Capítulo 1

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A tempranas horas de la mañana del 24 de diciembre, se encontraba una castaña con su usual pañoleta roja atada sobre su cabello y un abrigo para combatir el frio que se avecinaba en pueblo Caoba

Bostezando —Es muy temprano...—

La castaña claramente se encontraba con sueño aún, después de todo eran las 7:00 am lo cual para ella era muy temprano...

—¡el sueño no me detendrá!— soltando a Glaceon de su pokebola —Tu seras mi compañera en esta aventura Glaceon—

—¡Gla!— exclamó contento el pokemon

—¡Tenemos que buscar un regalo para el señor rosas!—

—Ahora Glaceon esto será una tarea difícil, el señor arrogante no parece tener ningún gusto en específico así que buscar un regalo para él, es como buscar una aguja en un pajar ¿Lo entiendes? Será una tarea casi imposible—

Glaceon ronroneo su nombre aún con entusiasmo, tal ves el pokemon no escuchó todo lo que su entrenador anunció, por estar distraída con la nieve que caida...pero aun así ayudaría en lo que fuera

—¡Es hora de recorrer las tiendas!—

La coordinadora se encontraba un poco nerviosa con está tarea...seria la primera navidad que pasaría junto a sus rivales y está situación surgió con la noticia de hace tres días, los barcos hacia Hoenn y Kanto estaban fuera de servicio para todo este mes hasta principios de enero, fue un problema con un Wailord salvaje y agresivo lo que hizo que los barcos no salieran y se encontraran con daños

La terrible noticia entristecio a los cuatro coordinadores que se encontraban en Johto y no podrían volver a sus regiones de origen, la idea usar un pokemon para salir...seria demasiado agotador para el propio pokemon sin mencionar riesgoso

Y así sin opciones para salir y volver a casa no tuvieron más de otra que aceptar la dura realidad

Flashback:

—¡Esto es inaudito, simplemente inaudito! ¡Mi pobre família estará sin mí y sin mis galletas!— exclamó dramáticamente el entrenador cacturne

— Será su mejor navidad— dijo el peliverde

—¡Oh cállate señor rosas!—

El peliverde al escuchar ese tan famoso apodo sintió mucha vergüenza combinada con enojo

El peliverde al escuchar ese tan famoso apodo sintió mucha vergüenza combinada con enojo

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—¡Harley! ¡Te dije que sólo yo podía usar ese apodo en su contra!— contestó la castaña

Ahora el peliverde tenía demasiada vergüenza

—Ups se me olvido, perdón cariño, no lo volveré a decirlo, el señor rosas es todo tuyo—

—Ups se me olvido, perdón cariño, no lo volveré a decirlo, el señor rosas es todo tuyo—

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