La navidad llega y con ella los regalos, ven y descubre en este libro algunos Oneshots preparados para mis queridos lectores.
-Katsudeku
-Trama chico x chico
IMPORTANTE
-Los personajes pertenecen al manga Boku no hero academia del mangaka Kohei Hori...
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La luna brilla inmensa en cielo nocturno, junto con pequeñas estrellas que destellantes bailaban con las negras nubes sobre el manso lago que reflejaba tal majestuosa escena.
Él estaba allí de nuevo, de pie frente a las aguas que se teñían del blanco color lunar, mirando fijamente la distancia, esperando la llegada de ese magnífico ser que cada noche cautivaba sus sentidos.
La espera era agonizante y el tiempo parecía detenerse, pero aquella tortura valió la pena cuando la neblina se hiso presente y una sombra con forma humana apareció sobre aquel lago que era el único espectador de sus encuentros.
Nunca supo diferenciar de que tono era su piel o las delicadas facciones que tenía, pero aquellas esmeraldas que brillaban radiantes en las cuencas de sus ojos, lo hacían saber que ya se encontraba perdidamente enamorado.
No hablaban, simplemente conectaban sus miradas que mostraban ese ardiente deseo de acercarse y fundirse en los brazos del otro, y esa extraña sensación de melancolía que invadía su pecho al recordar sucesos que ahora eran demasiado distantes para poder verlos con claridad.
La luna veía triste aquel sufrimiento de esas dos almas, que ansiosas buscaban encontrarse, pero poco podía hacer ella por ambas, así que lentamente fue alejándose del lugar dando pase aquel majestuoso astro cuyos rayos marcaban el fin de aquel encuentro.
—Te encontraré— los ojos rubíes miraban con melancolía aquellas esmeraldas que cada noche cautivaban su corazón, se lamentaba por no poder acercarse, por no poder decirle todo lo que sentía en los encuentros nocturnos que tenían, pero una sonrisa se dibujó en su rostro, asegurando esa promesa que no planeaba romper, encontrar a su amado omega.
—Te esperaré— el ultimo rayo de sol cayó sobre el lago que tantas noches presencio aquel encuentro, y aquellas dos palabras suaves invadieron aquella atmosfera tranquila que los acompañaba.
El chico de ojos rubí sonrió tristemente, sabiendo que ya había llegado la despedida, pues aquel hilo rojo que era lo único que los conectaba, al fin se hiso presente ante sus pupilas, y agradeciendo internamente aquellas dos palabras que siempre le daban fuerzas, se dejó invadir por los cálidos rayos del amanecer, conservando ese sentimiento exquisito de volver a ver a su amado omega.
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