[Te amo] Choen.

02

Noen y Chase jugaban en el parque tenian 10 años  y eran unos niños felices ellos se conocian desde que tenian uso de razón pues sus mamás eras grandes amigas desde la escuela y por ende sus pequeños tambien.

-Chase,ire a beber un poco de agua,me cansé ya vuelvo- dijo el rubio con sus mejillas rojizas y un tanto agotado de correr a los diferentes juegos del parque,mientras que el pelinegro solo le asintio mientras se mesía en uno de los columpios.

-Pero Jade ¿estas segura?,nise como decirselo a los niños y más para Chase será un cambio radical en su vida,tendria que dejar su vida en Los Angeles e iniciar una nueva en California y sobre todo dejara a su mejor amigo...a mi pequeño- Escuchó Noen a su mamá quien parecia preocupada ni cuenta se dieron que el pequeño estaba ahí,Noen no comprendia hasta que escuchó lo ultimo y hecho a correr a una parte del parque lleno de arbustos donde se decidio esconder empezando a sollozar-

Chase miro a lo lejos a Noen correr y lo notó triste así  que decidio seguirlo,adentrandose por aquellos arbustos,se preocupo demasiado al verlo llorar que no se resistio en abrazarlo fuerte.

-Noen ¿que paso?- dijo el pequeño pelinegro en un susurro

-Sueltame Chassy! Tu lo sabias y no me lo contaste,te iras y me dejaras- el rubio se separo de sus brazos y agacho la mirada aun llorando desconsoladamente-

-Noen estoy confundido,nunca me ire de tu lado;nose de que hablas sabes que eres mi mejor amigo y me encanta estar contigo!- le palmeo su espalda haciendo contacto visual con el rubio quien parecia mas calmado-

-yo...ehm..escuche a mi mamá preguntarle a la tuya que si esta segura de la mudanza- dijo mirandolo con un puchero y volvio a sollozar pero esta vez el abrazandolo.

-Noen yo no sabia de eso y no quisiera irme- lo abrazó con fuerza dandole un beso en su frente -pero si tengo que  irme,prometo que siempre seguiras siendo mi mejor amigo y nunca te olvidaré-

-¿lo prometes,Chassy?- alzo la mirada el rubio aun con los ojos vidriosos de tanto llorar-

-lo prometo- alzo su meñique y miro como el rubio tambien hizo lo mismo para entrelazarlos "es promesa"  murmuró sonriente y se volvieron a abrazar.

Los pequeños niños disfrutaron aquel día y mas por una promesa por cumplir,luego les informarón de la mudanza y aun tristes se tuvieron que despedir,empacando todo con la ilusion de volverse a encontrar.