✧ Dᴇsᴇᴏ ✧

Deseo

Finalmente había terminado, volvías a casa después de un duro día, el trabajar e ir a la escuela era muy difícil, apenas y tenías tiempo para relajarte.

Abriste la puerta principal de tu casa y entraste, estabas muy cansado para quedarte ahí parado, así que fuiste a tu habitación, y al llegar, te y  favorito, el suelo era blanco, y los muebles de madera combinando con el entorno, no le diste más importancia y cerraste los ojos.

Sentías como tu cuerpo se relajaba, tus músculos dejaban de estar tensos, lentamente te rendiste al sueño, hasta que lo último que recuerda era oscuridad.

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La molesta alarma estaba sonando, la noche había terminado y tenías que volver a retomar tu rutina. Con pesar abriste tus ojos y apagaste el molesto sonido.

Repetiste todo como los últimos años, tomaste una ducha rápida con agua tibia, te pusiste lo primero que encontrase y bajaste al comedor. Sin mirar a la sala tomaste una manzana de la mesa y una botella de agua, tomaste la bufanda colgada cerca de la puerta aún sin colocarla en tu cuello y te preparaste para salir.

Antes de cruzar la puerta diste un vistazo a la sala, donde antes no querías mirar, y ahí estaba, arrumbado en un sofá con una botella en la mano. Quitaste la mirada de él y te dirigiste a paso lento a la escuela.

No prestabas atención al camino, tu mente estaba perdida en miles de pensamientos, sin darte cuenta, llegarse al portón de la escuela.

Se suponía que hoy no debería haber clases, pues estaban en periodo de vacaciones, pero el director pensó que sería una gran idea celebrar ese mismo día y no antes, no querías ir realmente, pero era mejor a quedarse en casa.

Te encontraste con tus amigos, pasaron todo el festejo juntos, comían en los puestos que había, jugaron algún juego y se la pasaron diciendo tonterías, era un ambiente muy agradable para todos, menos para ti.

A pesar de que no la estabas pasando tan mal no podías concentrarte, tu mente se perdía por momentos siendo inconsciente de tu alrededor, y cuando te hablaban y volvías la d que mentías, pero preferían no decirte nada, conocían tu situación y como te ponias en esa época, no era la primera vez que pasaba, así que ellos decidieron dejarte tranquilo y darte tu espacio.

Después de varias horas finalmente terminó la celebración, tú y tus amigos se despidieron de ti en la entrada de la preparatoria, te dieron un fuerte abrazo y muchas palabras de aliento. Volviste a verlos a los ojos mientras repetías "estoy bien".

Separaste tu vista de ellos, no podrías soportar más, ellos seguían sin creerte, pero te dejaron ir, no hicieron nada para detener tu marcha, lo cual agradeciste, no estabas de humor en esos momentos.

A paso tranquilo te dirijas a casa, hoy no había trabajo, por lo que tenías el resto del día libre. En general te aburría ir al trabajo, pero esta vez no hubieras puesto resistencia en ir, preferidas tener algo que hacer en esta noche.

La mirada que mantenias gacha la elevaste para ver con mayor claridad, aunque te arrepentiste de inmediato.

La ciudad estaba llena de color, en todos lados había luces de colores, moños rojos y listones decorando el ambiente. Los locales exhibían juegues de todos los tamaños y ponían sus mejores adornos en los ventanales.

En las esquinas había grupos de gente cantando villancicos, lo hacían de forma alegre, y aunque varios desafinaban, lo hacían con mucho esmero.

Algo muy característico de esa época era la nieve, toda la ciudad estaba cubierta de blanco. Podían verse niños jugando guerras de nieve o haciendo muñecos con nariz de zanahoria.