Capítulo 8

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"¿Por qué te importa tanto?"

Lo único que recordaba era el tremendo dolor de cabeza con el que había despertado. Abrió los ojos y una luz blanca lo cegó completamente, volvió a cerrar los ojos, la luz solo le provocó un nuevo pinchazo en la cabeza. Cogió aire por la boca y volvió a abrirlos, esta vez acostumbrándose a la luz del hospital.

Observó la sala en la que se encontraba, él estaba tumbado en una cama de hospital por lo que se incorporó un poco. La habitación era pequeña, de hecho, solo estaba la cama de Horacio, por lo que dedujo que estaba en una privada. Llevó su mano a la parte de la cabeza donde le dolía horriblemente, notó su cresta despeinada y una gasa pegada en el lateral.

Poco a poco iba recuperando algunas imágenes de lo que había ocurrido, recordó que fue junto con Gustabo a un trato de droga con un diablo, no no, era Emilio. Luego se montaron en el Audi y robaron una moto, y luego... Nada, estaba borroso, tal vez se fueron a trabajar. Horacio examinó su ropa, no traía el uniforme de subinspector, llevaba prendas negras, de color oscuro. A lo mejor fueron a vender droga, pero...

-Qué bien que ya esté despierto, Horacio -un doctor entró a la habitación y, gracias a que abrió la puerta, pudo ver cómo dos agentes de policía custodiaban el cuarto -. ¿Cómo se encuentra?

El EMS tenía un acento colombiano y un tatuaje en toda la cara. A Horacio se le hacía familiar ese sujeto, no fue hasta un par de segundos después cuando lo reconoció.

-¿Doctor Muerte?

-El mismo, pero puedes llamarme Claudio -el médico sonrió -¿Cómo te sientes?

-Me duele mazo la cabeza -respondió Horacio con un quejido.

Claudio le explicó a Horacio que lo trajo la policía y que él mismo le trató las heridas. Simplemente era un golpe con una pequeña brecha, por lo que tuvo que realizarle puntos de sutura. También le dijo que tuvo mucha suerte ya que al final no era nada grave.

El móvil de Horacio vibró entre los bolsillos de sus pantalones, los agentes aún no se lo habían retirado. Necesitaba una excusa para cogerlo y hablar con Gustabo, él le explicaría todo con más detalles, si es que no estaba también detenido.

Los dos oficiales entraron en la sala, Horacio los reconoció, eran Brown y Yuu. Por un momento esperó alguna burla del primero, pero enseguida se dio cuenta de que estaba como Horacio y no sabían que era Dan. Brown sacó las esposas de su cinturón y se acercó al de cresta, este entró en pánico por un segundo.

-Necesito ir al baño -soltó para intentar zafarse de las esposas y poder utilizar el teléfono.

-Joder -maldijo el moreno -, venga crestitas -dijo tomándolo del brazo y, seguido de Yuu, lo llevaron al aseo del hospital. Por el pasillo se encontró a Moussa y a Leonidas que también lo escoltaron.

Ni que fuera el Calavera pensó Horacio. Alzó la vista y vio en una pequeña esquina a su hermano, como Fred, y a Conway. El enmascarado levantó su teléfono y le hizo una seña, indicando que tenía un mensaje suyo. Horacio asintió levemente, de forma que no fuera notada por sus cuatro "guardaespaldas". Entró al baño y se encerró en un cubículo asegurándose de echar el pestillo.

"Vamos a sacarte de ahí" -decía el mensaje de Gustabo.

"pero k ha paskdp????" -tecleó de forma rápida.

"Estábamos vendiendo droga para Emilio"

"Quisimos hacer un vacileo y nos pillaron"

"El viejo tiene un plan"

Horacio se maldijo así mismo, le habían pillado a él y ahora por su culpa, seguramente, habían perdido parte de la droga y del dinero.

Starting Over / VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora