Otra vez me encuentro aquí, en el mismo sitio. El paisaje ha cambiado, pero sigue siendo oscuro, frío. La sensación de soledad sigue vigente. Y el miedo por lo que pueda ocurrir va aumentando a medida que pasa el tiempo. Decido avanzar para descubrir que es este sitio de una vez por todas. A mi alrededor solo hay oscuridad. Sigo avanzando. Entonces un escalofrío me recorre todo el cuerpo, hasta llegarme al alma. La sensación de inseguridad aumenta. Delante de mí, a unos metros hay alguien, no consigo averiguar quién es. Me acerco. La silueta me resulta familiar. Antes de llegar a la silueta, unas ratas se me cruzan. Me estremezco. Cuando llego delante de la silueta me doy cuenta de algo horripilante. La silueta soy yo. Entonces todo empieza a cobrar sentido. Estoy en mi infierno personal, rodeada de todos mis demonios.