Las luces se aglomeraron en la entrada, cada vez más cerca de la salida. Debía ser parte del truco, pues aunque no habían recorrido más que unos diez metros de forma circular, se habían sentido como muchos más.
Crema agria estaba contando un chiste sucio al hijo del alcalde, el chico dejo escapar una sonora carcajada, y la atmosfera se arruino por completo. Los botes fueron chocando suavemente unos contra otros, y el encargado los fue ayudando a subir a una especie de bahía improvisada, donde en un rincón había silla de plástico sobre la cual descansaba un periódico doblado.
— ¿Acaso quieres trabajar aquí, chico?—Le pregunto el encargado a Steven, que estaba ayudando a Connie a subir.
—L-lo siento. —Se disculpó Steven.
— ¿Cuánto le debemos?—Pregunto Connie, todavía tomada de la mano de Steven.
— ¿Qué me deben? —Soltó el encargado, escandalizado—. Ah...ah sí, que ocurrente, caramelo. Serán unos dos billetes por cabeza.
Steven pago por las gemas y los demás se ayudaron a pagar con el cambio que tenían en los bolsillos. Perla no necesito mirar para saber que continuaban tomados de la mano incluso cuando salieron del juego y Kiki tenía la cabeza apoyada en el hombro de Ronaldo.
El teléfono de Connie vibro en su bolsillo.
—Mi madre está esperándome en la entrada. —Les dijo.
Se despidió de cada uno con un beso en la mejilla.
—Te acompaño. —Se ofreció Perla.
Amatista pensaba hablar en contra, Garnet, ahora fusionada, le hizo saber que no era lo más adecuado, Steven estaba charlando con Crema agria y el hijo del alcalde. Perla luego de un momento, empezó a caminar detrás de Connie.
—Me divertí mucho. —Le dijo Connie.
Los juegos cada vez estaban más abarrotados, aunque muy pocos eran tan listos como para advertir la trampa y abandonar, el arcade se hallaba vacío y las maquinas proyectaban sus luces de colores en la alfombra desteñida y gastada del lugar.
—Yo también, nunca había ganado nada en un juego. —Le confeso Perla.
Connie asintió, estaba nerviosa, no era que lo notara, solo lo adivino en su expresión, en su sonrisa.
— ¿Ocurre algo?—Le pregunto Perla.
La chica se miró las manos, todavía conservaba algunas cicatrices del entrenamiento de Perla.
—Me alegra que ellos todavía quieran salir conmigo después de que rompí con Steven—Dijo, mirando de reojo a los chicos.—. Nunca había...nunca había tenido nada parecido a una relación, así que imagine que, si terminaba, no me quedaba más que dejar de verlos. Ustedes también, sé que deben andar con pies de plomo conmigo.
—Para nada. —Mintió Perla.
— ¿De veras?
—Tú siempre serás parte de la familia, Connie. —Continúo Perla.
La chica volvió a dudar, estaban cada vez más cerca de la salida.
—Me daba mucho miedo que si terminaba con Steven ustedes no querrían salir más conmigo, empezarían a evitarme, luego solo me alejarían, como hacían los niños de mi escuela antes de conocer a Steven. —Explico.
Se pasó rápidamente la mano por el rostro, mientras sorbía con la nariz.
—Lo siento, debo verme súper cursi.
—Te sorprenderías. —Aseguro Perla.
La chica la miro, y finalmente, tomo una carta doblada al medio que llevaba en su bolsillo y se la extendió.
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Lo Usual
FanfictionLuego de enterarse del rompimiento de Connie y Steven por decisión mutua, las gemas se reocupan por el estado emocional de Steven, quien parece encontrarse en negación. Intentando animarlo, sin querer, Perla despierta sus antiguos sentimientos por R...