XXVII. Ella estorba

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Alessandro abandonó la habitación dejando a la omega con un agotado Harry. Ella lo vio y no evitó sonreír.

-Parece que no has dormido bien -dijo Camille.

-Llevó días sin dormir bien -respondió Harry.

-Bueno, trabajaremos en tu pieza, así si te da sueño puedes dejar el trabajo y dormir, ¿te parece?

Era absurda la idea de Camille pero Harry era demasiado amable para descartarla.

-Vale -respondió.

-Bien, sube que en unos minutos te llevo las cosas.

Harry se retiró sin decir nada, estaba cansado.

Camille buscó a Marissa para que les subiera el desayuno y le indicara donde estaba el estudio de Harry.

A Marissa no le gustaba la llegada de Camille, para nada. Pues, la vieja beta era muy intuitiva y sentía que no por nada Alessandro había llamado a una joven omega habiendo tantas personas en el mundo para ayudar a Harry. Una mujer omega solo empeorará las cosas.

Camille se fue por los pasillos en busca del estudio. Cuando llegó entró y comenzó a tomar todo lo que cabía en sus manos, entonces tomó un cuaderno de cuero del cual resbaló una hoja y cayó al suelo. La omega, con dificultad se agachó para levantarla. Se trataba de uno de los diseños de Harry con una muestra de la tela y una descripción.

La omega llevó todo hasta la pieza de Harry mientras aquel alfa se encontraba en el pequeño balcón que ésta tenía sintiendo el ligero viento que hacía esa mañana.

Marissa llegó al mismo tiempo que Camille por lo que en la mesa de la habitación pusieron primero el desayuno.

Harry no tenía mucho apetito, solo sentía un cansancio que le quitaba las ganas de todo. Quería estar acostado, quería descansar pero no podía, si cerraba los ojos para intentar dormir su mente no dejaba de presentarle recuerdos de todo tipo, sus pensamientos iban rápidos, su mente no paraba y Harry, de ella, no podía huir.

-Pensé que tendría mucho trabajo al ser tu asistente -Camille había decidido interrumpir el silencio-. Vi uno de tus diseños y es realmente bueno, pero de cualquier manera puedo ayudarte con lo que gustes, además Frida llegará en un par de horas.

Harry sonrió, solo tomó un poco de té.

Marissa llegó para llevarse los restos del desayuno y vio a Harry perder su mirada por la ventana.

-Sería buena idea que tomes un poco más de té, Harry -le dijo Marissa en italiano.

-Gracias -le respondió Harry en inglés.

Camille solo los vio.

-Más tarde te traeré un poco más de té.

Marissa se retiró despidiéndose sólo de Harry.

Al salir la beta, Harry volvió a perder su vista en la ventana, Camille sólo invadía su espacio personal.

Trató de concentrarse para sentir a su omega.

Louis sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo y sintió el pulso en su marca mientras su corazón daba un vuelco, por su mente cruzó su amado alfa, Harry, quién hace mucho tiempo que no era el protagonista de sus pensamientos.

En esos momentos él se encontraba tomando el desayuno solo, en la habitación de hotel así que sacó su móvil y llamó a Danielle.

La pequeña omega ya estaba en casa y con Freddie así que no dudó en tomar la llamada.

-Hola, Louis -dijo Danielle.

En esos momentos la omega se encontraba en el comedor con el pequeño Freddie en sus brazos.

-Hola, Dan. ¿Estás con Freddie? -le preguntó, Louis.

-Aquí está conmigo.

Danielle enfocó la cámara en Freddie y al momento presenció algo que parecía un milagro, el semblante cansado y sin alientos de Louis se había iluminado, una profunda felicidad lo había invadido. Probablemente lo que había investigado Danielle sobre los hijos en el lazo sí tenía razón.

Louis pasó un tiempo agradable haciéndole cariños a su pequeño cachorro hasta que llegó Bryan. El alfa le pidió que saliera porque irían a comer y después a las pruebas de sonido.

El omega no quería colgar, se sentía satisfecho viendo a su nene y una cálida sensación le abrumaba los brazos pero tenía que irse.

-Hoy es el último concierto, aquí en Londres, mi hermana vendrá y quería saber si tú también podías venir -era notable la felicidad de Louis, su corazón estaba alegre.

-Está bien, claro que iré -sonrió Danielle.

-Bien, te veo más tarde.

La videollamada terminó, Danielle pudo notar que el humor de Louis mejoró notablemente al ver a su cachorro por lo que, probablemente, lo que había visto en aquel video era cierto. ¡Funcionaria con Harry! Tenía que.

Bryan iba con Louis en el auto camino a la arena, aún faltaba un poco para llegar y el alfa comenzó a sentirse ansioso, movía sus piernas y jugaba con sus manos.

Louis notó el comportamiento extraño de su manager y le preguntó si se encontraba bien y él sólo asintió.

Al llegar a la arena Bryan se desapareció y Louis se quedó con su equipo para las pruebas.

-Mark -llamó Louis a uno de sus compañeros de trabajo.

-Dime, Louis -contestó el beta.

-Quita el playback por ahora, quiero intentar con mi voz -pidió Louis.

-Pero el jefe dijo...

-Mark -lo interrumpió el omega-. Yo soy el jefe.

Mark hizo lo que se le pidió y procedieron.

Louis se escuchaba muy bien, se sentía muy bien.

Al terminar la prueba Louis se fue al camerino, se relajó y se durmió un poco.

Harry estaba en el balcón de su habitación, estaba sentado ahí mientras Camille estaba sentada junto a la mesa, el alfa había marcado esa distancia, aunque no se sentía a gusto, era apropiada.

El viento fresco empezó a soplar llevándole a Harry un ligero sueño desde Reino Unido.




























Holaaaaaaaaaaa mis amores, cómo están? Ya he vuelto, espero les guste.

Our Little SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora