EL SELLO +18 - Carlota Xop

05. Visitas sorpresa, mentiras y leyendas

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GABRIEL

Me despierto sobresaltado agarrándome el pecho. No, esto no ha sido un sueño. He notado la tierra temblar y no ha sido imaginación mía. Me visto lo más rápido que puedo y salto por la ventana echando a correr al atisbar el rastro de nubes verde pastel que se desvanece a escasos metros de mi casa.

Estoy por llegar al punto cero cuando la tierra se abre ante mi y una enredadera atrapa mis tobillos haciéndome caer. Me sacudo recuperandome del golpe y levanto la cabeza sintiendo una extraña presencia que me observa.

— ¿Qué...? — ¿Una chica? Quedo petrificado al conectar con ella.— ¿Quién demonios eres?

Apartando un lacio cabello rubio de su cara, me sonríe por encima del hombro con una línea en los labios. Despacio, se vuelve para encararme dejando por fin su rostro al descubierto.

Siento una gran punzada en el pecho; divertida achina los ojos doblándose sobre sus rodillas.

— Alguien que no va a permitir que esa carita tan guapa muera esta noche. — Su melódica voz acaricia cada centímetro de mi piel erizándome los cabellos.

Es increíblemente bella... parece una... diosa. Se me seca la garganta inspeccionándola.

— ¡Gracias! — Exclama incorporándose para darme la espalda.

¿Lo he dicho en voz alta? Desviando sus pupilas rosadas hacía el cielo para examinar fascinada el tinte verdoso que ha cubierto la que ya he deducido que es la casa de los Ryan. Hubiera llegado en escasos minutos si ella no se hubiera interpuesto en mi camino. Trato de liberarme pero las raíces parecen estar hechizadas para hacer más fuerza ante el forcejeo.

Mierda, estoy atrapado. Resignándome con un suspiro, examino su cuerpo aprovechando su encantamiento con las auroras. Es delgada e igual de alta que yo. Su cabello recogido por en pulcro moño bajo, deja ver sus orejas puntiagudas presentando la enredadera rosada en forma de tatuaje que desciende por su cuello hasta la clavícula.

NO PUEDE SER. ¡Es un hada! Mi lobo reacciona automáticamente desatando su forma animal rompiendo así el agarre que me mantenía prisionero. ¿Primero Jordan y ahora ella? ¿Qué demonios está pasando?

Fastidiada por mi arrebato, se vuelve dramática levantando una ceja al verme cambiar de forma.

— Aaarg. Relájate, ¿quieres? — parece molestarle mi desconfianza — Ya te he dicho que no va ha sucederte nada ésta noche.— ¿ésta noche? El hada rueda los ojos y eso hace que yo me encabrita más.— Los lobos sois tan pasionales... – acaba siseando cansada.

Gruño acercándome amenazante mostrándole mis colmillos. mis rugidos hacen eco entre los árboles, y el suelo tiembla por el impacto a cada paso que doy. Cualquier persona en su sano juicio, hubiera huido nada más verme. Seamos realistas, ¡duplico dos veces su tamaño y podría arrancarle la cabeza de un pestañeo! Incluso si yo pudiera verme frente a espejo, me asustaría ante las nuevas dimensiones de mi forma.

Pero ella no, sucede más bien todo lo contrario. Pletórica al hacerme frente veo una chispa de adoración en sus ojos incendiarse a medida que me ve venir. No sé cómo lo consigue, pero hace que me tiemblen las patas traseras y no puedo hacer otra cosa que parar en seco.

— Eres tan hermoso como me dijo mi hermano, Gabriel... – ¿Sabe mi nombre? Acercándose lentamente a mi persona, tuerce la sonrisa y extiende la mano para acariciarme el hocico con la punta de los dedos.

Parece como si tuviese miedo a romperme. Mi pulso se dispara y cautivado por la sonrisa más bonita que haya visto en mi vida. Espera. ¿Qué, qué es este olor? Relajando mi mandíbula, dejo que tome mi enorme cabeza con sus pequeños manos.