Al entrar llevo a Valentina que se recueste en un sofá mientras voy por un vaso con agua a la cocina, mientras en todo el camino siento unos pasos detrás de mí y no tengo que ser brujo para saber de quién son esas pisadas imponentes.
—¿Se puede saber por qué te comportas de esta manera con Valentina? —Me pregunta con tono ahora bajo—, ¿Qué pretender Susext? —pregunta llegando hasta mí.
—No pretendo una mierda —respondo en su mismo tono, agarro el vaso del mesón y volteo—. Esa chiquilla que has tratado tan mal hoy, se ha ganado mi corazón en unos cuantos días tal como lo hizo Isabel y Alexa —Le aclaro y ella frunce el ceño—, si me comporto de esa manera con ella es porque tú te has comportado como una mierda con ella muy a pesar de —digo y me quedo callado a lo último.
—¿De qué Dilan? —pregunta enojada—, habla de una maldita vez.
—Muy a pesar de que ella solo te tiene a ti —Completo y me mira sorprendida—, si Vallolet, me contó que solo cuenta contigo y entiendo que quieras protegerla, pero hoy has sido un asco —Lleno el vaso con agua y vuelvo a mirarla—, me parece muy injusto, deberías conocer mejor a tu pequeña hermana —digo y salgo de la cocina dejándola sola, le llevó el agua a Valentina que sigue llorando en el sofá.
—¡Ey! chiquilla, deja de llorar que te vas a poner ni mujer en embarazo, toda hinchada —hablo agarrándole la mano y colocando el vaso—, toma agua para que te calmes.
Pasa un rato donde logro calmar a Valentina y puedo hacer que tome agua, pero aun su mirada sigue triste.
¡Dios!
Chiquilla
—¿Te puedo preguntar algo? —pregunta con voz decaída.
—Claro chiquilla, lo que quieras
—¿Qué fue todo eso de que mi hermana es tu mujer? —pregunta y la verdad aún no he podido procesar la situación por lo que me quedo mudo.
—No es algo que te incumba en estos momentos —Escucho a Vallolet acercándose a nosotros—, veo que lograste calmarte, así que te pido por favor que vayas a casa.
—¿A cuál Vallolet? —pregunta—, ¿a la tuya o a la de tus padres?, porque hasta donde yo recuerdo no tengo una —dice Valentina con un tono de tristeza y al notar esto, Vallolet se inclina delante de ella por lo que les doy su espacio.
—Por favor Vale, no digas eso; sabes que mi casa también es tuya y eso no va a cambiar por más que peleemos —dice con una dulzura en su voz que me hace inclinar la cabeza para notar sus labios—, sabes que te quiero —Esta vez quedo admirado, no creí que lograra ver ese lado tierno en ella—, discúlpame si no fue la mejor manera de tratarte, pero cuando estemos en casa te podré explicar lo que desees —Toma un mechón de cabello de Valentina y lo coloca detrás de la oreja de forma muy delicada—, ahora hay unos asuntos que debo atender con Dilan de suma importancia, así que te pido por favor que nos dejes a solas y vayas a casa.
Valentina se pone de pie accediendo a la petición de su hermana y hago lo mismo.
Como si su hermana no estuviera, se acerca a mí y me da un tierno abrazo, luego la acompaño hasta el elevador y antes de subirse le doy un beso en la cabeza. Con eso desaparece en el ascensor y cuando me giro, encuentro a la irritante abogada mirando todo lo que pasa.
Trago en seco y camino hasta donde está ella —Puedes decirme qué es lo que necesitas comentarme porque debo volver a trabajar —digo en tono seco.
—Primero me vas a decir desde cuando conoces a mi hermana y que hacia ella en tu oficina —ordena otra vez.
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Frenesí en la Perla II
RomanceDilan Susext, el maldito hombre más deseado de la ciudad La Perla, ¿Fetiches?, mujeres rubias, ojos claros, delgadas, y modelos. Miembro propietario de la compañía familiar de entretenimiento más grande del país; S.S.T. Entertainment. Todo resultab...