AMELI.
Las olas mojan mis pies una y otra vez en cada una de sus idas y venidas. Las olas jalan la arena arrastrándola hacia adentro por un momento para después con toda su fuerza arrojarla hacia afuera, expulsándola como si no la deseara dentro de sí. A lo lejos se escucha el atronar de la fuerte ola contra las rocas bañando todo a su alrededor con una refrescante brisa. El sonido de las olas es fuerte, es hermoso.
No tengo ánimo para levantarme. Solo puedo mirar hacia la enorme extensión de agua que esta frente a mí. Mí antiguo mundo todo lo que conozco está ahí y no puedo regresar. El mundo de donde tuve que huir. Los niños humanos entran corriendo hacia el mar enfrentado las fuertes olas y recibiéndolas con todo cuerpo, dando gritos de alegría, otros arrojándose hacia ellas. Adentro en lo profundo algunos humanos de más edad, adolecentes, se divierten montando las imponentes olas en tablas de madera o a toda velocidad en unos aparatos que al parecer les llaman motos acuáticas.
Inspiro hondo tanto aire como puedo hacia dentro de mis pulmones para después expulsarlo con fuerza hacia afuera al igual que lo hace el mar con la arena. Parece que me eh acompasado casi por completo a su ritmo. No puedo evitarlo. Lo extraño.
Extraño no solo el mar, también a mi padre, mi antigua vida. Todo lo que era, pero que ya no puede ser. Miro el brazalete de perlas que mi padre me entrego justo antes de separarme de él. Me pregunto si estará bien. ¿Si logro escapar del ejército de Atlimus? El nuevo rey de mi raza. El motivo por quien me vi obligada a abandonar todo lo que conocía.
Nuevamente una ola rompe contra la costa mojando todo incluida yo a su paso. Me recuesto en la arena y miro hacia el cielo azul. El ardiente sol baña todo con su luz y calor. Se siente muy distinto sin la capa de agua que cubría mi piel, ahora tan delicada y suave como la de cualquier otro ser humano. Como cualquier otro de los humanos a mí alrededor. Oigo el sonido del mar como fondo, es increíble como el mundo cambia de un lugar a otro. Los sonidos se perciben distintos, los sonidos son distintos. Escucho el caminar de alguien sobre la arena entonces veo los pies de alguien que se detiene junto a mí.
Te encuentras bien Ameli – sonrió, es una voz que me encanta escuchar, uno de los pocos recuerdos mi mundo, al igual que el brazalete de perlas de mi padre. Diumo, el triton que me acompaño. Que no tuvo miedo a enfrentarse al rey y me ayudo a escapar junto con Muzo de quien no hemos sabido nada desde hace tres semanas que salimos a tierra firme.
Si, estoy bien Diumo, no te preocupes – miro hacia él, tiene sus hermosos y ahora grises ojos fijos en el océano frente a nosotros – ¿donde está David?
Esta por allá – dice señalando hacia atrás con su mano – está buscando algo para comer. Dijo que tiene hambre.
Estiro mi mano hacia Diumo quien pronto la toma y me ayuda a levantarme del suelo. Apenas estoy de pie comienzo a sacudir la arena de mi espalda y ropa. Entonces David se acerca con unos pequeños platos comestibles con unos cuantos camarones decapitados y sin su coraza externa encima además de algunas otras cosas, me ofreció una pero apenas la vi la rechace, Diumo si tomo la que le ofreció a y pronto la estaba comiendo.
Debes de comer algo Ameli – dice David y me muestra la comida que acabo de rechazar.
Es cierto – agrega Diumo hablando con la boca aun llena de comida humana – debes de comer algo. No puedes estar así.
Miro de nuevo la comida, pero aunque tengo hambre y aunque ya casi no pueda comunicarme con los animales como antes, aun me es muy difícil comerlos. Por un momento lo dudo pero tomo el platito comestible de la mano de David quien sonríe apenas lo tomo.
Si no quieres los camarones permite que yo los coma. – dice Diumo alegremente mientras delicadamente los toma con su mano dejando todo el resto de comida en mi mano.
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BESTIA
FantasyAmeli se ha convertido en humana, junto con Diumo el joven triton que con ayuda de Muzo lograron alejarla de Atlimus el rey de la Ciudad de Altim la ciudad de las sirenas. con su padre perdido y sin saber nada de el. esta atrapada con los demas h...