20. El chico de azul -Mewgulf- Terminada

Siete

Gulf estaba muy molesto con Mew y no podía sacárselo de la cabeza por más que quería olvidarse del asunto y odiarlo.

Este lo había hecho sufrir por su jersey, sabiendo el cariño que le tenía pues había podido evitado pero no lo había hecho.

Gulf no podía dormirse, así que salió a despejarse de nuevo una noche más y aunque quiso evitarlo y luchó contra sí mismo, terminó de nuevo frente al edificio de la habitación del mayor.

Mew muy triste estaba tocando y cantado una dulce y melancolía canción y entonces, el moreno se sentó en la piedra y lo escuchó atentamente hasta que este terminó.

Una vez más, la hermosa voz del mayor había conseguido emocionarlo y evadirlo de todos los problemas y tristezas, era como magia y no conseguía explicárselo pero de repente, su enfado ya no estaba, se había esfumado y solo sentía una increíble paz.

El moreno regresó a su habitación y vio que su compañero y amigo dormía plácidamente, así que muy sigiloso se puso el pijama y se tumbó en la cama, donde rápidamente se quedó dormido casi sin darse cuenta.

A la mañana siguiente, los tres amigos volvieron a la cafetería como cada día, entonces Gulf buscó con la mirada al guapo mayor por toda esta pero no lo vio.

A la hora de la comida, volvió a buscarlo entre las caras de los demás estudiantes de la Universidad pero Mew no fue a comer al comedor.

De repente, Gulf se sintió muy culpable por haber dicho lo que le dijo y tomarla con él, entonces se puso a pensar y recordó que algunas veces lo había visto en la cafetería y en el campus, sólo, tranquilo, leyendo o tomándose algo y además, se dio cuenta de que un chico así y con esa increíble voz y ese talento no podía ser malo, ni ser un pervertido.

El moreno reparó en que quizás se había precipitado en juzgarlo y pudiese ser que realmente este le dijese la verdad y no lo había creído, ya que él no solía cruzarse con ese tipo de chicos, tan sensibles y tímidos.

...—Genial Gulf, te has lucido—se regañó a sí mismo mientras resignado y muy triste volvía a sus clases.

(...)

En la tarde, Kao observó que Mew no iba camino de la cafetería como hacían habitualmente, este estaba extrañado pues no lo había visto en el desayuno, ni en la comida, así que corrió a su encuentro.

...—Hey amigo, ¿a dónde vas con tanta prisa?, la cafetería es por allí.

El mayor que se había parado al escucharlo, lo miró serio y luego siguió su camino.

—Oye pero, ¿Qué es lo que te pasa?, ¿Tienes algún problema?, Cuéntamelo, quizás pueda ayudarte. Somos amigos— le dijo Kao mientras lo agarraba del brazo.

Mew suspiró y lo miró fijamente.

—¿Quieres toda la historia o la versión resumida? — preguntó resignado.

Su amigo rodó los ojos.

—Habla

—Bueno emm...en resumen, me gusta un chico y la he cagado.

Kao arqueó sus cejas sorprendido.

—¿Cómo qué te gusta un chico?, ¿Desde cuándo?, ¿Quién es?, ¿Lo conozco?, ¿Cómo qué la cagaste?—empezó a preguntar desesperado por saberlo todo.

El estudiante de música se encogió de hombros y resopló.

—Vamos a tu habitación y allí tranquilamente me lo cuentas todo—dijo finalmente su amigo tirando de él hacia donde estaba su edificio.

Una vez entraron, dejaron sus mochilas y se sentaron en las camas, las cuales estaban una junto a la otra.

—Bien, cuando quieras— dijo su amigo esperando.

Este dudó pero finalmente habló.

—Bien...bue-bueno pues el chico que me gusta bueno creo que más que eso...el es...es Gulf.

—¿Gulf?... ¿qué Gulf?.

—El chi-chico de primero que el o-otro di...

Kao lo miró molesto.

—Espera...espera, yo te dije que a mi me gustaba y tú no dijiste nada, ¿Por qué?.

—No, bueno...no sé, supongo que me dio vergüenza—Dijo cabizbajo Mew

—Has hablado con él, ¿Desde cuándo lo tratas?, ¿Creí que no lo conocías?....¿por qué dices que la cagaste?

—En-Encontré su jersey y se lo devolví pero tarde y se enfadó.

Kao negó con la cabeza y se levantó cogiendo su mochila.

—Joder, creí que éramos amigos.

Mew se levantó también y entonces lo detuvo aharrandole del brazo.

—Para...para, no te vayas...te digo que solamente hablé con él y fue para devolverle su jersey y me llamó depravado.

—¿Por qué no me dijiste que tú tenías su jersey?

El estudiante de música suspiró mirando al techo.

—Lo encontré en la cafetería el mismo día que lo perdió e intenté devolverselo pero me daba vergüenza y no me salían las palabras, no sé...y luego cuando me decidí a hacerlo por fin, lo vi con el novio de lo más acaramelada y no lo hice.... Finalmente ayer me acerqué a él, se lo di pero al intentar explicarme, él pensó lo peor de mí y se fue furioso...Ya no tendré la oportunidad de conocerlo, ni hacer que deje a su novio y se enamore de mí, me odia...puedes seguir con tus intenciones de conquistarlo igualmente.

Su amigo soltó su mochila.

—Joder tío, menuda mierda pero tienes razón, ahora podré acercarme a él—dijo este con una malévola sonrisa—… diré que yo fui quién te convenció para que se lo dieses y me verá como un héroe.

Mew lo miró asombrado.

—Pero entonces seguirá pensando que yo soy un depravado y que le mentí.

Kao asintió.

—Me lo debes amigo, por haberme mentido a mí también...ademas, tú lo has dicho, ya no tienes posibilidad, al menos déjame que yo tenga la mía.

.......

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