Lo Usual

14

Perla, sonriendo, se apoyó contra Steven antes de tirarle del brazo y conducirlo entre risitas en dirección a la colina que se levantaba a sus espaldas.

Una calavera oxidada de viejo acero era azotada implacablemente por la lluvia a un costado del templo. Perla y Steven observaron el irregular vehículo aplastado, resultaba confuso entender como los elementos habían moldeado una forma como esa, donde se suponía estaba aquel espacio en forma de corazón invertido que era la nariz habían colgado un cartel de cartón, en esos momentos oscurecido y maltratado por la lluvia.

PROPIEDAD DE PERIDOT

NO ROBAR (O MI VENGANZA SERA TERRIBLE)

Ambos rieron al terminar de leer. Perla no tenía tiempo para ser una amante apasionada, Steven estaba calado hasta los huesos por su tonta idea de ir a buscarla, por lo que lo obligo a ir quitándose la ropa mojada y darse una ducha caliente, mientras ella iba poniendo una bolsita de té verde en una cacerola de latón llena hasta la mitad de agua.

— ¿Qué estaban haciendo, Perla? ¿Saltando en los charcos?—Le pregunto Amatista.

—Solo trotábamos. —Intentaba quitar esa sonrisa idiota de su cara, pero no le era posible hacerlo, le hacía sonreír tan solo pensar en el escaso tiempo que había podido mantenerse a solas con él.

Garnet miro por encima de su hombro para asegurarse de que el sonido de la ducha silenciara su conversación. Cuando hablo, se inclinó sobre la mesa de la cocina.

—Descubrimos una forma de volver a juntar a Steven con Connie en una salida social.

—Sí, Connie va a ir con Sadie y los demás chicos al parque de diversiones. —Aseguro Amatista.

—Y es ahí cuando nos presentaremos como si fuese un accidente. —Dijo Amatista, simulando una explosión con sus brazos.

— ¿No sería incómodo para ellos si los encontramos de esa forma?—Señalo Perla.

—Eso es lo divertido, Sadie fue quien tuvo la idea. —Insistió Garnet con una gran sonrisa.

—Oh. —Dijo Perla.

—Es más, Connie no pareció enojarse cuando sugirieron que Steven fuese con ellos. —Señalo Amatista.

—Eso es...bueno. —El agua estaba hirviendo, aunque Perla no la aparto del fuego.

El sonido de la ducha se detuvo. Vertió él te en tres tazas de porcelana y le extendió dos a sus compañeras. Al alzar la taza para beber Garnet descubrió su expresión.

—No te gusta la idea ¿Por qué no te gusta la idea?

—Tal vez...—Se obligó a hablar en voz baja—.Tal vez Steven y Connie quieren ser amigos.

— ¿Por qué piensas eso? Ellos son el uno para el otro, Perla. —Insistió Garnet.

—Bueno...—Empezó a decir Amatista.

—Es muy fácil decir eso cuando eres una fusión. Sabes lo complicados que pueden ser los humanos, Steven y Connie esa tratando de tomar esto con madures.

—Chicas...—Insistió Amatista.

—Pero ellos son el uno para el otro. —Insistió Garnet, como si fuese tonto continuar señalándolo.

— ¿Y acaso sería una calamidad que no lo fueran?—Inquirió la gema de piel clara—.Steven ha madurado mucho, no me sorprendería que una chica como Connie no pueda dar fin a una relación con suficiente madures como para no arrepentirse.

—Quizás tu no seas la más indicaba para hablar de este tema. —Sugirió Garnet, alzando una ceja.

— ¿Sobre qué? ¿Connie y Steven juntos?

—Sobre el amor. —Aclaro Garnet.

La puerta del baño se abrió, Steven apareció llevando una toalla alrededor de la cintura, frotándose el cabello con una toalla más pequeña y llevando una bolsa con su ropa húmeda y sucia que dejo cerca de la puerta mientras se aproximaba a la mesa de la cocina.

—Sé que es bueno para mí, pero...—Le dio un sorbo al te humeante e hizo una débil mueca de desagrado—.Siempre sabe cómo beber tierra con hojas.

Perla dejo de mirar a Garnet y le aproximo al chico el azúcar.

— ¿De qué estamos hablando?—Pregunto Steven, sentándose junto a Amatista.

—Anime. —Se adelantó a decir Amatista.

Una vez termino su té, el chico se apresuró a subir para ir por algo de ropa, y regreso al baño a cambiarse. Perla fregó la cacerola y la devolvió a su lugar. Garnet mantenía la vista fija en sus manos, dos puños finos frente a ella, apoyados sobre la mesa.