Sentimientos por tí/BokuAka & KuroKen

Capítulo 8/desenlace 2.2

Narradora P.O.V

Pero se arriesgó.

- M-me megustasmuchoAkashe- tiró rápido, mientras se escondía en sus rodillas con un fuerte sonrojo en su cara.

- ...Bokuto-san no lo entendí, ¿podría hablar un poco más lento?

Bokuto quería que lo tragara la tierra, ¿acaso Akaashi no pudo entenderlo ni siquiera un poco? Porque al menos podría haber entendido la palabra “gustar” y asimilar las cosas, porque no es como si Bokuto intentara ocultar lo que sentía hacia el otro, no es como si esos “roces accidentales” en realidad fueran intencionales y muchas más cosas así, pfff no.

Aunque, a pesar de todas las indirectas que le mandaba al otro, Bokuto no percibía que Akaashi las correspondía. Por ejemplo, que quedaba más tiempo pegado a él en un abrazo de lo que debería, Akaashi podría fácilmente decirle que le quite los brazos de encima pero nunca lo hacía. También, Akaashi seguía el juego del otro sin que este se diera cuenta, como cuando Bokuto lo arrastró a que le explicara un ejercicio que en realidad ya había resuelto (y que Akaashi lo había visto) para pasar más tiempo con él. Todo esto y algunas cosas más, por alguna razón, Kōtarō no lograba darse cuenta si Keiji lo hacía con otras intenciones o simplemente estaba siendo amable. Tontamente, siempre llegaba a la segunda conclusión.

¿Debería repetírselo o solo está jugando conmigo? No no no no creo que Akaashi sea capaz de jugar con los sentimientos de alguien, Pensó.

Llegó a la conclusión de que debería decírselo, si tanto le gustaba entonces sería valiente y se lo diría, otra vez.

- Bokuto-san, ¿está ahí verdad?- 

Bokuto abrió la boca para hablar pero no podía, carraspeó una vez e intentó tranquilizarse. Vamos Kōtarō, tú puedes, no hay nada que no logres hacer, ¡Vamos!

- Akaashi- el menor se sorprendió,¿había dicho bien su nombre? Esto es serio, pensó-… Me gustas mucho, muchísimo, Akaashi.- dijo con tranquilidad, ya la tormenta después vendría se dijo.

Del otro lado, Keiji estaba perplejo, no por saber que el mayor gustaba de él, si no en la manera en que lo dijo, demasiado concentrado (o eso parecía) para ser Bokuto. Una concentración que solo se sentía en la cancha, cuando jugaban con todo lo que tenían, cuando no querían fallar. 

La persona que le hacía latir el corazón a mil por hora se le había declarado, encerrado en un baño, en los vestuarios de la escuela casi vecina.

Tuvo que parpadear varias veces para salir de su estado de shock. Se agarró la remera en dónde estaba su corazón y se sorprendió, wow, sí estaba latiendo con fuerza, se le podría salir ahí mismo pensó.

Relájate, Keiji. Inhaló y exhaló varias veces para poder calmarse.

- Bokuto-san… abra la puerta por favor.- dijo dificultosamente. Estaba desbordando de amor, no se dió cuenta pero tenía una sonrisa, aunque pequeña, deslumbrante.

Bokuto, que estaba dentro ya lagrimeando pensando en que Akaashi se había tomado tanto tiempo para pensar las palabras con las que lo rechazaría, se sorprendió un poco por su petición. Estiró un poco el brazo, aún sentado en el piso y destrabó la puerta, pero sin abrirla.

Keiji entró sin previo aviso, y con rápidos movimientos, se arrodilló al lado de Bokuto y le pasó sus brazos por la cabeza, atrayéndolo hacia su pecho.

Bokuto abrió sus ojos tan grande cómo los de un búho. Luego de unos segundos, separó un poco a Akaashi aún con su cara de sorpresa, girando para que sus ojos ambarinos se posaran sobre los azules del otro, buscando explicaciones.