Luego estaba Connie, solo necesitaba recordarle que estaba enamorada de Steven, es que era demasiado obvio que era así, su mirada y sus gestos lo decían. El verdadero misterio era que demonios había sido tan terrible como para hacerlos romper ¿Una mirada indiscreta? ¿Una palabra mal dicha en el peor momento? ¿Un tercero? No quería pensar que Connie pudiera herir a Steven, y de inmediato, aquella incomodidad respecto a Connie se convirtió en un amargo desagrado.
Unas manos tibias acariciaron su espalda y la hicieron apartarse, era Steven, empapado de pies a cabeza, su cabello, visiblemente más brillante y afinado que antes, escurría agua por los costados de su rostro como enormes perlas de sudor.
No hubo palabras entre ambos, Perla intento no mirarlo, pero el chico se aproximó a ella, tomándola de los brazos y aproximándola a él. Cuando Steven el beso sintió miedo otra vez, pero solo basto rodearlo con sus brazos y estrecharlo contra ella para sentirse en paz otra vez. Se besaron durante un momento.
—Perla...—No quería Steven hablase, gruño y lo empujo hasta tocar el tronco. No pudo evitar abrir los ojos para asegurarse de que estaba bien.
Volvió a besarlo, esta vez con más cuidado, buscando una vez más aquel gusto que había sentido la noche anterior, las manos de Steven, tímidas en un principio, se armaron de suficiente valor para acomodarse en sus caderas, cosa que resulto agradable a la gema.
La inexperiencia de ambos fue lo único que les impidió continuar, cuando se apartaron, un débil hilo de salivo quedo entre sus labios.
—Guau. —Murmuro el chico.
Perla se encogió de ternura por él, dedicándole un último beso en los labios, más suave y tierno. La lluvia estaba lejos de terminar, pero se había reducido a una llovizna fuerte, aunque ambos ya se hubiesen olvidado de ella, y empezaron a caminar devuelta a casa.
Los chicos que habían estado mirándola estaban tratando de abrir una sombrilla que seguramente habían sacado de algún bote de basura, pues estaba torcida y no eran capaces de abrirla. Al ver a Perla, sonrieron, como si su aparición fuese señal de algún tipo de interés romántico de parte de la gema.
—Te ves linda cuando estas mojada. —Dijo el chico del gorrito de lana.
Trataron de pasar sin mirarlos. El chico del gorrito dijo algo más, algo que no llegaron a escuchar por el sonido de la lluvia, y le dio una nalgada a Perla. Steven giro violentamente, con el rostro crispado por la sorpresa.
—Wow, tranquilo niño—Le dijo al ver que Steven se lanzaba hacia el en contra de las advertencias de Perla—.No te vayas a romper una...
Steven le dio un puñetazo, que al golpear contra el rostro del chico produjo el sonido de un balón al ser pateado, y cayo pesadamente en el suelo, con la barbilla manchada de sangre mezclada con agua de lluvia.
—Largo, ambos. —Les dijo, mirándolos con el ceño fruncido.
Entre amenazas y medias disculpas, el chico de la chaqueta ayudo a su compañero a ponerse de pie y ambos echaron a correr, cuidando no resbalar en los charcos que se iban formando por el camino.
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Lo Usual
FanfictionLuego de enterarse del rompimiento de Connie y Steven por decisión mutua, las gemas se reocupan por el estado emocional de Steven, quien parece encontrarse en negación. Intentando animarlo, sin querer, Perla despierta sus antiguos sentimientos por R...