Su corazón era tan frío como la nieve que caía en señal de la llegada de aquella época que le había dado tanto y a la vez lo había destrozado, su nariz era roja no solo por el frío también la noche de llanto había ayudado a que estuviese de ese color, las aceras estaban llenas de copos de nieve que se unían y formaban una gran capa de hielo duro como la barrera que se había impuesto en su corazón.
Miraba los grandes ventanales de las tiendas por las que pasaba en ellas se observaba los grandes árboles, regalos, los descuentos, etc. Observaba a las parejas sonreír como si el amor que se tenían fuera eterno pero el sabía que no era así, sonrió para si mismo o eso pensaba, soltó una gran carcajada no porque estaba feliz se burlaba de las parejas que se encontraban ahí y de la falsa esperanza que tenían de un amor eterno como de novela.
Aún recordaba era por esa temporada cuando lo conoció hace cuatro años atrás quien le diría que después de tantos años ya no estarían juntos, que el destino los separaría simplemente no lo creería pero ahora sabe que es verdad.
Aún lo ama, aún lo extraña y lo extrañará todo lo que le quede de vida, tal vez se sentiría mejor que lo hubiesen abandonado y cambiado por otra persona, por lo menos sabría que está vivo pero no era así, el había luchado por su vida, por estar junto a el, había luchado por quedarse a su lado pero el cáncer le había ganado la guerra.
Aun perdido en sus recuerdos había llegado a aquel parque donde lo conoció por primera vez, no pudo evitar soltar una risa por aquel recuerdo, la vez que habían chocado porque el estaba apurado y tenía que entregar su nuevo libro pero se había atrasado, recuerda aún el dolor del golpe cuando cayó de rodillas con sus rostros tan cercanos que podían sentir la respiración del otro.
Cuando el como disculpa le había invitado a salir pero aquella salida se convirtió en dos, luego en tres y con el pasar del tiempo era obvio que se gustaban pero ninguno de los dos daba el primer paso, con ayuda de sus amigos Off lo había llevado a ver una película, lo primero que noto al llegar ahí fue que no había nadie a excepción de ellos dos, la película empezó a reproducirse pero en su lugar aparecieron sus fotos, fotos cuando hacía pucheros, berrinche, cuando reía mejor dicho cuando era feliz y no lo sabía.
Las lágrimas comenzaron a brotar el tiempo había pasado muy rápido, miro el cielo y las hermosas estrellas que en el brillaban, noto una estrella fugaz y como si de un niño pequeño se tratase junto sus manos y pidió un deseo uno que anhelaba con todo su corazón, sonrió tal vez ya era tiempo de dejar que el dolor empezará a desaparecer.
Llego a su casa y de inmediato se dirigió a su habitación, observo su cama aquella que le traía tantos recuerdos, momentos de reconciliación, las lágrimas que había derramado, su primera vez y muchas más, que podría ser más doloroso que eso, observar lo que alguna vez compartió con alguien que ya no volvería más, aquel del cual extrañaba su cuerpo, su calor pero que no volvería porque se había marchado dejando una profunda herida en el.
Dejo que el cansancio de las noches de llanto se apoderara de él y cayo rendido ante el sueño. Cuando despertó le dolía mucho la espalda, intento estirar sus piernas pero no pudo ya que de inmediato choco con algo, sintió como alguien sostenía su mano, lentamente observo el lugar el cual tenía sus paredes de color blanco, donde estaba y que hacia ahí, dirigió su vista hacia la persona que estaba en aquella camilla y su corazón empezó a latir de manera desenfrenada, ¿Acaso estaba viendo mal? ¿Era aquello una ilusión o su mente estaba jugando con él?, acerco su mano lentamente y acaricio su rostro de manera delicada, trazo sus labios con sus dedos, se detuvo cuando escucho su voz.
-Te gusta mi rostro ¿verdad?.- abrió sus ojos y como todas las mañanas desde que fue ingresado al hospital ahí estaba la persona por la que luchaba y había ganado la guerra contra el cáncer.
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Mi deseo de Navidad (One shot)
FanfictionUn simple deseo puede cambiar el transcurso de la historia. OffGun