confianza.

—Seguro ya murió, una lástima. —Peter se llevó la mano al pecho con fingida emoción.

—¿Dónde está su alfa? —Preguntó la pelirroja sin mover un pelo.

—Somos los porteros, luego vendrán los secretarios y por último él. —Peter abrió la puerta. —Vamos salgan que están manchando mi auto.

  Tessa tuvo que llamarse a la calma, en cualquier momento le arrancaría la cabeza al viejo engreído. El rubio trató de cargar a Etta, pero Tessa lo impidió haciendo ella misma el trabajo.

Ninguno de ellos tocará a su madre.

Los humanos se acercaron, mientras ella los miraba recelosa, uno era de piel morena alto, tenía un raro olor, sin duda el veterinario, aunque estaba confundida algo le decía a la pelirroja que no era un simple humano, su acompañante era una mujer, enfermera, y con una cara demasiado maternal.

Simplemente no confiaba en ellos. No podía dejar a Etta ir con esos extraños así como así, tampoco podía dejara que muriera en sus manos. 

Recordó las palabras de la pelinegra, el día que la salvó. "Mientras estemos vivas, no importa en cuantos líos nos metamos"

  Se la entregó al hombre, luego de besar su cabeza, el y la mujer desaparecieron con Etta dentro de la clínica.

Tessa Woolf nunca ha confiado en desconocidos, de hecho solo confía en Henrietta, y dejar la vida de su más valioso tesoro en manos de alguien que en su vida a a visto es un gran paso para ella.

Tessa volteo a ver a los dos hombres que la trajeron, ambos eran lobos como ella, y ambos eran fuertes pero no la intimidaban ni un poco.

Vio las intensiones en los ojos del más viejo y se colocó en el centro de la puerta. —Ni lo pienses. Aquí no entra nadie.

El  rubio solo la observaba es una chica sexy sin duda, y fuerte, pero había algo más en el algo que lo atrapaba.

—Mira Roja. —El viejo se acercó hasta ella cosa que comenzó a desatar su ira. — Tienes los labios pintados de rojo, vistes de rojo y el cabello rojo, pero estos... —Se señaló los ojos amarillos de la chica. —No son rojos.

—Los tuyos tampoco.

—Pero a diferencia tuya ya lo fueron.

Sacó los colmillos despierto a atacar, pero Tessa fue más rápida, empujándolo y convirtiéndose  en una loba entera, los hombre se quedaron sorprendidos, en especial Peter quien miraba a la loba rojiza aterrorizado.

Tessa había sido mordida, no nació siendo loba pero aún así, tenia la habilidades de alcanzar el máximo potencial de volverse una loba entera. Etta que también podía hacer eso, nunca supo explicarlo... Pero Peter si conocía la explicación.

—Esto tiene que ser una broma. —Murmuró Peter viendo con fijesa al animal.

La loba rojiza no era lo que lo asustaba, si no lo que significaba su presencia junto a Derek. «Esperemos que el tercer lobo no aparezca»

Un auto frenó frente a ellos, bajándose una chica a la que Tessa reconoció al instante, llevaba años sin verla, pero como ignorarla era su prima.

Tessa volvió a su forma humana, justo frente a su prima, Lydia Martin.

A la ojiverde le costó más reconocerla, pero igual lo hizo. No hablaron, no emitieron un sonido, todos miraban la escena en especial el acompañante de Lydia,  Liam Dumbar.

Las chicas se abrazaron. —Tessa. —Susurró la chica. —Pensé... Pensé.

—Shu, calla. —Tessa odiaba a toda su familia, menos a su prima, su prima no tuvo la oportunidad de odiarla, y ahora que la veía acompañada de un hombre lobo, supo que no le daría la espalda. —Luego hablaremos

—Está desnuda. —Murmuraron los jóvenes Theo y Liam, ambos rubios hipnotizados por el cuerpo de la pelirroja.

—Adolescentes pajeros. —Murmuró Peter.

Lydia rápidamente colocó una manta de picnic que traía sobre los hombros de su prima. Mientras ambas reían.

Otro carro se acercó y Tessa volvió a estar alerta. —Tranquila. —Lydia miraba a su prima sin creer que aún vivía. —Es nuestro alfa y el resto de la manada.

—¿Eres loba? —Tessa podía asegura que no olía a mujer loba.

—Banshee. —Ambas se miraron y rieron. —Pasamos de las Princesas de Francia e Inglaterra a mujer loba y Banshee. —Bromeó y volvieron a reír.

Del nuevo auto bajaron varias personas, el alfa lo identificó al instante, bajó de la mano de una mujer coyote. Tessa era demasiado buena identificando especies, una habilidades que pocos poseían. Un humano también bajó, justo en el momento que el corazón de Lydia se aceleró. Un hombre  lobo y alguie que hizo que Tessa volviera a ser un lobo.

Chris Argent, un amigo de su padre.

—¡Tess! —Gritó Lydia cuando la pelirroja comenzó a gruñir.

Tessa odiaba a los cazadores, demasiado, pero al ese más todavía. El fue uno de los que votaron porque ella muriera, siguiendo la ley suprema de los cazadores, si eres mordida tienes que matarte.

—¡Tessa!  —El grito de Etta fue lo único que impidió que la pelirroja en forma de lobo saltara sobre Chris.

Tessa rápidamente volvió a su forma humana y corrió hasta donde estaba su madre adoptiva quien tenía la vista fija en uno de los hombre lobos, el más atractivo, uno que parecía tener su edad, cabello negro y ojos azules como el océano.

Etta ya estaba curada pero aún estaba débil, y verlo luego de tanto años agotó sus últimas fuerzas. Pero no se desmayó antes de pronunciar su nombre. —Derek.

—Etta

Dangerous➳Teen Wolf \ Theo Raeken✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora