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Era hermoso. Aquel vestido delicado con encajes y volantes.

Un maniquí femenino lo exhibía, mechones castaños caían con gracia sobre los estrechos hombros. No pude reprimir mi deseo de apartarlos, obteniendo una mejor vista. Mi corazón latía con fuerza dentro de mi pecho cuando enrede la tela entre mis dedos, suave y delicado.

Podía verme envuelto en ese vestido con un saco sobre mis hombros para disimular la anchura, un poco de maquillaje y una peluca, visitar distintos bares y flirtear con distintos chicos que aletearían sus pestañas en mi dirección. Pequeñas mariposas crecieron en el interior de mi estómago.

Pero no tenia el valor de acercarme y preguntar sobre el vestido, sabia que ellas se enterarían. Deje caer la mano.

- ¿Lo quiere para su novia? - dijo una chica, se acercaba lentamente con una sonrisa- tenemos distintos modelos y colores, podemos enseñárselo.

-No, gracias- grazne alejándome de la chica-

No le di oportunidad de responder.

Su mirada seguía clavada en mi espalda cuando salí de la tienda. Uniéndome al mar de gente que transcurría por la avenida principal de la cuida, encerrados en su propio mundo, era uno mas de ellos envuelto en este traje gris ajustado.

Estaba a salvo entre desconocidos.

Viendo el reloj alrededor de mi muñeca, si no me apresuraba llegaría diez minutos tarde, pero esa no era mi mayor preocupación, era un día hermoso y los disfrutaría.

-<

Cuando llegue a las oficinas, todo estaba como el día anterior.

Hombres en trajes ataviados con carpetas y papeles, corriendo de un lado a otro. No lo vi por ningún lado, la tensión abandono mi cuerpo, deslizándome con naturalidad entre aquellas personas hasta llegar a mi puesto.

Youngjae estaba tenso en su lugar, casi parecía aliviado al verme llegar. Ambos nos saludamos con un suave asentimiento, no nos conocíamos mas haya de este lugar, pero era un tipo agradable.

Uno de los pocos.

De pronto todo se detuvo, sabia que él estaba cerca. Deslicé el maletín debajo de la mesa, Youngjae coloco un par de papeles sobre mi escritorio, solo tenia que simular que estaba metido en algo importante.

Fácil.

Apareció rodeado por un sequito de personas que le hablan de algo que no era capaz de entender, pero él no parecía atenderlo, nunca lo parecía, siempre con la barbilla apuntando hacia el frente, hombros rectos y paso decidido. Estaba especialmente guapo, enfundado en ese traje negro a medida, aunque tenía demasiado gel en el cabello.

Pude escuchar un suave suspiro y una suave risilla. Eso provocaba su presencia, te arrancaba el aliento, deseabas seguir viéndolo un poco más.

Toda esa magia se rompía cuando abría la boca.

Camino en completo silencio hasta llegar a su oficina privada y todo el bullicio se reanudó cuando él despareció

- ¿Dónde estabas? – pregunto youngjae, se inclinó ligeramente hacia mí. Tomando de vuelta sus papeles.

-Solo vine por el camino largo, es un día hermoso y quería disfrutarlo-

No era una mentira, pero tampoco la verdad.

-Estas loco- susurro con una sonrisa pícara- ¿Iras a la reunión que está organizando la empresa? - pregunto mordiéndose el labio inferior. Youngjae tenía esa terrible manía cuando estaba nerviosos o ansioso.

-No lo creo, ir a una fiesta para ver los mismos rostros que veo todos los días no suena muy atractivo- respondí, tomando su barbilla entre mis dedos, logrando que soltara su labio- ¿Tú iras? –

-Si – respondí Youngaje, su rostro enrojeció- alguien me invito a ir con él-

- ¿Puedo adivinar quien es ese sujeto o tú me lo dirás? –

-Yugyeom- susurro Youngjae, se hundió en su asiento.

Sabía de su enamoramiento hacia ese chico había durado semanas incluso meses, pero jamás se atrevió a hablar con él, siempre huía cuando el chico se acercaba o simplemente se quedaba completamente en silencio cuando yo intercambiaba un par de palabras con él.

Estaba curioso.

- ¿Cómo? -

-Bueno- susurro Youngjae, paso su lengua por encima de sus labios- estaba en el baño cuando ...

-Oh-

-No, no es lo que estas pensando-

- ¿En que estoy pensando, Youngjae? - dije con una sonrisa, era tan fácil molestarlo-

-Eres imposible- chillo cruzando los brazos sobre su pecho, parecía frustrado-

-Dime-

Youngjae dudo por unos segundos.

-Cuando estaba en el baño- dijo – Yugyeom se acercó, hablamos un poco o él hablo y yo solo asentía, no lo recuerdo muy bien- jugueteaba con el borde de unos papeles- surgió el tema de la fiesta de esta noche yo acepte acompañarlo.

-Eso suena sacado de una historia romántica, el chico tímido por fin tiene oportunidad de acercarse al chico popular-

El rostro de Youngjae enrojeció aún más. Reí

Las horas pasaron rápidamente, cada parte de mi cuerpo se encontraba adolorida por pasar demasiado tiempo sentado en esa silla apenas acolchada. Di un fugaz vistazo a la oficina, no había señales de vida del hombre que estaba en el interior, seguramente se habrá quedado dormido en su cómodo sillón.

Suspire.

Yugyeom se apareció para recoger a Youngaje, tuve que darle un suave empujón para que empezara a caminar a su lado. Era cómico verlos, uno ruidoso y el otro apenas asentía con una sonrisa.

Era hora de volver a casa.

-<

El aroma de vainilla me envolvió rápidamente, tantee en la oscuridad hasta que la luz artificial baño el pequeño salón. Avance hacia el sofá para dejar el maletín.

Necesitaba un baño y un poco de comida.

Camine hacia mi habitación deshaciéndome de la ropa en el camino, uno corto, en ese lugar el aroma se intensificaba. Volví a tantear en la pared.

Era un completo desastre, paredes blancas salpicadas por fotografías que alguna vez prometí ordenar, ropa esparcida en el piso de maderas y las sabanas seguían revuelta. Tomé un poco de aire antes de soltarlo lentamente, no tenía energía de ordenar, abrí las pesadas cortinas grises.

La cuidad se mostraba silenciosa y misteriosa, llena de posibilidades.

Recogí la ropa esparcida en el suelo y las eché en el canasto de la ropa sucia. Sacudí y tendí la cama.

Eso seria mas que suficiente.

Me detuve al ver mi reflejo. Toda la sangre se subió a mi rostro. Completamente desnudo, piel lechosa y unas diminutas bragas que abrazaban mis caderas, una sonrisa de orgullo apareció en mi rostro, podía ver el brillo del deseo en mis propios ojos.

Encaje y seda.

Amaba como se me veía. Amaba como hacia que mi seguridad creía a cada segundo.

Corrí hacia los cajones "especiales". Definitivamente iría a la fiesta de la oficina. 

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⏰ Última actualización: Jan 08, 2021 ⏰

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Encajes y volantes [Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora