Dedicado a: @three_six_five ¡Feliz cumpleaños!❝El músico callejero❞
Mark salió de las oficinas de su trabajo con las manos metidas en su chaqueta intentando buscar algo de calor. Era una noche fría de las últimas semanas de invierno, 14 de febrero rezaba su calendario sobre el escritorio de su lugar de trabajo, junto a la computadora repleta de notas adhesivas recordando las tareas más importantes del día y a cinco centímetros de su agenda gris. Podrá parecer una exageración, y quizás detalles de más, pero para Mark no era así: él era un maniático del orden.
A diferencia de su país natal, San Valentín no era una fecha muy celebrada en Corea del Sur, sin embargo, no era excusa para no regalarse chocolates o tener citas románticas. Desde muy temprano, en la oficina había gran despiste entre los empleados. Los que no estaban pendientes a su celular mensajeándose con sus parejas, estaban escondidos en los cuartos de limpieza metiéndose la lengua hasta el fondo de la garganta. Luego estaba una pequeña porción en la misma situación que el americano: solo y triste.
Mark no había tenido una pareja desde que abandonó Los Ángeles cinco años atrás porque ni siquiera se daba la oportunidad de tener citas. Se había hecho una promesa muy firme antes de aceptar la jugosa oferta de trabajo en aquella compañía de tecnología. Iré a Corea a trabajar, se había dicho, iré a trabajar, a aprender tanto como pueda y luego volveré a Los Ángeles a trabajar en Silicon Valley.
Él era muy estricto con las promesas que hacía, por eso no las soltaba con facilidad. Mark planteaba un objetivo y caminaba hacia él sin intenciones de aflojar. Sin embargo, debía reconocer algo... Le hacía falta afecto.
No aquel afecto que encuentras en la familia o con los amigos. Por fortuna, Mark era un hombre amado por su familia y popular entre sus amigos. Más bien, sentía necesidad de la clase de afecto en que consigues en las noches heladas, el calor de ser abrazado al dormir y un dulce beso de buenos días. La clase de afecto que te daba esperanza.
Mark apartó los pensamientos dando golpes leves en sus mejillas para hacerse despertar. No es momento de estar haciéndose ilusiones, pensaba el meticuloso americano. No tengo tiempo para enamorarme, mi carrera va en buen camino, lo último que necesito es enamorarme... Es mucha distracción.
Caminó con las manos en los bolsillos de su gran abrigo por las calles de la capital haciendo un mapa mental en su cabeza sobre todo lo que debía hacer apenas llegara a su apartamento y la listas de cosas que haría al día siguiente cuando de repente la suave música de una guitarra captó su atención.
El americano frenó de golpe buscando el origen de la música, él no era de las personas que acostumbraban a detenerse en medio de la calle para disfrutar de los artistas callejeros, pero había algo en aquella melodía que llamaba su atención. Frunció el ceño y dejó que su oído le guiara hasta al guitarrista.
Se encontró con un hombre alto que tocaba los acordes de la guitarra acústica en medio de la calle. Mark notó que no era el único que sintió atracción por las notas suaves, pues a alrededor del artista se había formado un pequeño semi-círculo, y más de uno había sacado su teléfono celular para grabarlo.
Su voz era melodiosa, dulce, pero rasposa. Mark parpadeó un par de veces sorprendido por el tono tan hermoso, cerró sus ojos unos segundos para dejarse llevar por la música, algo sumamente inusual en el joven de cabellos castaños. Abrió los ojos porque sintió un leve frío aterrizar en su nariz y luego convertirse en un líquido. Había comenzado a nevar y copos de nieve inundaron su campo de visión.
Al artista callejero no pareció importarle, porque continuó cantando con una sonrisa en los labios y una paz que inundó el cuerpo del americano.
Tiene una voz muy preciosa, muy delicada, aún así es muy masculina. Pensó Mark, curioso por la identidad de aquel hombre, preguntándose también porque alguien con tanto talento estaba tocando en la calle en vez de en un teatro.
Le agradó lo suficiente como para quedarse hasta el final de la canción, aunque estaba molido del trabajo y deseaba dormir. Le agradó tanto que se sorprendió a sí mismo sacando su billetera para dejar un par de billetes en el estuche de la guitarra cuando él nunca le había dado propinas a un artista de las calles.
—Gracias. —Agradeció el cantante a Mark quien había sido el único en dejar algo de dinero.
—No es nada. —Dijo él, dispuesto a marcharse y continuar con su vida.
—No hablo por la propina. —Explicó el artista. —Has sido el único que disfrutó la música realmente. Cerraste tus ojos y me escuchaste. —Contó el joven con una sonrisa. —No sacaste tu celular para grabarme ni murmuraste lo que piensas de mi voz o mi música, solo cerraste los ojos y disfrutaste.
Mark permaneció en silencio sin saber que decir realmente. —Te deseo buena noche.
—¡Mi nombre es Jaebeom! —Gritó con euforia. —Si te gusta mi música, búscame como deafsoul.
—¿Alma sorda? —Se preguntó Mark. —Es un nombre curioso.
—La música habla y escucha por mí, yo soy solo el instrumento. —Mark vio como el joven giraba el rostro un poco y apartaba sus cabellos largos para mostrarle el aparato auditivo detrás de su oreja.
—Impresionante. —Pensó Mark, y entonces habló: buscaré tu música, deafsoul. —Mark se dio la vuelta, dispuesto a marcharse y dar por olvidado el encuentro, pero el cantante no estaba conforme con eso.
—¡Espera! —Gritó, provocando que el ingeniero se girase con el ceño fruncido. —No me has dicho tu nombre.
El americano sonrió. —Mark. —Contestó. —Me llamo Mark.
—Mark. —Susurró él. —Espero volver a escuchar de ti, Mark.
♥
¡Hola! Espero que disfruten esta mini historia que es un especial de San Valentín/Especial cumpleaños de la Ale jaja ♥
En un ratito les subo el siguiente capítulo.
En realidad es un one shot, pero decidí dividirlo, así que los capítulos no serán tan largos. Espero que aún así lo disfruten.
Lo subo en una hora, debo terminar de editarlo jiji.

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Quererte ; markbeom
Short StoryMark Tuan es un hombre pragmático que tiene miedo a expresar lo que siente. Lim Jaebeom es un músico que relata sus sentimientos en bellas canciones. Mark ama a Jaebeom, pero es incapaz de decirlo. Jaebeom ama a Mark, y no tiene miedo de decirlo. �...