Grandchester, la rebelde Lady. (Candy Candy fem Terry)

Una alumna envejecida

Candy estaba escribiendo una carta para la señorita Pony y la hermana María intentando sonar feliz y calmada cómo si las cosas le estuvieran llendo de maravilla.

Lastima que estaba realmente alejada de ello. Hoy había tenido clase de pintura y el resultado había sido lo siguiente de fatal. Era la única clase que le parecía fácil y por eso se había inscrito en ella, el resultado había sido un caos de pintura por todo el lienzo sin ninguna forma. Calificado de bonito pero sin sentido.

Y mañana tendría música.

Definitivamente, un mal fin de semana.

Eliza aprovechará para burlarse de ella, las otras chicas tendrán motivos para no hablarle, no ha visto a sus primos más que en los minutos después de misa.

- Olvida eso Candy - se dijo la niña pecosa - concéntrate en decir que estás bien...

De pronto escucho un ruido como si un cristal se hubiera roto, luego otro sonido seguido del grito de la hermana.

Los pasos de chicas corriendo se dejaron escuchar y Candy salió preocupada. Pregunto varias veces que pasaba pero no obtuvo respuesta hasta que llegó a las escaleras.

-... Mírame Terry, ¿Estuviste bebiendo?

- ¿Por qué?,¿Quiere que le convide hermana?

La rubia se quedó atónita ante la escena, esa chica otra vez, con un nuevo problema y siendo una descarada.

Los murmullos de las chicas se dejaron escuchar. Las expresiones iban desde repudio, asco, coraje, odio y miedo.

Miedo. Bastante de ello.

La cara de Eliza era analítica como cuando tiene un nuevo plan en mente, pero esta vez con el doble de coraje que tenía para los de Candy.

La pelirroja no podía creer que una vulgar borracha fuese también la única que podía darse el lujo de humillarla.

Ella no toleraba no estar en la cima. Terry estaba sobre ella, y no era presisamente una dama de respeto sino todo lo contrario, cualquiera diría que se crio en el mismo rancho que Candy. No era una chica que tolerará sobre ella.

- "Esa infeliz" - pensaba la chica -" yo me esfuerzo día tras día para demostrar que mi presencia en este colegio es digna y esa callejera es a quien los chicos llaman "Lady" llega a tirar todo lo que construyó - sus brazos estaban cruzados, su seño fruncido más molesto que de costumbre - "solo por qué nació en una familia noble no tiene que hacer nada. ¡Es como si Candy resultará hija legítima de los Andley!, ¡Qué pesadilla!

Sus compañeras ignorantes a su modo de pensar no le dirigieron la palabra pero las mirada de su séquito eran para confirmar que no estaba feliz con la escena.

- ¡Descarada!

- Le gusta escandalizar a la gente

Eliza torció una media sonrisa -"bien. Entonces seremos enemigas" - pensó - No se como este respetable colegio permite a una alumna así - cruzo miradas con ellas por un segundo y le dió una sonrisa de autosuficiencia. No esperaba que se la devolviera y más aún se riera de ella.

¿La estaba retando?

- ¡Terry, vete a tu cuarto! - regaño la hermana cortando la guerra telepática de las chicas, con un aire de grandeza demasiado natural se dirigió a la escalera y la subió con demasiada soberbia para el gusto de Eliza

- Ya lo sé hermana ... - Dió un par de saltos por la escalera riendo y las chicas se movieron para no estorbar su paso cuando llegó a dónde estaban ellas, la pelirroja la vio como un bicho molesto - Y no se preocupe por nada, mi papá pagará el vidrio que rompí - ja, ¿su padre?. Decían que era un Duque. Tal vez el hombre decida sacarla del colegio o por lo menos darle un buen regaño