BLACK MAGIC, harry potter

Kapittel fem

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"GARRAS DE HIPOGRIFO"

—PROFESOR LUPIN, VOY A LLEVARLA a que se relaje—avisó Levi al profesor nada más acunar a su hermana en el suelo.

Lupin asintió con culpabilidad y dejó que se la llevara. Levi alzó a su hermana en brazos, llevándola fuera de la clase. Afortunadamente, no había nadie en los pasillos.

Suspiró cuando Dominik no dio indicios de dejar de llorar o moverse por fin. 

Decidió llevarla al Bosque Prohibido, un lugar que sabía que la relajaría; al menos, en forma animal. Bueno, y a él también.

Había sufrido mucho por un instante. El boggart se transformó en su mayor temor: perder a su familia y a su compañero. No soportaría que eso pasara de verdad: agonizaría toda su vida hasta que decidiera quitársela por no soportar el dolor. Afortunadamente, lo suyo no había pasado y se aseguraría de que no pasara nunca. Jamás.

Por otro lado, su hermana...

Karkarov era un hijo de perra. No había otras palabras para describirlo. Bueno, sí; como cabrón, asqueroso, un bastardo mal nacido ... Y la lista seguía. No lo perdonaría jamás, es decir, ¿por qué perdonar a un imbécil que usó la maldición Imperius en su hermana para realizar conjuros y pociones oscuras, y después obligarla a usarla en animales e incluso en seres humanos? Era para meterlo en Azkaban y que se pudriera allí.

Recordaba las noches en vela que pasaba para poder arrullar a su hermana, que despertaba asustada por culpa de las pesadillas: familias echándole la culpa de haber matado a sus hijos, los fantasmas de esos chicos llorando y gritando, ella echándose la culpa de todo. Lloró con ella en su momento, por no poder haberlo evitado. Se había sentido el peor hermano del mundo.

Es por eso que a veces no duerme, ocupada mirando a las estrellas y perdida en sus más remotos pensamientos que no podrían ser leídos ni por legeremancia.

Llegaron a las lindes del bosque, donde dejó a su hermana en el suelo. Ella lo miró como si no lo conociera. Le pasaba mucho: sufría un ataque y olvidaba todo excepto que era mitad animal y mitad humana.

No recordaba ni su propio nombre.

—Hola, Dominik Raylla O'Higgins—empezó a decir, como siempre hacía, con el tinte de voz más suave que pudo adoptar. Ella lo miró inexpresiva—. Soy Levi, tu hermano gemelo. Has sufrido una crisis y estoy aquí para ayudarte. Me harías un gran favor si te transformaras en hiena, por favor.

—Y si no quiero, ¿qué?—respondía siempre ella, llevándole la contraria.

Al principio le hacía gracia; muchas veces después solo le daban ganas de darle una abofeteada y que recordara todo de una sola vez.

Obviamente, no iba a hacer lo segundo.

—Haz lo que quieras, solo intentaba ayudar. Tú sabrás lo que haces—replicó, haciendo uso del típico chantaje emocional que siempre hacía efecto en ella.

Detestaba usarlo porque la chica sufría mucho, pero era la única manera de que le hiciera caso.

La cara de Dominik cambió a una de tristeza, y rápidamente transformando su cuerpo al de una hiena. Sus huesos crujieron dolorosamente fuerte (aunque a ella no le hacía ni cosquillas), y su cuerpo se llenó de pelo manchado y pardo. Sus ojos oscuros, muy diferentes a sus ojos humanos, le devolvieron la mirada.