Casarse es asunto de diplomacia [SangXian]

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˗ˏˋ Historia dedicada a la querida LenaCalibrator 

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—Disculpa… —Dice Wei WuXian casi por reflejo, su cabeza comienza a doler un poco de tanto pensar y procesar las palabras que acaba de escuchar, por una parte no quiere entenderlas y por otra solo quiere clavar su frente contra una roca para olvidarlas — ¿Sabes lo que estás proponiendo?

Nie HuaiSang baja su abanico, cerrándolo con un suave golpe sobre su palma. Pese a que ambos habían compartido aventuras y momentos ciertamente fuera de lo formal en el Receso de las nubes, ahora lo miraba con ojos claros y espalda recta propios de un señor terrateniente. Wei WuXian recuerda vagamente una noche bañada en licor, donde Nie HuaiSang se quejó débilmente bajo su brazo de no poder cumplir con las expectativas de su hermano, de nunca poder ser un líder de la secta apropiado como él quería. Sin embargo, la figura que tenía delante suyo, decía totalmente lo contrario.

El Joven Maestro de Qinghe sonríe suavemente y niega con la cabeza, como si Wei WuXian fuera un pequeño niño al que explicarle sus palabras, como si hubiera dicho algo de naturaleza simple, tan simple como el volar de las cometas sobre los lagos de Yunmeng Jiāng.

—Le estoy pidiendo a Wei-Xiong que se case conmigo, ¿no fui lo suficientemente claro?

Wei WuXian parpadea, dejando que la sorpresa se desvanezca de su rostro eventualmente. Aclara su garganta y se sienta correctamente.

—¿Espera, estás diciendo que… ? —Wei WuXian no podía poner en orden más preguntas que surgen en su mente como las semillas que son arrojadas con fuerza al agua, saliendo una por una, acumulándose en la superficie de su mente.

Pese a sus días de juventud y a ese periodo de amistad llenos de risas y diversión, esos días habían quedado atrás, enterrados bajo las cenizas que ardieron en la guerra contra los Wen, manchados con la sangre de las grandes sectas y desgarrados por el fino corte de una espada.  Nie HuaiSang podía ser distraído de sus obligaciones, pero era lo suficientemente listo como para saber que una propuesta así, a una figura como la de Wei WuXian, no era para nada una buena idea.

Wei WuXian, aquel cultivador que una vez fue tan prometedor y cayó bajo caminos torcidos y maliciosos. Wei WuXian, quien desertó de la secta Yunmeng Jiāng como si fuera algo más importante que el hijo de un sirviente. Wei WuXian, quien con gran insolencia había escapado junto a los restos del clan Wen. Wei WuXian quien era ahora el Patriarca de Yiling, repudiado por todos. Ese Wei WuXian.

No obstante, aunque todas esas cuestiones afloraron en el lado racional de su mente, la primera pregunta que salió de sus labios fue:

—¿Eres un manga cortada? —frunce el ceño, ladeando la cabeza, completamente perdido.

Nie HuaiSang ríe otra vez y abre su abanico, cubriendo ligeramente su rostro hasta la punta de su nariz.

—Después de todo, Wei-Xiong es de muy buen ver —, comenta, de una forma tan casual como aquellos días en Caiyi —, sin embargo, si a Wei-Xiong le parece más cómodo, puede tomarlo como una alianza política.

—¿Alianza política?

Wei WuXian se siente aún más confundido, ¿una alianza política con el desdichado Patriarca de Yiling? Es imposible, traería más problemas a la secta que lo apoye. Era absurdo. Nie MingJue nunca permitiría que su hermano tomara una decisión como esa seriamente.

—He hablado de esto con Da-ge, él es consciente de que estoy en Yiling con este fin, así que no te preocupes por él.

Wei WuXian casi escupe el té que había comenzado a tomar. Tose un poco y le hace señas al dueño de la posada de que no es necesario que se acerque a ayudar.