Capítulo 4

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Klaus: ¿Por qué fuiste tan amable? -dice saliendo de la mansión.

-Ya estoy cansada de las doppelgangers, si te ayudo a conseguir lo que quieres por fín dejaras ese tema.

Klaus: ¿En serio le darás ese hechizo a esa chica?

-Lo haré, así ella vive y tu rompes tu maldición.

Klaus: Al parecer se está ablandando tu corazón.

-Creo que hasta Elijah está cansado de este tema también.

Klaus: Ya verán que crearé el linaje más poderoso.

-¿Puedes manejar un poco más rápido? Tengo hambre.

Klaus: ¿Hambre de comida o de sangre?

-De ambas.

Klaus: Mañana vendré contigo a traer el hechizo.

-Da igual, siempre haces lo que quieres. -luego de unos 15 minutos más de camino llegamos por fín a casa.

Klaus: Dulce hogar. -dice abriendo la puerta de esta.

Elijah: Los estaba esperando. -dice viéndonos desde la sala de estar.

Klaus: ¿Haz conseguido algo?

Elijah: Aquí está la piedra, solo te falta el vampiro, la bruja y el hombre lobo. -dice sacando de su bolsillo una piedra y entregándosela a Klaus.

Klaus: El resto es pan comido.

-¿podemos cenar algo? Muero de hambre

Elijah: Por cierto, ya están preparando la cena.

-¿Rose esta aquí? -ella era la cocinera de ya bastante edad y siempre que estaba me hacía muy feliz. Ella era humana y sabía lo que éramos nosotros pero no le importaba.

Elijah: Si, está en la cocina.

-Okay, adiós. -dije y me fui directo hacia la cocina.

-Hola Rose. -dije sentandome frente a ella viendo todo lo que hacía en la cocina.

Rose: Hola cariño ¿Como has estado?

-Lo mismo de siempre, Niklaus con su tonta idea de su maldición, Elijah limpiando sus desastre y yo a la par de ellos dos.

Rose: Pero los amas y te diviertes que es lo importante.

-Si. -dije yendo a la nevera y sacando una bolsa de sangre y regresaba nuevamente a sentarme.

Klaus: Que gusto verte Rose. -dice entrando a la cocina junto a Elijah.

Rose: El gusto es mío cariño. -Rose nos dió de cenar, hablamos un rato con ella y luego Elijah, Klaus y yo hablamos sobre la maldición de Niklaus y lo que faltaba por hacer, terminamos de charlar y cada uno volvió a su habitación, entre en la mía, me puse mi pijama y me acosté, traté de dormir pero no podía, pensaba en tantas cosas.
Escuché el sonido de mi puerta abrirse y Niklaus se dejó ver en la entrada.

-¿No puedes dormir? -lo conocía más que a mi misma, sabía que no podía dormir.

Klaus: No, por lo que veo tu tampoco.

-Ven. -dije abriéndole paso a que se acostara en mi cama, el se acercó y se acostó junto a mi.

Klaus: ¿Cuál es la causa de tu insomnio?

-No lo sé, creo que mi sueño decidió irse está noche y si no me equivoco tú no puedes dormir pensando en que por fín vas a obtener lo que quieres.

Klaus: Si todo sale bien, lo obtendré.

-Yo solo quiero que traigas a los chicos de vuelta.

Klaus: Los traeré, solo dame tiempo.

-¿Tu no notas a Elijah algo extraño?

Klaus: Pensé que eran ideas mías.

-Creo que quiere recuperar la familia nuevamente.

Klaus: Los traeré de vuelta apenas todo esto pasé.

-Solo te pido que no enloquezcas cuando eso suceda.

Desde El Principio De Los Tiempos - Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora