-¿Dónde está A-Yuan?- preguntó Xiao con una voz aterradora apretando sus puños y sin despegar su vista de Yibo.
-¡Como si te lo fuera a decir, bastardo!- contestó uno de los hombres a su lado.
Los ojos de Yibo brillaron con furia, pero antes de que pudiera hacer algo Xiao tronó los dedos y el cuerpo del hombre cayó al piso sin vida en un segundo.
Los dos restantes amartillaron sus armas apuntando a Xiao. Yibo congeló a uno de ellos y desarmó al tercero tan rápido que lo único que pudo hacer este, fue hincarse mostrando sumisión.
-No lo preguntaré de nuevo- Amenazó Xiao colocándose a un lado de Yibo.
-E... ellos lo traerán aquí después de comenzar el incendio- sentenció el hombre con voz temblorosa tratando de protegerse con sus manos.
-Bien, tu espera aquí, yo voy por A-Yuan- ordenó Xiao al castaño con frialdad.
Yibo lo miró pero Xiao ya había comenzado a alejarse. Con furia apretó el gatillo asesinando al hombre arrodillado y otro par de proyectiles al hombre que había paralizado. Esto provocó el suficiente ruido como para frenar a Xiao quien lo miraba con los ojos entrecerrados porque claramente lo hizo para contradecir sus órdenes. En segundos varios hombres salieron a su encuentro. En el fondo, pudieron ver a A-Yuan quien era sujetado duramente por su bracito y tenía gruesas lágrimas bañando su dulce rostro.
-Yibo- urgió Xiao olvidando por un momento su pelea con el castaño, lo único que le importaba era liberar al pequeño de aquellos sujetos.
El joven entendió al momento las intenciones de Zhan y uniendo sus palmas en un aplauso congeló a los opresores cuidando en no afectar a A-Yuan.
Xiao corrió al ver que el pequeño jalaba su bracito sin éxito. En cuanto se acercó, a-Yuan lo miró con grandes ojos.- ¿Eres un ángel?- preguntó inocentemente.
Xiao le sonrió de manera dulce liberando el brazo del pequeño y tomándolo entre sus brazos. -¿No me reconoces?- preguntó Zhan mientras limpiaba las lágrimas de su rostro. A-Yuan lo miró a los ojos y una manita toco el rostro de su ángel salvador.
-Señor Wei- murmuró el pequeño sonriéndole aún más.
Xiao sintió su corazón derretirse ante dulce mirada y lo abrazó fuertemente, ¿acaso sus instintos paternales estaban tomando el control?, ¿ahora cada vez que viera un niño se sentiría de esta forma? Él no lo sabía, todo estaba pasando de forma muy rápida, lo único seguro en ese momento es que daría su vida por proteger a la pequeña persona que tenía entre sus brazos.
Se acercó a Yibo con A-Yuan rodeándole el cuello recargando su carita en el hombro de Xiao. Dándole unas palmaditas le habló al pequeño: Te quedarás un momento con Wangji mientras yo termino este asunto. - El rostro de A-Yuan se tensó por un momento. La apariencia de Yibo era la de un apuesto y severo detective. Xiao le sonrió para infundirle valor mientras el joven extendía los brazos para acunar al pequeño y al igual que el mayor, comenzó a darle pequeñas palmaditas para mantenerlo calmado.
-Esperen por mí en el auto. - Pidió Zhan manteniendo un semblante profesional ante la situación que tenía entre manos, ya habría tiempo para seguir disgustado con Yibo.
Analizó el semblante de los 8 hombres frente a él tomándose su tiempo. A la derecha de la formación pudo ver a un sujeto de baja estatura, su condición física no se veía impresionante y su frente estaba cubierta de gotas de sudor. Esbozo una sonrisa torcida, había encontrado a su objetivo, alguien de temperamento débil que no costaría mucho quebrar para obtener información de forma rápida. Miró al resto y tronando los dedos pequeñas luces emergieron de sus cuerpos para evaporarse, cosa que sólo él, por ser un nigromante, podía ver con claridad.
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No Imaginaba 2. PERMANECER
FanfictionDe pronto su corazón se congeló cuando dobló la primera curva de la última vuelta, apenas en un parpadeo vio su vida llegar a su fin. Una vocecilla molesta comenzó a gritar desde el fondo de su cabeza "!Dead man wallking!" varias veces y todo pareci...