𝑳𝒖𝒄𝒆𝒔 𝒆𝒏𝒄𝒆𝒏𝒅𝒊𝒅𝒂𝒔༄ ᶠʳᵃᶰˢ

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Se sentía confundido, no tenía idea de la situación en la que estaba, aunque era claro que la excéntrica flor había convocado a la demonio con el fin de manipular al joven y así tomar su alma y de esta forma salir hacia la añorada ❝superficie❞.

Incluso llegó a perder la noción del tiempo, hace rato el día remplazó la noche y lo más probable es que Toriel lo estuviera buscando con ayuda de alguno que otro monstruo de las ruinas, pobre de aquella mujer.

Pero para su propia desgracia, el joven ya tenía dos problemas a una demonio similar a él aparentemente desagradable y una flor parlante que hace rato había enroscado sus raíces y tallo en la pierna del chico, para de esta forma mantenerlo a raya para su conveniencia.

Pero aún no se regresaría, estaba en medio camino hacia el exterior de las ruinas y debía continuarlo por la razón inicial que lo tentó a escaparse de su hogar... Aquel hombre, por alguna razón su propio ser lo incitava a ir detrás de él, quizás conocerlo.

Entonces continuó con su camino, hasta encontrarse unas puertas grandes, y así supuso que aquello sería el final de las catacumbas.

Alzó su mano para abrir la puerta, pero se detuvo, un sabor amargo apareció en su boca. Algo andaba mal.
Le daba malas vibras continuar, incluso pensó en devolverse, pero la presión mental que ejercían la chica y la flor sobre él lo hicieron continuar.

Posó un pie fuera de las ruinas, parecía ser nieve lo que era dando un ambiente invernal.

Posó su otro pie poniéndose totalmente fuera, y justo en ese momento un hueso atravesó su abdomen, perforando sus huesos, carne, entrañas y piel.

━ ❝ ¿Pero qué mierda? ❞ ━

Habló confundida la flor, mientras que por otra parte la chica ni se inmutó, ya conocía ese ataque y a quien le pertenecía, pero si le hacía desilusión el hecho de que su plan halla fallando tan rápido, claro, ya se lo esperaba, pero no que el joven fuera a morir tan rápido.

━ ❝ Sans, cuando se de carne y hueso te mataré, tal como tú lo hiciste conmigo. ❞ ━

Habló con frialdad la demonio, puesto que el hombre había frustrado su plan y el de la flor, aunque sabía que este no la oiría o vería, era como hablarle a la auténtica nada.

El albino atacó sin siquiera analizar la situación, puesto a que no se había fijado si tenía heridas o rastros de polvo.

Pero al darse cuenta de que el joven estaba impecable se arrepintió, además, no quería que todos aquellos que pasaran vieran un cadáver humano, no, mucho menos su hermano.

Entonces tomó la decisión de llevarlo a su casa, y poder curarlo.

¡Hey, hey, hey!, Aquí admin Caecus actualizando para Año Nuevo.
Me disculpo por mi inactividad.

Ojalá la estén pasando de maravilla.

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¡Soy novato¡