No es un adiós

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El sonido en el reloj de su mesa de noche la despertó, ella abrió los ojos con pereza y apagó el aparato.

Bostezó, estiró los brazos aún en la cama, miró el reloj que a cada segundo la miraba amenazante y finalmente se puso en pie y ando hasta el baño.

Mientras realizaba su rutina diaria de aseo personal escuchaba las noticias en la tele, pues era lo que veían sus padres por la mañana. Se sirvió un té y desayuno unas frutas con yogurt y cereales.

Su celular vibró sobre la mesa, algo que molestó a su padre quien tenía por ley en la casa no tener aparatos electrónicos sobre está a la hora de merendar. La miró con sus ojos de pistola y la castaña sonrió nerviosa.

-Debe de ser algo de la escuela, pero, puedo contestar después.

Excusó ella.

-Quien en su sano juicio molesta a alguien el domingo por la mañana, es el día del sol.

Dijo él saliendo a ayudar a su madre en el ámbito de jardinería.

Ella espero a dejar de verlo para hecharle un ojo a su celular, era un mensaje de su novio preguntándole si era posible verse por la tarde.

Ella le dió una respuesta positiva, aún con el carácter que su padre tenía, sabía que hablando de Neji, ella podía ir hasta la luna misma.

~~~

Por la tarde salió encaminada al parque donde habian quedado, el clima cada vez era más frío y ella se protegía de los vientos helados que caían en algunas tardes.

Se acercó velozmente cuando lo divisó entre unos de los bancos, él la miró reluciente pero su mirada pareció apagarse de repente.

-Papá me dijo que si querías verme le dijeras a él una semana antes.

Río la castaña graciosa.

-Supongo que lo tendré en consideración.

Dijo él.

Después de un rato en silencio las cosas se pusieron un poco incómodas. No era del tipo de silencio que les gustaba compartir, está vez era más amenazante esperando con desesperación a qué uno de los dos rompiera la tensión.

-Y... ¿Que quieres hacer?

Preguntó ella emocionada.

Él la miró como con vergüenza y estampó su vista al suelo.

-En realidad hay algo que tengo que... Hablar contigo.

Tenten no vaciló en tomar seriedad en el asunto, por la forma en la que lo había dicho.

-Bueno, empieza entonces.

Dijo ella atenta con sus manos frías y comenzando a sudar por el nerviosismo.

-Tu sabes cómo son las cosas en mi familia, poseen muchos territorios, es un clan algo antiguo. Por generaciones han pasado muchas costumbres y otras muchas que no era muy necesario respetar comenzaron a descartarlas.

Hizo una pausa para tratar de calmarse y mirar de reojo a Tenten.

-Hace tres años mi padre vio una oportunidad en una ciudad que está prácticamente del otro lado del mundo, en Canadá. Al estar mi tío en esta parte de las propiedades no puede quedarse cerca solo para poder continuar con los negocios.

El asunto ya estaba tomando forma.

-Intenté hablar con él, sobre continuar con los asuntos del clan de este lado pero sin embargo yo no encajo ni aunque sea de los más cercanos a la rama principal. Cada integrante tiene su rol desde el día en que nace y yo como todos tengo una responsabilidad que tomar, no estoy escogiendo entre mi participación en el clan y tú, sabes que no es necesario pero quiero que tu sepas que yo por mi parte estoy dispuesto a intentarlo del otro lado del mundo, aunque sé que será más difícil de lo que pensamos. Ahora tu dime ¿Quieres intentarlo conmigo?

El ceño de Tenten se mostraba un poco fruncido, pero comenzó a ablandar su mirada.

Tomó la mano de Neji entre las suyas y comenzó a hablar.

-Neji, este tiempo aunque tan corto que hemos pasado juntos ha sido de lo mejor, he conocido el lado más paciente y maduro de mi, al menos hasta ahora. He aprendido a callar y no siempre hablar porque todos tenemos algo que decir y siempre escuchar es importante. He llorado de la forma más silenciosa y he reido tan alto como he podido. Contigo he conocido una versión de mi que no había visto antes. Y creo haber visto lo mejor de ti, porque me encanta tu sonrisa...

Los ojos de la castaña se empezaban a cristalizar y el chico temblaba mientras sonreía con dificultad.

-Me encanta cuando entrecierras tus ojos, me encanta verte feliz y creo que eso es parte de mi trabajo, es parte de mi esencia. Al menos a mí me haces creer que de verdad participé para bien en tu vida. Pero creo que está vez no podré acompañarte de está manera. No te preocupes por tus deberes, yo también tengo los míos aunque son de cierta manera; diferentes. Cuídate mucho, y llega lejos.

Tomó su rostro y besó una de sus mejillas, él la detuvo con un abrazo y al terminar la miró con tristeza.

Se fue sin mirar atrás, eso solo la detendría.

Te deseo felicidad y libertad.

Fueron sus últimas palabras antes de un "hasta pronto".

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Hola amados lectores ¿Cómo han estado? Pueden contarme con confianza los leo aquí o por mensaje privado. Sé que no todos estamos bien y a veces escuchar es lo único que necesitamos ❤️❤️❤️

Por Todo Lo Que Callé |Sasuten|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora