–Para alguien tan dulce como Yang Heechan.
Nuestros dedos entrelazados, fríos por el manso viento helado y aquellos copos de nieve que decaian suavemente en un compás inigualable y a la vez lindo entre nosotros dos, además de tener las manos unidas, algo más existía y era eso, eso que solo nosotros dos podemos crear en un ritmo inigualable, siendo yo el responsable de su latir y así vice versa, creando una hermosa canción de amor producida por estos aniñados corazónes enamorados. Ambas miradas se entrelazan, expresando más que un "Especial", porque nuestro tacto acontece lo caliente que se estimula nuestras pieles, que se encuentran nerviosas, sin necesidad de guantes, porque así se transforma más íntimo y dulce.
Caminado por abajo de la nieve, jugando solo los dos, sin necesidad de terceros que interrumpan nuestra burbuja de calor y algo más, porque así es estar con Heechan, un pequeño mundo adentro de otro lleno de canciones, lluvias de flores en un cielo naranja y cuerpos abrazados ofreciendo el calor que necesita cada a uno. Heechan me hace sentir como:xbbxidhusañ y si, no tenie sentido pero así es exactamente, algo difícil de definir pero se sabe muy bien que adentro de uno, es inmensamente grande y a eso le apodan los adultos "amor".
Heechan decide parar de caminar y sentarse en un banco, para luego descansar en una de las bonitas plazas de Seúl cerca a donde se encontraban las dos progenitoras de ambos charlado tranquilamente; para después dejar a primera vista aquellas rojas mejillas y punta de nariz descubiertas, dando aquel toque tierno o bonito en él.
El silencio nos acompaña amigablemente, creando un aura tranquila e amena sin ayuda de apuntar a una conversación, convirtiéndose solo en el silencio y nosotros dos. No obstante, cuidadosamente saco una pequeña cajita del bolsillo de mi abrigo y con cuidado la dejo entre sus manos heladas que estaban en forma de canasta, listas para recibir mi pequeño regalo.
– ¡Espero que te guste Channie, feliz navidad! – Sonríe dulcemente, mostrando alguno de sus dientes caídos.
– Gracias noona, y feliz navidad~ – simpatiza cariñosamente.
Las chiquitas manos de Heechan fueron abriendo rápidamente el presente, exponiendo dentro de la cajita celeste una pulsera trenzada color rojo y blanco, con su nombre pero al lado una decoración de un muñeco de nieve y un corazón.
– ¿Te gustó? Lo hice yo. – expresa orgullosa.
– ¡Me encanta!
Los brazos de Heechan me envuelven como un regalo, permitiéndonos sonrojarnos por aquello tan dulce como la miel, esa conexión característica que aceptamos en silencio y procuramos mantener así de bonito.
– Te amo Baekmoon noona.
Ese sonrojo que apareció debido al frío en el chico, ahora se convirtió en un rojo fuerte pero solo en sus perladas mejillas
repletas de vergüenza inocente, colmadas de amor sublime.– Te amo para siempre Chan, ¡Muñeco de nieve!
– ¡Yo igual, señora moon!
Y no era necesario juegos para divertirnos o cuando nos sintamos solos un hogar, pues todo sé cumplía con la presencia de los dos, cuyas horas pasaban como agua entre los dedos, de diversión y una buena pizca de amor. Dejándose abrazar por el calor, afirmando que son un hogar, ese hogar que ante todo está, sea invierno o verano.
☃️☃️
La tarde era maravillosa, acompañando un sol suave y tenue que acariciaba el hermoso parque repleto de nieve, con niños y niñas jugando con está, creando muñecos o angeles de nieve.
Pero la preocupación amenazó sigilosamente a la pequeña, porque recordó "Mamá ¿En verano hay muñecos de nieve como Heechan?" recibiendo como respuesta en un tono dulce "No, cariño" y así su corazoncito lloró aquella noche de verano, con miedo de que cuando finalice el invierno, luego toque puerta la primavera y su amigo le visite como ya es costumbre, se derrita y no exista esa persona que produce dolores de panza y sonrojos en ella.
– Señorita moon... ¿Porqué lloras?
– Channie, no quiero que te vayas o te derritas, yo te amo mucho.
La pequeña nunca había visto una sonrisa tan bonita como la de Heechan, que demostraba eso que no se habla ni se define.
– Ven, vayamos bajo cero y escondamosnos del sol.
– Y rompamos el polo norte para mudarnos solo los dos.
Sin cautela, el pequeño aferra las cortas manos de Baekmoon y se ponen a correr para terminar atrás de un gran árbol decorado por los grumos de hielo.
– Tus lágrimas parecen de nieve noona, pareces un muñeco de nieve.
Los deditos frios del niño acarician y limpian las afables mejillas mojadas, expresando en el rozar el mayor cariño posible para que la chica sesé su llorar.
– Chan, no te vayas.
– Quiero que sepas que nunca me iré porque soy tu nieve. – Acarucia las diminutas manos.– Hasta que la muerte nos congele, noona.
Y en ese momento Baekmoon comprendió que Heechan siempre estaría con ella como también en su corazón, sin necesidad de encontrarse juntos, debido a que Heechan como prometió, siempre va a ser su chico de nieve y nunca jugará con un charco de hielo derretido, porque estará jugando con él.
»En Corea ya se cumple nuestro primer aniversario con DKB, así que este es un pequeño regalo de mi parte como BB.«
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snowman ➭heechan
Fanfiction» Soy tu muñeco de nieve y tú mis copos helados, que calientan de una manera tan única, provocando tanto calor que me derrite este pequeño y pálido corazón lleno de amor debido a vos y a tu hermoso corazón. « -yang he...