Distancia. (En Proceso) ©

𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 5: 𝙈𝙚𝙣𝙨𝙖𝙟𝙚 𝙖 𝙇𝙖 𝙉𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣.

Ayer en la madrugada, me llamó la Señora B.

Me ayudó a reflexionar sobre algunas cosas.... Bueno, muchas cosas y que dejara atras, lo que alguna vez ocurrió con Mario.

Ya que mi abuelo no sería el mismo de siempre y cambiaría, ahora que lo veo y me pongo a pensar.... hoy en día...
Hay muchas de las cosas por la cual mi abuelo, se arrepiente ahora, estando de anciano solo quiere volver a repetir las acciones que cometió alguna vez estando de adulto o de joven.

Volver a repetirlas.... Pero ahora que está anciano, se lamenta de no poder hacerlo y le reza a Dios para que esas personas estén bien.

¿Cómo no me pude haber dado cuenta antes?

También me dijo que uno nunca sabe cuando va a morir, ni cómo, ni cuando, simplemente pasa...

Así que me dijo que haga bien las cosas, que aproveche al máximo mi vida, para que a largo plazo no me arrepienta en un futuro.

Me estoy dirigiendo a su casa, como quedamos ayer por llamada.

Para llegar a la casa de la Señora B existían dos caminos.

El primero, es largo pero seguro.

El segundo es corto, pero ya no es muy seguro.

¿Por que no ir por el camino seguro? Simple, me daba flojera recorrer todo el camino.
Quizás.... Algún día me toque factura por estar haciendo esto...

Por el camino corto tenías que pasar por un camino estrecho lleno de plantas, algunas con espinas.
Otras que podrían ensuciarte fácilmente, pocas veces toparte con barro, eso sí, con mucha tierra, y a veces, solo a veces, encontrarte con un animal muerto.

Como siempre, llegué sin problemas.

Abrí la puerta del portón, para tocar la puerta de la Señora B.

—Hola Angelito, ¿Qué tal estás? Ven pasa que afuera hace un frío que te congelas jeje.

Paso con ella y me siento sobre uno de los sillones, acompañado de choko.

Ella se sienta sobre su sillón rojo, parece que le gustaba mucho ese, ya que siempre la veía sentarse allí.

La televisión se hallaba encendida.

—¿Y que tal está señora B? ¿Se siente bien?

—Si Angelito, solo un poquito resfriada eso es todo. ¿Y Tú? ¿Qué tal estás?

—Yo me encuentro bien Señora B, por cierto, veo que siempre se sienta en ese sillón. ¿Es cómo un trono o algo así no? Jajaja. —Me río.

—Exactamente jejeje, mi esposo me lo hizo y me asombra que esté durando todo este tiempo.

—¿Así? ¿Hace cuánto lo tiene?

—Hace 19 años, con este año cumple 20.

—Asuu –Dije impresionado.

—Si pues jejeje, otra cosa que me olvido decirte.

—¿Qué es?

—El no sabía construir nada de eso.

—¿Ah no? ¿Entonces como lo hizo?

—Tuvo que estar preguntando, por aquí, por hallá, para poder armarlo, después de eso consiguió los mejores materiales para poder hacerlo.
Hasta ahora recuerdo lo que me dijo cuando me lo presentó.