1996.
El pequeño de ojos verdes alzó la mirada de sus juguetes al frente al escuchar un sonido, frente a él se encontraba el vecino que tanto solía mirar por la ventana de su habitación.
Harry pestañeó curioso al ver el juguete que tenía en sus manos e instintivamente se levantó del césped para comenzar a caminar hacia él.
Se puso de puntillas para alcanzar el cerrojo de la valla que separaban ambos jardines traseros, odiaba ser tan pequeño, mami le había dicho que aunque tomase mucha leche no crecería de la noche a la mañana.
Pero Harry no parecía entenderlo todavía.
Cerró la pequeña puerta de la valla blanca detrás de él y caminó hacia el chico de perfil de pelo castaño.
-Hola-
Saludó cuando estuvo justo delante del niño que vestía con una camiseta azul y unos pantalones deportivos.
El chico de ojos azules alzó la cabeza hacia él y achicó la mirada por la luz del sol, tardó varios segundos en reconocer que era el vecino que solía mirar a veces a escondidas.
Sonrió.
-Hola—ladeó la cabeza y dio unas palmaditas en el césped—¿Quieres jugar conmigo?-
Preguntó sin dejar de mirar al chico medio rubio delante de él, tenía unos ojos tan grandes que Louis pensó que iban a salirse de su rostro.
Harry sonrió tímido y asintió sentándose con las piernas cruzadas a su lado, miró por unos segundos su jardín y le pareció realmente bonito al ver tantas flores de muchos colores, a él le gustaban mucho las flores.
-Son muy bonitas...-
Dijo el chico de ojos verdes señalando los girasoles plantados a unos cuantos metros de ellos, el sol de primavera lograba que estuvieran totalmente cálidos y conformes en el brilloso césped.
-Son de mi mami—dijo Louis levantando la mirada de su coche con ruedas—a ella le gusta las flores.
-A mi también me gustan-
Dijo Harry esta vez sin dejar de mirar las flores fascinado, el pequeño niño de ojos azules le miró por unos segundos y sonrió.
-¿Cómo te llamas?-
Harry volvió a mirarle.
-Harry—dijo con timidez—¿Y tú?-
-Louis-
Dijo orgulloso, el ojiverde abrió los ojos aún más y sonrió mostrando por primera vez unos pequeños hoyuelos en sus sonrojadas mejillas.
Louis frunció el ceño al ver aquello y alzó su dedo tocándolos, era la primera vez que veía a alguien con esos huecos en los cachetes.
-¿Qué es eso?-
Preguntó confundido y el ojiverde soltó una pequeña risita ya que le hacía cosquillas que no parase de tocarle el rostro.
-Hoyuelos—se encogió de hombros—siempre me salen cuando sonrío, mira-
Y sonrió de forma exagerada mostrando todos sus dientes, se notaba un vacío en uno de ellos, ya que hace dos días se le cayó un diente de leche. Pero él lucia orgulloso pensando que estaba haciéndose un chico mayor.
Louis soltó una risita.
-¿Cuántos años tienes?-
Volvió a preguntar el ojiazul, totalmente intrigado en el chico delante de él.
-4—y Louis soltó otra risa que confundió al pequeño rubio—¿de qué te ríes?-
-Soy mayor que tú, tengo 5—dijo mostrando todos los dedos de su pequeña mano—eres muy pequeño.
Harry frunció el ceño y le dio un ligero empujón que consiguió arrancar otra sonrisa al ojiazul.
Miró por unos largos segundos al chico moreno a pocos metros de él y sintió pequeños cosquilleos en sus pequeños deditos al observar lo claro y azulados que eran sus ojos. Harry los observó fascinados sin darse cuenta que se había quedado medio embobado.
Realmente eran muy bonitos.
-Me gustan tus ojos—dijo sin dejar de mirarlos, nunca había visto unos ojos tan lindos, ni los de su mami eran tan bonitos—tienes cielo.
Louis pestañeó varias veces y ladeó la cabeza un tanto confundido ante lo último.
-¿Cielo?-
Harry volvió a asentir.
-Cielo, tienes cielo en tus ojos-
Louis seguía con el ceño fruncido mirando de forma extraña a su vecino, era un niño un poco raro pero le agradaba.
-¿Quieres saber un secreto?-
Preguntó Louis con una pequeña sonrisa traviesa mientras se levantaba del césped, el pequeño rubio de ojos verdes le siguió y limpió los restos de hierba de su pantalón.
-¿Secreto?-
El ojiazul asintió.
-Sígueme-
Y le cogió de la manita.
Louis sintió pequeñas cosquillas en sus dedos al agarrar por primera vez de la mano a otro niño y realmente le agradó, por otra parte el pulso del pequeño Harry se aceleró aún más sin saberlo y siguió con emoción sus pasos.
Ambos rodearon la valla que bordeaba la casa del ojiazul y caminaron por un pequeño camino de piedras, que extrañamente también conectaba con la casa de Harry.
Hasta que tras varios árboles y plantas por detrás lograron llegar a un gran árbol de gran tamaño, Harry miró hacia las ramas y abrió los ojos asombrado al ver lo que parecía una cabaña.
-Es mi casa del árbol—Dijo Louis soltando su mano de la suya y caminando a lo que parecía las escaleras—¿Vienes?-
El pequeño de ojos verdes asintió todavía asombrado y comenzaron a subir por las escaleras hasta poder pisar la madera de aquella casa, era bastante amplia, incluso podían estar más de seis personas.
Estaba totalmente vacía, simplemente eran cuatro paredes de madera y el suelo, y una gran ventana en una de ellas.
-Si eres mi amigo puedes venir aquí cuando quieras-
Dijo Louis sentándose en el suelo y apoyando su espalda en una de las paredes, al pequeño rubio le brillaron los ojos ante aquello y tardó menos de un segundo en asentir con la cabeza totalmente entusiasmado.
-¿Sólo yo?-
Y Louis soltó una risita al ver lo emocionado que se encontraba ahora su nuevo amigo.
-Sólo tú—Harry se sentó delante de él y alzó su pequeña manita enlazando su dedo meñique con el suyo—sólo nosotros.
Harry sonrió feliz.
Louis miró los brillos en sus ojos.
Ambos amigos acaban de tomar el papel para comenzar a escribir su pequeña historia.
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J U S T T O O Y O U N G
FanficHarry y Louis comienzan su pequeña historia desde niños, ambos pequeños entrelazan una amistad indestructible desde que tienen el uso de razón y se convierten en mejores amigos. Los años pasan y los sentimientos comienzan a florecer entre ellos, tra...