Lo Usual

3

—Oh—Soltó la gema.

—Pero está bien, en serio, todo está bien—Volvió a sonreír, intentando borrar aquellas expresiones de asombro de parte de sus amigas y de su padre—.Decidimos que era lo mejor y...

— ¡¿Ah, sí?!—Exclamo Amatista golpeando la mesa con los puños, el izquierdo cayó sobre su triangulo de pizza, manchándose el pecho y la barbilla de gotitas de salsa— ¡Pues Connie es una...!

— ¡Amatista!—Le gritaron Greg y Perla.

— ¿Saben qué?—Steve atrapo nerviosamente su chaqueta y se la paso por los brazos, con una sonrisa temblorosa en sus labios—.Tal vez necesite un largo paseo para despejarme así que...

— ¿Necesitas un compañero para pensar, amigo?—Le pregunto su padre.

—O compañera. —Añadió Perla, por alguna razón, Amatista la fulmino con la mirada, alzando una ceja.

—Creo que estaré bien solo. —Dijo mientras retrocedía hacia la puerta luego de tomar sus llaves.

Una vez Steven se fue Greg se cubrió la mano con la cara, Amatista se dio cuenta de que había golpeado un triángulo de pizza, Garnet, mas empática que los demás, tomo la lámpara de la mesita junto al sofá y la arrojo contra la pared. La lámpara, más que hacerse añicos, pareció esfumarse y dejar solo la cubierta de papel, maltratada y rota y lo único que llego a caer al suelo.

—Garnet...—Empezó a decir Perla.

—A veces odio ver el futuro. —Se quejó amargamente la gema mientras se quitaba sus gafas, sus ojos estaban cubriéndose de lágrimas.

Y dicho esto, se aproximó hacia la entrada del templo, que se activó para ella abriéndose y dejando un vistazo irregular del cuarto de fundición. Una vez desapareció, solo quedaron ellos tres, sin saber hacia dónde mirar.