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"No importa lo que las personas piensen de ti, sólo la opinión que tienes de ti mismo cuenta"

Pero
Y si tu opinión es aún peor¿
Puedes sólo ignorarla¿
Aún cuando tus pensamientos pasan como ráfagas de viento por tu mente y desembocan en tu autoestima.
Cuando piensas en todas las posibilidades que tienen las cosas de salir mal, cuando intentas buscar una razón por la cual te pasó algo lindo como si no hubiera cabida para esas cosas en ti.

• Cuando utilizabas un suéter para subir tu falda y que se viera más corta, no por el hecho tan banal de que algún chico te viera, no por sentirte bien contigo misma si no para que el comentario de tu "amiga" cambiara de un " por qué siempre llevas el mismo peinado? No te queda bien" " pareces una monja" por " vaya, primera vez que te veo con una falda normal" "hasta que por fin"

Tenías miedo de caerte, lo entiendo. Pensabas que todos se burlarian de ti, no debes sentirte mal por ello.
te juzgarian, eso pensabas.
más sin embargo no podías dejar de sacar buenas notas, que pensaría tu madre¿ tu maestra¿
te juzgarian, no podías permitirlo. Te entiendo.

Siempre te habían dicho que tu peso no era el ideal pero no pudiste evitar sentir emoción cuando dictaban a toda la clase las niñas con un buen peso y te nombraron, pero tu alegría pasó a segundo plano cuando descubriste que sólo empezaban la lista de los que no lo tenían, todos lo sabían, no era un secreto. Te sentiste tonta al esperar otra resultado que no fuera ese, pero está bien; nadie lo notó.

Ser sociable no era tu fuerte pero aún así debías saludar a tu familia paterna, de la cual no sabías existencia hasta minutos atrás, debías fingir gracia cuando decían que estabas gorda entre comentarios "graciosos" e indirectos.
Tus dolores de cabeza eran constantes pero no tenías el valor de molestar a otras personas, con trabajo le decías a tu madre pero ella no estaba cerca, sólo esperabas a que el dolor explotara para pedir alguna pastilla entre sollozos que también se debían a querer estar en casa con mamá pero tenías que visitar a papá, aunque casi no lo veías.

• Cuando tu amiga te dio el número de un chico, tenías 14 era hora de que te relacionaras con ellos, tu prima te insistió, vio tu cara y dijo: oh ! Estás nerviosa - con aires de ternura.
Claro que estabas nerviosa Pero no por que te gustara el chico, ni siquiera sabías su existencia, estabas asustada de que se tratara de una broma, de el chico tal vez¿

De tu amiga, queriendo sólo jugar sin malas intenciones¿
Tenías que actuar normal, las indirectas "sexuales" para bromear y entrar en confianza eran casuales entre conversaciones de adolescentes pero tu no parabas de pensar en que no querías hablar con el, cuando al ver tu foto dijo que eras muy linda no hiciste nada más que sentirte peor y desconfiar, el mentía no¿
Fingir aburrimiento y desinterés para dejar de hablar con el te resultó más fácil que ahogarte entre inseguridades.

• Cuando un chico te dijo que le gustabas, te resultaba imposible actuar de otra forma que no fuera rechazo, aún cuando el te gustara.

Sus amigas se burlaban indirectamente, él estaba interesado antes en un chica de su mismo grupo y ahora de ti, inseguridades se dispararon por toda tu anatomía, curiosamente te habían comentado que te parecías a esa chica.
Por eso le gustabas¿
Él te mostraba mucho interés y tu te negabas a aceptarlo.
Al final vivían en distintos lugares que ganabas con aceptarlo si te irías luego¿
quería saber más de ti pero tu te negabas a darle información relevante, el chico se cansó y no te habló más.




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⏰ Última actualización: Dec 25, 2020 ⏰

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