Epílogo

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            Antes de que me empieces a leer, te advierto que no soy una excelente escritora ni pretendo serlo. No estoy escribiendo esta historia con  el objetivo de convertirla en un best seller ni mucho menos, sino porque necesito sanar, y para mi la cura siempre ha estado en agarrar mi computadora o un pedazo de papel y convertir mis sentimientos mas profundos, mas desagradables, y mas desgarradores en palabras. Que les puedo decir? Para mi , escribir es la mejor forma de vaciar el alma , y la mía ahora mismo esta tan llena al punto de casi ahogarme. Por lo general dejo mis escritos a medias, cuando el proceso de rayar el papel o teclear el ordenador consiguen calmarme , y recupero la respiración de nuevo. Más de una vez he destruído mis escritos días después de crearlos; me parece muy patético leer mi propio sufrimiento, y una vez la tormenta abandona mi corazón y vuelvo a ser un ser humano medianamente funcional y reasonable, mis frustraciones me resultan estúpidas y termino juzgado a mi yo interior débil que fue capaz de materializar todos mis tormentos.

       Sin embargo, esta vez decidí probar algo diferente: te voy a contar mi historia completa, sin censuras ni eufemismos; cruda, triste, feliz a ratos, loca , dramática. Y no, no te confundas, mi historia no es más especial o mas original que otras, de echo, yo diría que es bastante común, y ahí , querido lector o lectora, ahí está la magia. Si hay algo que he aprendido en esta vida es que no hay historia original; toda historia es similar a alguna otra que ya ha sido contada. Será que somos poco originales? No creo, a mi me gusta pensar que solo somos humanos e ,inevitablemente, todos hemos amado y odiado, ganado y perdido, cumplido y fallado, reído y llorado, ya que eso es la vida, y aunque cada vida sea un poco diferente, al final nuestras experiencias son más parecidas de lo que crees.

       Comparto esta historia contigo porque estoy intentando combatir lo que, según mi madre, es uno de ms mayores defectos: mi egoísmo . Mas a delante te diré si estoy de acuerdo con ella, y tú también siéntete libre de juzgarme mientras me lees, pero ese no es el punto ahora mismo. El punto es que comparto esta historia porque siento que te puede ayudar, a ti o a cualquier otra persona que por destino o por casualidad se encuentre con este escrito ; te puede ayudar a sentir que no estás solo, a entender que no eres el ser más desgraciado del mundo, sino que hay muchos mas ahí afuera lidiando con lo mismo, y a entender que todo pasa, y que siempre hay una salida. Ya lo se, suena demasiado cliché, pero eso no lo aprendí en un libro de autoayuda, lo aprendí cuando me caí y me raspé la parte mas íntima de mi ser , y me tocó curarme las heridas con empeño y lágrimas, lo cual duele mas que la sal en una herida carnal.

        Pero no te preocupes, mi historia no es completamente triste. De hecho hay muchos momentos buenos y felices, momentos que no supe valorar en su momento pero que hoy si valoro y agradezco, así que los incluiré. Esta es una historia de caídas, dolor, confusión, y todo lo triste que casi todos atravesamos en la vida; pero también es sobre amor, amistad, cariño, nuevos despertares y lecciones aprendidas.

       Quédate, se que te puede gustar, y recuerda: Todo pasa .

SandritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora