Mistletoe

Dos días antes de Navidad

Rubius

Los besos de Samuel me despiertan de un profundo sueño. Respondo con una sonrisa giro hasta el y devuelvo el beso.

—Buenos días amor—dice entre besos

—Buenos días bebé—quien no quisiera despertar así.

—Vamos levántate que tenemos que tener los preparativos de la cena que daremos—dice Samuel mientras me da un par de palmadas en pierna.

—Mmmmm—me quejo en broma—Cinco minutos más.

—Ni cinco ni uno, vamos cariño levántate—dice en tono de advertencia "cómico" mientras se levanta de la cama.

—Vale bebé, me daré una ducha rápida y estaré listo en veinte minutos—respondo condescendiente.

Aunque Samuel sea un mandón yo lo amo muchísimo y se que quiero pasar el resto de mi vida con el, estoy nervioso desde que compre el anillo y como el es tan ordenado he tenido que ocultarlo lo suficientemente bien para que no lo encuentre. Ya casi no puedo dormir por no dejar de pensar en si me aceptará o no.

Termino de ducharme, voy hasta el armario, cojo una camiseta y un pantalón, me visto y bajo con el, quien por lo que veo ya está impaciente por ir de compras.

—No me tarde tanto—digo excusándome y acercándome a él para abrazarlo para que no se enfade conmigo.

Ambos salimos de casa y subimos a su coche. Si no fuera porque el es un loco de la perfección yo compraría una pizza y esa sería la cena pero el quiere que todo sea perfecta y compra varias cosas para la cena. Entramos a una tienda de ropa después de dejar un par de cosas en el coche.

—Quiero comprarle un suéter a Willy y a Fargan no se que podríamos comprarle —dice mientras busca entre los percheros.

—Bebé no te agobies, Fargan no es complicado, podríamos comprarle algún pantalón o que tal zapatos o ya se que tal una jaula para la rata!!—digo y empezamos a reírnos.

Me encanta que ahora los regalos o cualquier cosa que hagamos es de parte de ambos y no de cada uno.

—Y... no quieres pillarme algo a mi?—pregunta, si supiera que ya tengo su regalo.

—No es necesario, ya te he visto algo—respondo.

—Si quieres podríamos ver algo y en navidad me hago el sorprendido —acaso duda de mis capacidades para comprar obsequios, bueno no lo culpo desde que una vez le compre unos zapatos que no le gustaron nada y terminé usándolos yo.

—Te prometo que este regalo si te va a gustar—digo nervioso

—Así como me gustó esa camiseta larga de Eminem, eso fue un autoregalo—me recuerda

—Samuel no insistas ya tengo tu regalo —respondo un poco molesto.

—Vale, vale ni te enojes. Seguramente esta vez si me gustará—responde indiferente.

Este hombre es el colmo pero así lo amo con toda mi vida.

•🐺🐻•
Es un cuento corto que espero que lo disfruten.

Un abrazo bebés ♥️