Triste realidad. (Disnea Mágica) |Nalu|

Fuegos artifíciales.

¡Enjoy!

Hoy era un día feliz por Magnolia, ya que era el inicio del solsticio de verano, y por lo tanto, a parte de dar comienzo oficialmente al verano, por la noche era un día para celebrar y pasarlo bien.

En Fairy Tail la fiesta también mandaba, claro. Todos estaban celebrando que comenzaba el verano, con bebida, fiesta y en definitiva, pasándoselo bien.

-"No sabía que Magnolia era conocido por su festival de verano".-Comentó Wendy felizmente mientras tomaba un sorbo de agua.

-"Pues sí que lo es, ¡Por la noche hay hasta fuegos artificiales!"-Levy sonrió mientras lo explicaba y a Wendy se le iluminó el rostro.

-"Juvia nunca ha podido ir a verlos porque siempre llovía, ¡Pero este año Juvia podrá verlos!"-Explicó Juvia sonriendo, pero de pronto su rostro se volvió un poco más triste.-"Juvia planeaba decirle a Lucy-san de venir, pero ella no puede salir del hospital".-Ella suspiró mientras lo decía y el ambiente se tensó.

-"Ya han pasado dos semanas desde que Lucy-san entró en el hospital... ¿Cuánto tiempo tiene que estar...?"-Preguntó Wendy.-"Unas pruebas no tardarían ni una semana, pero ya lleva dos... Y cuando hemos ido a verle, ella parecía encontrarse bien".-Recordó Wendy, algo disgustada.

Gray solamente miró hacia otro lado. Wendy tenía razón. Cuando  fueron a verle la primera vez, Lucy parecía muy triste, y ni si quiera consiguieron sacarle el motivo de su tristeza. La siguiente vez, cuando Wendy le preguntó inocentemente que cuando saldría del hospital, su rostro cambió radicalmente y de repente les soltó que de momento tendría que estar allí indefinidamente, ya que las pruebas se habían alargado. A Gray le extrañó, claro. Porque además, Lucy parecía estar en muy buen estado, parecía que no tuviera problemas para respirar, ni nada. Pero tampoco podía olvidarse de aquel día en el cual Erza salió del hospital llorando a mares. Erza aún no le había contado lo que había visto, y Lucy tampoco le decía como estaban saliendo las pruebas. 'Era todo muy sospechoso', pensó, mientras suspiraba algo triste.

-"Cuando Lucy venga habrá que prepararle una fiesta, pero no podemos amargarnos".-Comentó la maga pelirroja, que se había mantenido al margen durante toda la conversación.-"¿Y si salimos esta noche todos juntos a ver los fuegos artificiales?"-Pregunto sonriendo amablemente y todos estuvieron de acuerdo con la invitación. Ella se giró hacía donde estaba su amigo.-"¿Y tú qué, Natsu? ¿No vas a venir?"-Preguntó y Natsu se levantó de su asiento.

-"Creo que paso, nunca me han hecho mucha gracia los fuegos artifíciales. Además, estoy cansado".-Explicó mientras salía del gremio despidiéndose con la mano. Erza suspiró cansada. El mago de fuego llevaba un par de días de lo más irritable y ni si quiera sabía el porqué.

Natsu solo siguió andando sin rumbo fijo por las calles de Magnolia. No sabía porque, desde hacía dos días estaba con un humor de perros y ni si quiera sabía el motivo. Se sentía mal, porque estaba tratando mal a gente que no lo merecía, por eso había decidido salir del gremio e irse, pero se dio cuenta que las calles estaban mucho más llenas gracias al festival.

-"El festival..."-Siseó a nadie en particular y no pudo evitar acordarse de cierta persona.-"¿Los fuegos artifíciales se verán desde el hospital...?"-Se preguntó así mismo, mirando la dirección hacia donde estaba su amiga.

Lucy suspiró por décima vez aquel día. Casi todo el mundo del hospital había salido a disfrutar del festival. ¿Y ella por qué no había ido? Fácil: cada vez le costaba más respirar.

Cuando estaba sentada no tenía ningún problema para respirar, pero cuando andaba un rato largo se sentía muy fatigada y no podía respirar bien. Y correr, subir escaleras... Era como matarla. Así que había decidido no ir al festival a pesar de tener permiso para que no notaran su pésima condición. Cada vez iba a peor y ella lo sabía, al igual que su doctor.