Naruto y Sasuke son destinados.
Naruto no lo sabe, y Sasuke no sabe como decírselo.
"Tal vez si horneas galletas para el..."
Cambios en la personalidad, omegaverse
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Llevaba más de dos horas intentando preparar las galletas. Dos charolas se habían quemado, a otra se le olvidó rellenarlas con chocolates, además de quedar crudas y una bandeja se había caído al piso.
Sasuke estaba frustrado de verdad.
No podía creer que no lograba hornear las galletas, que eran de las preparaciones más fáciles, y para qué mentir, una de sus especialidades, no lo creía.
Estaba fracasando miserablemente en preparar galletas para su futuro esposo.
Al día siguiente le entregaría las galletas, mentiría si dijera que no estaba nervioso ¡ESTABA HISTÉRICO!
No sabía cómo iba a reaccionar, si le agradecería o no. Pensaba en miles de posibilidades.
No solo era por el hecho de entregarle las galletas, sino por la pequeña carta que le entregaría con ellas.
No podría estar menos nervioso.
Pero de cualquier manera, sabía que tenía que calmarse, ya que las galletas no resultaban, y se estaba quedando con pocos ingredientes.
Había llamado a Euji, pero no le había respondido porque sus padres estaban de visita. Ino había regresado ya, pero no se quedó mucho tiempo ya que iría a visitar a su pareja, quien había regresado de Corea a pasar unos días en Japón.
Un intento más.
Quería hacerlo bien, que resultará, porque si no, estaba seguro de que lloraría.
Pero, aunque lo intentara, Sasuke no dejaba de pensar en Naruto, su alfa.
Él era tan dulce, su sonrisa era grande y esplendorosa, su cabello un poco largo, brillante rubio, sus ojos, los ojos más bonitos que había visto nunca. A todo su brillante y dulce personalidad. Eso terminaba por derretir el corazón de Sasuke como azúcar en fuego.
Lo amaba demasiado.
Estaba determinado en que las galletas está ocasión salieran perfectas.
Después de preparar y esperar el suficiente tiempo, era el momento de ver cómo había quedado la última charola de galletas. Mordió su labio y saltó nervioso en su lugar.
