✔El Hilo Rojo: Un Destino Desafortunado

Capítulo 24

Yeonjun golpeo la puerta como si su vida dependiera de ello, se preguntaran que hacia en la casa de Beomgyu y la cuestión es que durante los dos meses que Soobin se había ido a vivir con Whasa este solía ir a ver a Yeonjun para contarle como se encontraba el peli azul. Durante ese tiempo su relación se fortaleció y se volvieron muy unidos.

— ¡Vas a tirar la puerta abajo!

— Lo siento, es urgente.

— ¿Yeonjun? ¿Que haces aqui? —cubrio su boca asustado—. ¿Acaso sucedio algo con Soobin?

— Claro que no, bueno si, pero no es nada malo.

— Pasa.

— Claro.

— ¿Que sucedio entonces? —inquirio sentandose a su lado.

— Es que...

— ¿Que de que?

— Me siento raro con Soobin ultimamente —solto finalmente algo apenado.

— ¿No estaras pensando en dejarlo verdad? —cuestiono alzando una ceja.

— ¡Claro que no! Que cosas piensas Beomgyu.

— Pero tu dijiste que

— Pero raro en otro sentido...

— ¿Cual?

— Ultimamente el clima esta... ¿Caliente?

— Entonces eso es un problema de la calefaccion y no de Soobin.

— ¡Diablos Beomgyu!

— ¡¿Que?!

— No me refiero a eso... Lo que trado de decir es que comence a verlo con otros ojos —trago duro y finalmente solto lo que queria decir—. Ayer soñe con el.

— ¿Que clase de sueño?

— Mo-mojado —musito y su voz fue tan debil que a penas se escucho.

— ¿Que?

— ¡MOJADO MALDITA SEA! Soñe que Soobin me estaba follando y cuando desperte me masturbe con su mano solo que el estaba dormido y no sabe nada.

Un silencio incomodo invadio la habitacion y no era para menos.

— Oye, oye, oye... No necesitaba tanta informacion.

— Es que estuviste de tonto todo el rato preguntando, "¿Que?".

— ¿Pero eso que tiene que ver con nada?

— Que no puedo seguir con esa tension, es incomodo.

— ¿Que quieres que haga?

— No lo se, darme un consejo tal vez.

— Bien,  lo bueno es que ya llegaron a la tercera base... Lo malo es que el no lo sabe.

— ¿Pero que sucede si el no quiere hacerlo?

— Mira, si el te ama y le gustas esta mas que claro que querra dar ese paso, pero como todo es muy reciente lo mejor es que dejes que las cosas fluyan y ya.

— No se si podre soportar, tengo miedo de lanzarme sobre el y que me rechace.

— Todas las parejas pasan por eso y mas si su relacion comenzo como asi, si hubieran comenzado por lo fisico seria mas sencillo pero en su caso todo empezo por los sentimientos.

— Solo no quiero arruinar todo.

— No lo hagas, deja que las cosas pasen solas y cuando quieras darte cuenta estaras saltando sobre el.

— ¡Beomgyu!

— Tu empezaste.
Hablando de Soobin, en dos dias sera su cumpleaños ¿Que planeas hacer?

— Tenia pensado hacer una fiesta en mi casa e invitarte a ti, a Whasa y Kai.

— Suena bien, cuenta conmigo.

— Claro, tu me ayudaras a comprar todo.

— Bien.

...

— Llegaste —dijo Soobin al ver entrar a Yeonjun.

— Ah, si.

— ¿Como te fue con Beomgyu?

— ¿Como sabes que fui con el?

— Pues, Tae se fue de la cuidad y tu no tienes amigos.

— ¡Oye!

— Bien, ¿Continuamos con lo de hoy?

— ¿Q-que? ¿Aqui? ¿En la cocina?

— ¿Prefieres hacerlo en la cama? ¿En el baño acaso?

— ¡¿Que?!

— Vamos Yeonjun, esos libros no se leeran solos.

— ¿Que? ¿Libros?

— Claro, ¿De que pensaste que estaba hablando?

— No, nada.

...

— Yeonjun, te entiendo pero trata de mantener la calma.

— ¿Como quieres que me calme? Ya no puedo tener una simple converzacion con Soobin que ya ando pensando cochinadas.

— Calma, todo va a mejorar.

— Espero que si

— Bueno, debemos apurarnos con eso o de lo contrario no terminaremos mas.

Apenas podia con todas esas bolsas y no note cuando alguien salto sobre mi.

— ¡Yeonjun oppa!

— ¿Ella quien es? —cuestiono Beomgyu.

La chica se aferro a mi y a causa de las cosas que cargaba no podia moverme.

— ¡Te extrañe mucho Junnie!

— Yo tambien, Nana.

No se que era peor, que de la nada haya aparecido esta chica o que Soobin nos estuviera observando a lo lejos con una clara expresion de disgusto.

No me odien jaja, al final parece que esta wea se va a extender ah.

Besos a todos y gracias por las 733 vistas, no puedo creer esto ah.

No olviden leer los prologos, bess los amo