『inspirado en hug de seventeen, aprovecho para decirles stan seventeen, mis nenes son las cositas mas bellas de este mundo, universo y existencia』
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El 6 en rojo estaba mas grande a su visión de lo que en realidad era, su cara roja por la vergüenza de la nota que debía ser un 7 para poder aprobar ingles, le dio pena hasta al propio profesor.
‒ Adiós, vacaciones de invierno y verano, de nuevo- susurro para si mismo -
Bien hecho Jeongin, ahora tendrás que ir a ese particular como todos los años, luciendo totalmente como el patético que eres.
Se regaño para si mismo en sus pensamientos.
Su día iba de mal en peor, en realidad, ya era unas semanas de lo mismo, malas noticias y demasiadas decepciones. Había pasado unas navidades horribles y solo debía rendir este día para disfrutar de enero y la nieve, como no pudo días de diciembre en aquella blanca y fría: corea.
Había recibido decepción de sus amigos, lo habían hecho sentir mas solo y con palabras que ellos creían que el no se daba cuenta, dolía, aun dolía. Aun recuerda que cuando se fueron de su hogar, lloro al frente de sus padres, sus únicos verdaderos amigos.
Aun que de ese día, pudo rescatar lo cálida que era su familia y lo que daría por ella, solamente sus padres y hermanos menores, eran todo lo mas bonito que podía tener.
Aun recuerda esa amarga navidad, donde incluso el 24 la paso peor y el 25 ahogo todo el enojo y dolor con aquellas botellas, para llegar a las 12, brindar e irse a dormir por la: "borrachera".
Por no poder aguantar a esa Reunión tan hipócrita, por aquella mujer que aun seguía lastimando y amargando cada navidad, ocasionando malos momentos a sus padres y a el, pero que todos sigan apañando a los caprichos y maldades que aquella señora. Aun si quiera entendía como podía ser su tía.
Jeongin no se llevaba con sus primos, claro que no. Ellos siquiera comprendían sus gustos o al menos trataban de hacerlo sentir cómodo.
Jeongin solo esperaba ese momento donde las reuniones sean de la familia que formen sus padres, sus hermanos y quizás, si el futuro le daba la señal, de la suya propia.
Quizás y lo único bueno de esos días, era ir a la cafetería con karaoke de club por las tardes. Y no era por el lugar, lo admitía, aquel castaño caramelo lo tenia con un crush muy enorme, quizás y enserio le guste, pero jeongin siquiera podía saber muy bien esos sentimientos, era un adolescente en sus últimos años de secundaria, donde era casi inexperto en ello, su única experiencia ... fue un tanto fake.
De pronto, Jeongin solo quería llorar.
¿Qué estaba logrando con sus 16 años, que estaba aprendiendo, para quien debería estar, siquiera había alguien con quien charlar fuera de su hogar, siquiera tenia algo por lo cual sonreír aparte de su familia?
