7. ¿Todavía No Termina?

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La mañana siguiente me costaba abrir los ojos, me pesaban tanto que podía jurar que los había pegado con resistol permanente. Después de la milésima vez que sonó el despertador marcando las 9, sin despejar la vista me estiré hacia la mesilla de cama para apagar el ruido y seguir durmiendo. Cuando giré todo el cuerpo hacia el otro lado, fue una gran sorpresa ver a Caleb sentado en mi viejo sillón junto a la ventana.

-¡Caleb! ¿Qué haces aquí?- Dije exaltada y cubriéndome hasta el pecho con la cobija.

-¡Al fin despertaste!- Dijo con alivio- Pensé que nunca lo harías.

-¿Qué? ¿Desde qué hora estás despierto? A caso no duermes… O más bien, ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Lo suficiente como para verte babear y hablar sola mientras duermes- Bromeó al respecto en forma burlesca-¡Corre! ¡Ya levántate!- Continuó animado- Te llevaré a un lugar y necesito que estés lista… a la de ya- Terminó por decir mientras veía la hora en su reloj.

-¿Piensas quedarte aquí?- Pregunté intrigada-… Alguien podría verte.

-Y si lo hacen ¿Qué?... No me harán nada- Contestó alzando los hombros ligeramente de forma despreocupada.

Caleb la mayoría de las veces era tan engreído que me irritaba, pero después sonreía y regalaba esa mirada de tranquilidad que me olvidaba por completo de sus comentarios estúpidos. A pesar del poco tiempo que tenía de conocerlo, estaba segura de que ya podía identificar cada uno de sus movimientos.

Al terminar de alistarme sin mucho esfuerzo, ambos nos escabullimos por los pasillos hasta adentrarnos al bosque. Al estar en el fondo, Caleb comenzó a adelantarse y yo no dejaba de preguntar a dónde nos dirigíamos. Él siempre contestaba – Sigue caminando y lo sabrás.

Después de unos minutos de insistencia, llegamos a la orilla de una pequeña cascada. Él ya tenía preparado un pequeño picnic para ambos con bocadillos y una manta, justo como en las películas. Por un momento me quedé tan sorprendida que no podía pronunciar una sola palabra, me senté sobre la manta y el hizo lo mismo a mi lado. Comenzamos a comer y después a platicar el uno con el otro acerca de cualquier cosa.

En el transcurso de nuestra reunión nos recostamos por un rato para ver entre los troncos largos y erguidos los brazos tenues del sol que se  deslizaban entre ellos dándonos un espectáculo de en sueño.

Inesperadamente, tomó mi mano rápidamente y con agitación. Sentí un hormigueo recorriéndome por todo el cuerpo, giré la cabeza para poder verlo a los ojos y ponerme al tanto de sí él podía sentir lo mismo.

Caleb se acercó a mí lentamente, y esperando que me besara cerré los ojos. Y sí, me besó… ¡En la frente! ¿En la frente? ¡Qué le pasa a este hombre!- pensé con desespero- Sonreí patéticamente y volteé la vista nuevamente hacia el frente, estaba sumamente nerviosa… Tanto que si me paraba, no podría sostenerme en ambas piernas.

-Tienes que prometer una cosa- Dijo Caleb casi en susurro- debes prometer que este lugar solo será tuyo y mío…

-Lo prometo- Le comenté.

Él me tomó de la barbilla para que lo mirara de nuevo y dijo en tono serio- No, en serio Asura… Sólo tuyo y mío.

Observé minuciosamente sus labios y después sus ojos, acaricié su rostro y lo besé en los labios de manera fugaz.

-Tuyo y mío- Finalicé. 

PODRÍAS SER TÚ ♥[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora