time to pretend | lrh

twenty three✦

— ¿Te habías acostumbrado a estar aquí, Luke?

Su voz es calmada al hacer esa pregunta, pero su cuerpo por cómo está reposado en la pared me dice todo lo contrario, está tensa, me atrevo a decir que hasta nerviosa.

No pienso tanto en su pregunta, es como si la respuesta estuviese en la punta de mi lengua, pidiendo a gritos por ser escuchada.

—No al lugar... sino a las personas —susurro, quieto, quizás adoptando el comportamiento fingido de Stevie.

Sus ojos cafés me ven con sorpresa, su boca rosada y rellena hace una O y al instante sus cejas se fruncen y sus mejillas se sonrojan.

Me ha privado de verle a los ojos al momento en que baja la mirada con pena, quizás no debí haber dicho aquello, pero no pude contenerlo, deseaba ver una reacción como esta de su parte, me pregunto qué es lo que estará pensando, ¿Cuáles serán las locas ideas que hacen que sus mejillas sigan rosadas y no quiera verme directamente? No puedo evitar querer sonreír, ¿Qué es lo que estás haciendo, Stevie?

Y como si nada hubiese pasado, ella vuelve a verme a los ojos con esa mirada tan brillante.

—Te dejaste una gorra —suelta con los hombros erguidos y la barbilla alzada. Mi expresión cambia drásticamente a una confusa mientras la observo colocarse justo enfrente de mí.

— ¿Eh? —Musito. La analizo por completo, no entendiendo el cambio tan drástico de tema. ¿Me está evitando?

—Cuando te fuiste, hallé una gorra tuya debajo del sofá, la guardé —explica rápido y asiento lento.

¿Es esto lo que quieres, Stevie?

Suspiro y le sigo la corriente.

— ¿Es una negra con el logo de Nike? —pregunto interesado y asiente, una expresión de agobio se ha marcado en su cara, dándole ese aspecto tan tierno que suele poseer cuando se lo propone.

No sé qué hacer, Stevie me deja varado, complemente perdido, es la primera vez que siento algo como esto, me hace sentir más de la cuenta, hace que me importen cosas que ante ni siquiera prestaba atención, detalles tras detalles que antes ignoraba. Me hace perder la cabeza y no sé si es su intención siquiera.

— ¡Ustedes dos! ¿Quieren? —Nos grita Hilary desde el otro extremo, mientras nos muestra un tazón de frituras. Observo a Stevie, quien la ve esperanzada e inmediatamente sé que usará esta oportunidad para escapar.

—Luego, Stevie me tiene que regresar algo —Hablo antes de que ella lo haga, puedo sentirla tensarse.

Sus ojos regresan a mí con confusión, sé que sus amigos nos ven disimuladamente, pero eso no me importa en lo más mínimo, solo puedo centrarme en ella.

—Mi gorra —le recuerdo en un susurro para que reaccione, Stevie parece no entenderlo del todo, sin embargo se encamina hacia la puerta de su habitación. Le sigo dejando un poco de distancia entre ambos, pero no lo suficiente porque el olor de su shampoo y el perfumen que usa inunda mis fosas nasales.

Entro primero, me permito ver todo a mi alrededor, recordando el aspecto de la habitación de Stevie, la última vez que estuve aquí ambos fingíamos ser novios y esa vez no tuve tiempo de analizar cada detalle en el lugar que lo hace ser tan de ella, como por ejemplo: las polaroids pegadas en filas en la pared en lo alto de su cama, las lianas de plantas artificiales en las esquinas, cómo el color amarillo es el que predomina y las estrellas fluorescentes pegadas en su mesa de noche.

Todos esos detalles me trasmiten calor, no sabría cómo explicarlo.

—La gorra la tengo acá.