IV

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2001.

-¡Me habías prometido que ibas a ir!-

Gritó Louis realmente furioso, se cruzó de brazos sobre su pecho mientras clavaba la mirada sobre su amigo.

Se encontraban en la habitación del chico de ojos verdes, era mitad de invierno y hacía mucho frío para poder ir a su cabaña, aunque estuviesen hablando seriamente de llevar un radiador.

Harry se encogió al escuchar la voz realmente molesta de su amigo.

-Lo sé y lo siento, pero mis padres quieren que vaya con ellos, es la primera vez que Gemma consigue trabajo y quieren que cenemos todos juntos—dijo cabizbajo sin atreverse a levantar su mirada de la alfombra de su habitación—lo siento...-

Volvió a murmurar realmente apenado.

Había prometido a su mejor amigo ir a ver su partido de fútbol, el cual había conseguido ser titular con mucha dedicación y esfuerzo, y él se lo iba a perder.

Realmente se odiaba por ello.

Louis relajó su rostro y dejó caer sus brazos al observar a su mejor amigo, hizo una pequeña mueca al sentirse culpable.

No podía enfadarse con Harry.

-Hey-

Su mano sacudió sus cabellos, estos comenzaban a ser rizados y el ojiazul le fascinaba aquello, sonrió de lado al ver como los ojos tristes de Harry le miraban.

-No pasa nada, ¿vale?—dijo intentando que no se sintiese tan mal—todavía quedan muchos partidos en la temporada.-

Harry consiguió esbozar una pequeña sonrisa pero aún tenía esa falta de brillo en los ojos tan característico de él.

-¿Me dedicarás un gol si marcas?-

Preguntó esperanzado, y Louis no pudo evitar soltar una pequeña risita.

-Por supuesto que sí bobo, siempre te dedico todos mis goles-

Le dijo dándole un ligero golpe provocando una pequeña y risueña risita de su parte, la tensión e incomodidad del ambiente se había esfumado en cuestión de segundos.

Y es que era imposible que ambos mejores amigos pudiesen enfadarse por algo como aquello, el cariño que tenían ambos era más pesado que otra cosa.

-¿Tienes pijama?-

Preguntó esta vez el ojiverde recostándose en su cama, esa noche se quedaba Louis a dormid como era habitual y era costumbre que soliese olvidarse su ropa.

El mayor hizo un mohín con los labios.

-No sé para qué preguntas si sabes que no-

Dijo soltando una pequeña risita.

Caminó hacia el armario del chico de ojos verdes para coger algo de su ropa que solía quedarse aquí, hasta que frunció el ceño ya que había más ropa que en su propio armario.

-Harreeh deja de robarme la ropa-

Dijo realmente molesto, observó varias prendas que daba por perdidas y al parecer el rizado era quien las mantenía ocultas.

-Me gusta ponerme tus sudaderas-

Dijo encogiéndose de hombros con simpleza.

-Y a mí que te las pongas—dijo obvio—pero dios mío, aquí hay más ropa que en mi propio armario-

El moreno de ojos verdes soltó una risita al ver como el mayor rebuscaba entre su ropa hasta dar con unos pantalones de chandal y una camiseta.

La sonrisa de Harry se borró por completo al observar como comenzaba a quitarse la ropa que llevaba con total naturalidad.

Por primera vez bajó la mirada hacia sus piernas, analizando la curva de su espalda y su definida cintura, sin saberlo tragó saliva ya que un extraño calor comenzó a adueñarse de su cuerpo. La piel de Louis era bronceada y se podían admirar como su tripa había comenzando a desvanecer para formar un abdomen fuerte debido al deporte que hacía.

Realmente tiene un cuerpo bonito, pensó el rizado.

Harry entreabrió los labios totalmente embobado mientras el mayor subía los pantalones de chandal dando pequeños saltos.

Pero no fue hasta que se dio la vuelta donde sus ojos sin poder evitarlo miraron ahí abajo, la masculinidad de Louis se notaba en sus bóxers. En ese momento ese extraño calor en su cuerpo fue a parar a su entrepierna.

Frunció el ceño realmente asustado.

Nunca la había pasado esto, por la mañanas solía despertarse con un poco de dolor en su amiguito. Pero ahora no se acaba de despertar, y lo único que sabía era que aquello lo había provocado al mirar a Louis.

-Uhm...—se levantó de la cama con rapidez intentando taparse ahí abajo—voy al...voy al b-baño-

Y antes de que el ojiazul pudiese decirle algo vio como el menor corría afuera de la habitación dirigiéndose con rapidez al cuarto de baño.

Louis pestañeó un tanto confundido por esa extraña reacción y se encogió de hombros.

-Este chico cada día es más raro...-

Murmuró terminando de atar el cordón de su chándal, se cambió a una sudadera bastante ancha y dejó su ropa doblada a un lado del escritorio de Harry.

Bostezó un tanto cansado mientras esperaba a su amigo encima de la cama, observó algunas fotografías y dibujos que estaban colocados en la pared hasta que tras varios minutos la puerta volvió a abrirse con un sonrojado Harry.

-¿Estás bien?-

Harry mordió su labio inferior y caminó hacia él con demasiada vergüenza, algo que hizo fruncir el ceño a Louis. Se conocían de hace años y el rizado nunca había actuado de esa forma con él.

-¿Hazz?—volvió a llamarle mientras el otro se sentaba a su lado—¿estás bien?-

Volvió a preguntarle.

Harry le miró, sus mejillas estaban tan rojas que tenía miedo de que estallasen.

-Yo...uhm...—se aclaró la garganta—yo me he tocado...-

Louis seguía sin entender nada.

Se reincorporó en su sitio y le miró por unos segundos, el chico de hermosos ojos verdes tenía la mirada completamente adornada con brillos lujoriosos.

-¿Te has tocado?—ladeó la cabeza con una sonrisa curiosa—¿Te has tocado el qué?-

Y Harry sintió que quería que la tierra le tragase, estaba completamente avergonzado.

-Pues...—el menor dirigió su mirada abajo—ahí...me he tocado ahí.-

Louis pestañeó y dirigió sus ojos hacia donde miraba y soltó una carcajada al comprenderlo por fin, sin evitarlo abrazó a Harry por los hombros deleitándose con su inocencia y ternura.

-Oh Hazz—volvió a soltar una risita—no tienes de que avergonzarte, es completamente normal.-

El moreno de ojos verdes abrió los ojos totalmente aliviado y dejó soltó un pequeño suspiro.

¿Debía decirle que me había tocado al mirarle?, pensó Harry. Pero decidió que podría ser que llegara a molestarle a su amigo.

-¿Enserio?—preguntó un tanto aliviado—es que me dolía y...no sabía qué hacer-

Louis negó divertido y dejó un pequeño beso en la nariz redonda del chico de ojos verdes, el moreno se sonrojó aún más y observó como Louis volvía a recostarse.

-Tienes que explorar tu cuerpo Harry—comenzó a decir mientras ponía ambas manos detrás de su cabeza—según mi profesora de biología es algo natural en el ser humano, así que no te sientas culpable.-

A Harry realmente le alegraron aquellas palabras y se sintió completamente bien consigo mismo.

Se abalanzó hacia Louis quedando entre sus brazos mientras ambos reían suavemente.

Y como también era habitual se quedaron dormidos en los brazos del otro.

J U S T  T O O  Y O U N GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora