◌ᴘᴀʀᴛɴᴇʀꜱ ɪɴ ᴄʀɪᴍᴇ◌

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El video tomado de las cámaras de seguridad revelaba a lujo de detalles el robo de aquella tarde. La bóveda se encontraba vacía, los dueños sostenían sus cabezas y liberaban improperios en modo de susurros lamentando su gran pérdida monetaria mientras la fuerza policial tomaba toda la evidencia posible del delito, aunque ya no había nada que hacer. Los culpables lograron huir nuevamente con el dinero.

Todo Japón era conocedor de esa pareja criminal. Los "Bonnie y Clyde" del siglo XXI. Una pareja de amor rebelde, la cual vivía su vida de fuga huyendo crimen tras crimen. Ambos eran conocidos por todo el país debido a su efectividad, precisión y temeraria forma de perpetrar los robos. Nada más entrar a un lugar atemorizaban a todo aquel que este ahí; con sus armas en mano, rostros descubiertos y sin temor alguno, a nada ni nadie.

La pantalla que mostraba a un oficial hablando sobre el robo fue apagada en ese instante.

El joven rubio levanto su cabeza para observar a su pareja, la cual le había quitado su medio de entretención mientras yacían recostados en la cama. Intento arrebatarle el control remoto para poder encender nuevamente la televisión, pero el varón de oscura cabellera no se lo permitió.

— ¡Sasuke! Estaba viendo —le reprocho inflando una mejilla. Él quería escuchar lo que decía el oficial, las cosas que aseguraba que se debían hacer para capturarlos a ellos.

— No.

El azabache se levantó de la cama para quedar sentado en la orilla y le dio la espalda al rubio. Los ojos azules delinearon el dorso descubierto frente a él, la piel blanca contenía suaves rasguños que resaltaban en rojo debido a la palidez.

— Oye — el blondo gateo hasta este y rodeo el cuerpo ajeno con sus brazos— Nunca nos atraparan —aseguro depositando un cálido beso en la nuca de su amado.

Naruto conocía a Sasuke. Sabía lo frio y cruel que podía ser con otros, también lo audaz e imponente que era durante los robos, pero a pesar de esto vivía con el miedo constante de ser atrapados. Porque si los atrapaban significaba su fin, serian separados y ellos habían jurado que la muerte sería la única capaz de hacer eso. Después de todo, ninguno quería ni podía vivir sin el otro.

— Nunca nos atraparan —repitió el azabache, girando su cuerpo para sostener el rostro del rubio— Al menos no con vida —Decreto, recostándose en la cama, llevando consigo a Naruto quien quedo sobre él.

Sasuke rodeo el cuerpo de su pareja de forma posesiva y cerro sus ojos. A diferencia del suyo, el cuerpo del rubio era más delgado, con menos masa muscular y bajo de estatura, pero esto le daba agilidad y velocidad al momento de los robos y huidas; además de que solían confiarse al subestimarlo, lo cual le daba clara ventaja en combate cuerpo a cuerpo.

Sasuke abrió sus ojos al sentir suaves toques subir por su cuello hasta alcanzar su oreja. El rubio se encargó de repartir besos y al llegar a un costado del cuello sostuvo con sus labios el lóbulo de la oreja del azabache para ejercer presión.

— ¿Estas intentando provocarme?

— Puede ser.

Las manos del azabache se posicionaron en los hombros del rubio y en un movimiento invirtió los papeles colocando la espalda de Naruto sobre la cama para quedar sobre él.

Se quedaron así por un tiempo hasta que el rubio enfoco su mirada en los labios de Sasuke. Los deseos de probar aquella boca no se hicieron esperar por lo que inclino su cabeza hacia arriba para capturar aquellos labios. El azabache no se hizo de rogar y se inclinó para facilitarle la acción a su amado. Las bocas se juntaron dando inicio al beso. Los labios de Sasuke sabían a cigarro y menta, mientras que los de Naruto tenían un leve sabor a sandia debido al chicle que había masticado hasta hace poco.

❝Partners In Crime❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora