Un espejo para Narciso (YOONMIN) PAUSADA

Capítulo 12

El guardaespaldas de Jimin fue quien condujo, mientras Yoongi, Jimin y el hermano del primero estaban en la parte trasera.

Jimin quien estaba en medio de ambos hombres observo al chico de piel cálida completamente pegado en la ventanilla.

— Pensé que eras hijo único—. Dijo a Yoongi.

— Lo soy—. Respondió como si nada observando también al chico. —Deja de actuar como idiota y ve al frente—. El hombre que escucho su voz simplemente se sentó con la espalda recostada a la pared y los ojos viendo a la dirección que pidió y a Jimin le fue imposible no sentirse mal por este.

— Mi tío tuvo un hijo bastardo, su madre se lo tiro en la puerta de nuestra casa cuando nació, pero es un idiota así que estaba en una casa para personas con sus problemas, pero suele comportarse mal para que yo tenga que ir a buscarle, así que estará una semana con nosotros—.

— ¿Siete días?—. Pregunto aquel chico con emoción y es que bueno, siempre lograba solo un día antes de que Yoongi se hartara y volviese a enviarlo a ese lugar que poco le agradaba, le trataban bien, pero estaba solo y no le gustaba.

— ¿Y cómo te llamas?—. Pregunto Jimin.

— Namjoon—. Respondió el chico sin siquiera observarle.

— ¿Y cuántos años tienes Namjoon? Yo me llamo Jimin y tengo 25—.

— Oh ¿25? Tengo 26, dime hyung—. Jimin sonrió observando a Yoongi más que nada asustado de obtener alguna represión por este, pero en realidad el hombre estaba completamente desinteresado en ellos dos.

— Bien, hyung, ¿te acuerdas del perrito que tenías? ¿Dónde está?—. Yoongi ahí si presto atención para colocar su mano en la pierna de Jimin atrayendo toda su atención.

— ¿Quieres que se lo devuelva?—. Pregunto a Jimin quien llevo sus ojos a esa pálida mano acariciándole, quería quitarla, pero se obligó a no hacer nada.

— Si—. Fue lo único que dijo.

— Bien, convénceme de ello—. Jimin le observo un miedo y Yoongi pareció notarlo, por lo mismo solo se forzó a sonreír para ocultar la rabia que le provocaba la expresión aterrada de Jimin.

— ¿Qué debo de hacer hyung?—.

— ¿De verdad? Eres un tonto ¿Harás algo por una chica que genero todo esto?—.

— Solo devuélvele su perro—.

— Bien lo haré, pero iremos a una pequeña fiesta ahora, haz que mi hermano se porte como alguien normal y le entregare el tonto perro a esa chica—.

— Pero soy normal—. Jimin pudo escuchar el tono bastante bajo de Namjoon, parecía sentido, pero simplemente apretó sus labios quizás para no sollozar.

...

El silencio estuvo en todo el camino, cuando el auto se detuvo Jimin pudo ver a Yoongi temblar un poco.

— A hyung no le gusta cuando hay muchas personas—.

— Pues entonces vámonos a casa—.

— Debo firmar algo—. Se limitó a decir el hombre. — Vamos, compórtense, ambos—. Sentención centrado sus ojos en su hermano, quien asintió, era evidente que le temía.