𝕮𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 17

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Narra _____

-¡Ya voy! -dije bajando de dos en dos los escalones para abrir la puerta que tocaban con insistencia.

Tome el pestillo de la puerta y sin pensarlo la abrí encontrándome con una Catalina y Luciana paradas frente a mi con una sonrisa adornando sus rostros. Mi mirada bajo disimuladamente hasta sus bolsas de dormir y un par de cosas más que no logré distinguir por el poco tiempo que vi esa parte.

Seguro se podía ver la sorpresa en mi rostro al verlas en la entrada de mi casa sin antes avisarme que vendrían (ya que no saben venir a visitarme casi nunca).

-¡No dirás nada! -Luciana fue la primera en hablar.

-¿Qué hacen aquí? -cuestione, no me podía quedar sin antes hacerles esa pregunta.

-Ay que amable eres _____ -bufo Catalina.

-No ves -Luciana levanto junto a Catalina sus bolsas de dormir-. Haremos una pijamada -sonrieron mostrando sus dientes.

Frunci el ceño confundida. Si no me dijeron nada.

-Ahh pero...

-Si, lo se, no te dijimos nada -me interrumpió Catalina al suponer lo que iba a decir.

-Queríamos que sea sorpresa -continuo Luciana.

-Si me tomaron por sorpresa chicas -intente mostrarles una sonrisa.

-No estás ocupada ¿o si? -cuestiono Luciana

-No, estoy libre -contesté desinteresadamente.

-¡Perfecto! Entonces haremos la pijamada -ambas entraron a la casa sin esperar a que yo les deje pasar.

No tuve de otra que aceptar la pijamada. Por una parte las pocas veces que hicimos pijamadas fueron muy divertidas, debo admitirlo.

-¿No creen que ya es hora de jugar un juego? -nos pregunto Luciana mirándonos a ambas.

-Si, ¿que jugamos? -respondí esperando alguna idea de parte de las que iniciaron todo esto.

-¡Verdad o reto! -se apuro en decir Catalina.

-No, es muy típico ese juego. Siempre lo jugamos -nego Luciana con una mueca.

-Es verdad. Solo somos tres -dije haciendo una mueca de lado.

-No hay otro juego que se me venga a la cabeza -volvió a hablar Catalina-, juguemos verda o reto, lo podemos hacer divertido -nos miro pícara

-Que más da -acepté.

-Esta bien -acepto Luciana resignada.

El juego comenzó. Las preguntas y retos se fueron dando, empezó tranquilo, ellas por el momento no se propasaban con las preguntas o retos hasta que de nuevo llegó mi turno de elegir entre esa dos opciones.

-Reto -elegí después de pensarlo unos segundos.

Ambas chicas se miraron con complicidad. Algo traman.

-Bien te retó a..., a que marques el número de tu amigo y le digas que lo amas -abrí los ojos como platos al escuchar eso.

-¡¿Qué, qué?! -salte mientras Catalina sonreía al igual que Luciana-. ¿A Izan?

-¿Tienes otro amigo? -dijo obvia la que puso ese reto, Catalina.

-Es un juego ya luego le explicas -se encogió de hombros la otra-. ¿O enserio lo amas? -esbozo una sonrisa pícara y me miro subiendo y bajando sus cejas.

Negue repetidas veces.

-No, es solo un buen amigo -respondí encogiendome de hombros.

-Bueno, entonces es un reto y tienes que cumplirlo si o si -se interpuso Catalina pasandome mi móvil que reposaba en la mesita de noche.

Tome mi celular y lo encendí aún sin saber si hacer la llamada o no, era un reto, un juego, como dijo Luciana, luego le explicaría a Izan el por qué le dije eso que tengo que decirle.

-¡Vamos _____! -insistió Catalina.

Ya que. Busque en los contactos el número de Izan y lo marque esperando a que contestara.

Un timbre y nada, al segundo tampoco, estaba a punto de respirar tranquila y mostrarles a las chicas que no contestaba y el reto se anularía o de otra forma cambiada por otro, pero no, la suerte no estaba de mi lado y a la tercera contesto:

-aló, _____ ¿qué pasó? -se escucho su risa por lo bajo

Trague saliva y fui al grano.

-Izan te amo

Dije sin más y antes de escuchar algo de su parte mi celular fue arrebatado de mis manos por Catalina.

-¡Reto cumplido! -me esforcé en decir ignorando el que me arrebataran mi celular.

-Ves, ni fue tan difícil -sonrio Luciana.

Si pero ahora que estará pensando Izan, pensé.

-Catalina ¿verdad o reto? -Luciana le preguntó siguiendo con el juego.

-Verdad.

-¿Es verdad que tú y Nicolás se besaron en la fiesta del domingo? -le pregunto y mis ojos rápidamente fueron a captar la respuesta que daría.

-¿Fiesta del domingo? -cuestione y ambas chicas me miraron.

-Si, una amiga me invitó a su fiesta de cumpleaños del domingo -respondió Catalina.

-Yo fui a una fiesta el domingo, debe ser una coincidencia no creo que sea la misma -le reste importancia ya que por ningún lado vi a Catalina en esa dichosa fiesta. ¿Pero y ese Nicolás del que hablaron? Seria mucha coincidencia...

-Seguro. La cumpleañera se llamaba Casandra -añadió sin importancia y me di cuenta que era la misma a la que yo había ido.

-Eso no importa. -nos interrumpió Luciana-. Es una verdad así que no vale mentir -se dirigió a su amiga.

Ella tenía una sonrisa que le delataba. En mi interior quería que dijera que no. Es el chico que me gusta y no podía creer que una de mis llamadas "amigas" lo haya besado.

-Si -contesto con esa simple palabra que hizo que mi sonrisa se borrara completamente.

Ambas saben que me gusta Nicolás, o recuerdo haberles contado en el pasado, pero de seguro se olvidaron.

-¡Cuenta! -dijo emocionada su amiga

-El me besó y debo decirles que besa muy bien -contó apuesto que recordando el momento.

Baje la mirada a mis pies, se que sonará tonto ya que él de seguro se olvidó de mi y no le importo, no somos ni amigos, pero en el fondo me dolió que se haya besado con alguien más y peor si ese alguien es una "amiga".

-¿Solo paso un beso? -pregunto con picardía Luciana

Levante la mirada al escuchar esa pregunta.

-Solo es una pregunta -espete adelantándome a la respuesta que no deseaba saber y ambas mi miraron sorprendidas por mi reacción -. Mañana hay clase y ya se nos hizo tarde -baje el volumen de mi voz poniendo esa excusa y disimulando una sonrisa.

Se levantaron de mi cama quejándose de que era muy temprano pero por lo que me enteré ya no quería hacer nada más que meterme a mi cama y tratar de olvidar lo que escuché.













𝐌𝐞 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora